Vivienda

"No existía la sensación de que la burbuja inmobiliaria sería tan dura"

Alejandro Inurrieta, ex asesor del ministerio de Economía durante los años previos a la crisis financiera, publica un libro sobre el problema de vivienda

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Vista de Seseña, símbolo de la burbuja inmobiliaria

Han pasado casi 15 años desde el inicio de la crisis financiera de 2008, que en España comportó el estallido de la burbuja inmobiliaria. A pesar de que la crisis del coronavirus lo ha dejado en una especie de segundo plano, para muchos ciudadanos continúa presente, en especial para aquellos que vivieron sus efectos de cerca o desde dentro de las administraciones donde se tomaban decisiones, como es el caso del economista Alejandro Inurrieta.

"Se juntaron muchas cosas, de la mano de una crisis mundial que se tradujo en un efecto dominó", recuerda ahora Inurrieta en conversación con el ARA. "No había la sensación de que la burbuja [inmobiliaria] sería tan dura, y lo fue, pero es verdad que con los pocos datos que había no se sabía hasta dónde podía llegar", añade el economista recordando su periodo como asesor del ministerio de Economía entre 2004 y 2007. Posteriormente saltó hasta la presidencia de la Sociedad Pública del Alquiler entre los años 2007 y 2008, siempre durante los mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero. Aun así, recuerda que cuando las cosas ya iban mal "te llamaban a la puerta para construir más y más".

Ahora ha intentado agrupar el aprendizaje de aquellos años con el libro Vivienda: la revolución más urgente, que pronto verá la luz y que pretende ser "una propuesta de acceso universal para un bien de uso esencial", apunta. El libro explica los problemas que, a raíz de su paso por los ministerios, detectó para solucionar el problema de vivienda en España. "No es fácil", anticipa, desprendiendo un pesimismo que también se impregna de la valoración que hace alrededor del anuncio del gobierno central sobre la futura ley de vivienda estatal y que este próximo martes el consejo de ministros prevé aprobar como anteproyecto de ley.

Durante el poco tiempo que capitaneó la Sociedad Pública del Alquiler, Inurrieta defiende que se hicieron propuestas "interesantes" pero sin mucho "éxito" por el poco tiempo y la falta de recursos. También por una falta de información, que él considera "el verdadero problema del mercado de vivienda [español]". "Las estadísticas eran nefastas. El secretario de estado me preguntaba por ejemplo cuántas personas viven de alquiler y yo no lo sabía. "El INE dice una cosa, los portales inmobiliarios otra...", dice, y lamenta que hacer buenas políticas públicas así es "imposible".

Propuestas

Entre algunas de las propuestas que encabezó Inurrieta está la renta básica de emancipación para jóvenes, que reconoce que hizo aumentar los precios. "Esto ya tiene más a ver con la picaresca española", se defiende, y añade que la medida tendría que haber ido acompañada de una regulación. Recuerda que también se intentó crear una entidad pública que se dedicara a asegurar el buen funcionamiento de los contratos y las condiciones. "Se crea un mercado más seguro", dice Inurrieta, que añade que "fueron pequeñas cosas que con el tiempo se han diluido".

De hecho, para Inurrieta no haber impulsado un parque de vivienda pública grande es uno de los otros "desastres". Él defiende que el mercado de vivienda no solo se puede basar en la oferta y la demanda y apunta que, teniendo en cuenta que en España hay 25 millones de unidades de vivienda, se necesitan 7 millones de unidades de vivienda pública "para que el precio se mueva y llegar a niveles de Viena, Francia o Alemania". "La solución a corto plazo --remacha-- solo pasa por la regulación". Aún así, se muestra escéptico cuando se le pregunta por los planes del gobierno central de activar viviendas vacías.

Finalmente, apunta que el otro elemento que diferencia a España del resto de Europa es el perfil de los propietarios de viviendas. Mientras que en España hay muchos particulares, en el resto de países tienen más peso los propietarios institucionales, como ayuntamientos, sociedades públicas o fondos de inversión "con mucha regulación".

"Eres un estatista y no queremos ser Venezuela"

Antes de pasar por Vivienda, Inurrieta también fue asesor del ministerio de Economía, donde asegura que no gustaba todo lo que "oliera a regulación". El ministro de la época era Pedro Solbes. "A mí algún director general siempre me decía: eres muy estatista y nosotros no queremos ser como Venezuela", recuerda ahora el economista, que se defendía argumentando que "no era estatista, sino que quería intentar facilitar la vida a los ciudadanos".

Inurrieta explica que de su paso por la administración ha sacado dos lecciones. Por un lado, que quien gobierna son los altos funcionarios, "las élites". "A mí me decían: ten cuidado con lo que propones, tu te vas [dentro de unos años] y nosotros nos quedamos. Te hacen sentir que estás de paso", recuerda. Por el otro, que el largo plazo no existe. "Creo que los políticos no sufrían nerviosismo porque pensaban en clave de 2 o 3 años", comenta. Y recuerda que incluso la oposición, en aquel momento el Partido Popular de Rajoy, lo ponía fácil en un contexto donde se creaban 300.000 puestos de trabajo por trimestre gracias a la construcción, y el ladrillo generaba dinero de forma "rápida y fácil".

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