La pandemia reduce un 62% la facturación de Fira de Barcelona

Ayuntamiento y Generalitat multiplican por cuatro sus aportaciones

Xavier Grau Del Cerro
3 min
Imatge de la roda de premsa després del consell general de la Fira.

BarcelonaFira de Barcelona cerrará el 2020 con una facturación de unos 82 millones de euros, una cifra que es aproximadamente un tercio de lo que facturó el año pasado, cuando cerró el año con un volumen de negocio de 220 millones de euros, según ha explicado este viernes el director general de la entidad, Constantí Serrallonga. Para el 2021, la Feria prevé reiniciar la actividad presencial a partir de la primavera y ha presupuestado unos ingresos de 125 millones.

A pesar del impacto de la pandemia en la actividad ferial desde que se suspendió el Mobile World Congress (MWC) el febrero del año pasado, la institución espera cerrar el ejercicio con un beneficio de explotación (ebitda) positivo de unos 100.000 euros. Para lograr esta cifra la Feria ha conseguido reducir gastos, por ejemplo con la aplicación de expedientes de regulación temporal de ocupación (ERTE), pero también ahorrándose una parte del canon que paga anualmente a Fira 2000, la sociedad que explota el recinto de Gran Vía.

Según ha concretado Serrallonga, de este canon se han pagado 1,4 millones de euros, pero se ha conseguido un acuerdo para no pagar 6,6 millones de euros más. Un dinero, sin embargo, que Fira 2000 podría recuperar en años próximos cuando la situación económica remonte. Además, Fira ya había cerrado la facturación por algunos servicios a expositores durante el primer trimestre, aspecto que ha permitido en gran parte lograr los más de 80 millones de facturación.

Además, la Fira ha conseguido que las dos administraciones que forman parte, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, hayan multiplicado por cuatro su aportación de apoyo a acontecimientos concretos. Cada administración ha aportado cinco millones de euros. En total, 10 millones frente a los 2,5 millones del año pasado.

Constantí Serrallonga ha indicado también que la pandemia y su impacto en la Fira no han afectado los planes para la ampliación del recinto de Gran Vía con un nuevo pabellón que tiene que permitir pasar de los 240.000 metros cuadrados de superficie de exposición actuales a los 300.000 metros cuadrados en 2024.

Serrallonga ha dado estas explicaciones después de la reunión del consejo general de la Fira, acompañado de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el conseller de Empresa y Conocimiento, Ramon Tremosa, y el presidente de la Fira de Barcelona, Pau Relat. Quien no ha asistido, en contra de la tradición, ha sido el presidente de la Cámara de comercio de Barcelona, Joan Canadell.

Reactivación en primavera

La alcaldesa de Barcelona y el conseller de empresa han coincidido en destacar el papel tractor que tiene que tener la Fira en la recuperación de la economía después de la crisis provocada por el covid-19. "Es una infraestructura básica y estratégica", ha asegurado Colau, que se ha comprometido a seguir trabajando en esta institución en colaboración con el sector privado. "La Fira tiene que ser la palanca de la recuperación", ha indicado la alcaldesa, que ha explicado que, a pesar de las muchas incertidumbres, en 2021 "tiene que ser mejor" que el 2020.

Tremosa, por su parte, ha alabado el nivel de acuerdo de las instituciones alrededor de la Fira y ha destacado que desde 2010 la entidad ha vivido "una década prodigiosa y ha sido una historia de éxito" y ha expresado su deseo que el organismo "sea tractor de la economía en la próxima década". Por su parte, el presidente de la institución, Pau Relat, ha agradecido el esfuerzo de las administraciones y de los trabajadores para sacar adelante a la Fira a pesar de la pandemia y ha asegurado que la entidad ya trabaja para preparar el futuro. Además, ha destacado como un éxito que el MWC haya alargado "al menos hasta el 2024" su celebración en Barcelona.

Dentro de estos trabajos de cara al futuro, Constantí Serrallonga ha avanzado los planes de recuperación. La primavera es el momento clave para volver a los salones presenciales masivos, con la celebración del Salón de la Enseñanza en abril, después de Semana Santa, el Salón del Automóvil y Alimentaria en mayo y ya después los dos grandes salones tecnológicos: el ISE y el MWC.

Serrallonga ha explicado que han hecho una proyección de acontecimientos lógica con el proceso de desescalada y para la cual trabajarán, con una cierta consolidación a finales de junio, y una cierta concentración de la actividad en otoño, con salones como el Smart City Expo World Congress, el Barcelona Building Construmat y el Piscina & Wellness, así como Expoquimia, la Barcelona Bridal Fashion Week, el Salón Náutico, Caravaning, BizBarcelona, el Salón de la Ocupación y B-Travel.

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