Adiós al monopolio de Renfe
La operadora francesa Ouigo pondrá en circulación los trenes de alta velocidad de la ruta Barcelona-Madrid el lunes
El monopolio de Renfe llega a su fin. A partir del lunes su primer competidor, Ouigo –la marca de la compañía pública francesa SNCF–, empezará a operar la línea de alta velocidad entre Barcelona y Madrid. Desde que Renfe fue fundada, en 1941, ha explotado sin competencia la red ferroviaria del Estado, pero la liberalización del transporte ferroviario impulsada desde la Unión Europea ha obligado a abrir el mercado a nuevos operadores que llegarán para competir con Renfe en la alta velocidad.
El transporte ferroviario de pasajeros se liberalizó formalmente en diciembre del año pasado, pero la pandemia, con grandes restricciones para la movilidad y una caída histórica del número de viajeros, obligó a aplazar unos meses el desembarco de los nuevos operadores. Ouigo empieza el lunes a operar, pero este viernes ya ha hecho el viaje inaugural –para autoridades, personal de la compañía y prensa– entre Madrid y Barcelona.
"Es un día histórico", ha asegurado el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, después de la llegada del primer tren Ouigo a la estación de Sants, en Barcelona, dos horas y media después de salir de la estación madrileña de Atocha. "La liberalización ofrece más opciones y más usuarios. El ferrocarril sigue el ejemplo de otros sectores, como la telefonía móvil o el tránsito aéreo", ha dicho el consejero. La segunda teniente de alcaldía de Barcelona, Janet Sanz, ha celebrado la apuesta por el ferrocarril. "El tren salva vidas y salva la economía. Acerca a personas y aleja contaminación", ha dicho.
Billetes más baratos y servicios de pago
Ouigo llega al Estado con la voluntad de convertirse en rival low cost de Renfe, en competencia directa con Avlo, el tren de bajo coste que la operadora española estrenará el 23 de junio, después de haber aplazado el lanzamiento por la pandemia. Con una fórmula que imita la de las aerolíneas low cost, el precio de los billetes de Ouigo es bajo (arrancó con precios de 9 euros para el trayecto Barcelona-Madrid), pero se tiene que pagar por extras como las maletas –solo son gratuitas las de mano–, el acceso a internet o un asiento XXL. “Queremos popularizar el alta velocidad”, ha dicho la directora general de Ouigo en España, Hélène Valenzuela. La compañía arranca con cinco frecuencias entre Barcelona y Madrid, con paradas en Tarragona y Zaragoza. Según datos de la empresa, la llegada a España de Ouigo supondrá la creación de 1.300 puestos de trabajo directos e indirectos.
La duración del viaje es similar a la de los AVE de Renfe, y algunos de los trenes también tienen parada en Tarragona y Zaragoza. En cambio, Ouigo no transportará, por ahora, viajeros hasta Girona. La compañía francesa tiene previsto poner en marcha antes de que acabe el año la línea Madrid-Valencia-Alicante y en 2022 la línea Madrid-Málaga-Sevilla. Cuando estén todas las líneas operativas, Ouigo prevé transportar anualmente 10 millones de viajeros.
El tercer operador, el año que viene
Ouigo será el primer rival de Renfe pero no el único. Durante la segunda mitad del 2022 está previsto que empiece a operar Ilsa, consorcio formado por la compañía ferroviaria pública italiana Trenitalia y la aerolínea española Mare Nostrum, filial de Iberia. Igual que Ouigo, Ilsa explotará la línea Barcelona-Madrid, pero con muchas más frecuencias que Ouigo (32 diarias), y también los corredores Madrid-Valencia y Madrid-Málaga.
La red ferroviaria española es una de las más infrautilizadas de Europa. El grado de utilización de la red es de poco más de 32 puntos, frente a los 54 puntos de media europea, los 146 de los Países Bajos, los 96 del Reino Unido y los 78 de Alemania. La entrada de nuevos operadores servirá para sacar más provecho de la infraestructura ferroviaria y atraer a pasajeros. La CNMC calcula que la liberalización podría incrementar la capacidad operativa de la red española entre un 40% y un 50%.
El secretario de estado de Infraestructuras y Transportes, Pedro Saura, ha destacado que el impulso del AVE con la entrada de competidores de Renfe tiene que servir para aumentar el número de viajeros que optan por el tren, un transporte que contamina menos que el coche. “Habrá más movilidad, más competitividad y una reducción de gases contaminantes”, ha resumido. También se espera que los precios de los billetes de tren se reduzcan gracias a la competencia.
Los riesgos de la entrada de nuevos operadores es que haya cuellos de botella en estaciones y vías que no tengan suficiente capacidad para absorber el aumento del número de trenes. En este sentido, son claves infraestructuras como la nueva estación intermodal de La Sagrera, en Barcelona, que permitirá descongestionar el tránsito ferroviario de alta velocidad en la capital catalana cuando acaben las obras.