Inmobiliario

Pánico inmobiliario en Sant Cugat: más de un centenar de viviendas pasarán a 'coliving'

La propiedad ha dejado de renovar los contratos de alquiler de decenas de vecinos

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Oficina de Novafinca en Sant Cugat con pósters de Sendia enganchados al vidrio

BarcelonaEspacios verdes, carriles bici, zonas de ambiente muy cerca. Son los términos que utiliza una compañía de Sant Cugat en su web para seducir a futuros inquilinos. No ofrece casas, tampoco pisos, sino la gallina de los huevos de oro del mercado inmobiliario: habitaciones de alquiler. La contrapartida de estos anuncios es que más de un centenar de vecinos tendrán que abandonar su casa. La propiedad ha dejado de renovarles los contratos.

La alarma saltó hace meses, cuando varios pisos de las distintas fincas de la compañía se iban quedando sin inquilinos. "Las viviendas están vacías desde hace meses, cuesta entender por qué dejan de ganar mucho dinero, son pisos que valen entre 1.100 y 1.300 euros", explica al ARA uno de los vecinos. Él es del barrio de Can Ganxet. Hasta hace unos meses en el blog había 13 vecinos y ahora en mitad de las viviendas ya no hay nadie.

Las habitaciones que ofrece esta empresa en la web, totalmente equipadas, estarán disponibles a partir de septiembre por 800 y 1.000 euros. Con los datos del Incasòl del segundo trimestre de este año, el precio medio del contrato de alquiler en Sant Cugat se encuentra en los 1.269,51 euros.

Un cambio de marca

El portal web es Sendia Coliving, una marca perteneciente a la inmobiliaria Marbori, también propietaria de la promotora Novafinca, que gestiona cientos de pisos en Sant Cugat, la gran mayoría de los cuales están afectados por esta situación. Las tres comparten domicilio en el paseo Francesc Macià de Sant Cugat. El socio único es Francisco Margenat Trias.

"El mercado de alquiler de Sant Cugat no permite absorber a tantas familias que se vayan, nos aboca a tener que irse de la ciudad, a gente que llevamos toda la vida aquí", explica en el ARA uno de los vecinos afectados de un bloque en el barrio de Coll de Favà. Él habló con la compañía y les argumentó que Sant Cugat es una ciudad de familias.

El ARA ha hablado con una decena de estos vecinos afectados, que han pedido mantener el anonimato. Durante este proceso, algunos han hablado con trabajadores de la inmobiliaria Novafinca, que les han confirmado la operación: el objetivo es convertir la gran mayoría de sus viviendas en la ciudad en habitaciones de alquiler.

Esta promotora tiene 28 fincas en Sant Cugat repartidas en diferentes zonas de la ciudad: ocho en Torreblanca, cinco en Can Ganxet, cinco en Coll Favà, tres en Zona Centro Biblioteca, dos en Monasterio, dos en el Eixample, dos en Zona Cap detrás Monasterio y una en Zona Centro, según consta en su web. En total suman más de un centenar de pisos afectados.

Un portavoz de la compañía consultado por este diario ha confirmado la operación: "Estamos haciendo una prueba piloto, no sabemos hasta dónde llegaremos", explica, sin cuantificar el volumen total de conversiones. Ya están amueblando una treintena de pisos y, en función de cómo avance, lo irán extrapolando a todo lo demás. Novafinca también tiene pisos en Cerdanyola del Vallès y Sabadell, los cuales no está previsto que pasen a coliving.

"El tema principal es que hace muchos años que alquilamos diferentes viviendas en Sant Cugat y estos edificios se están quedando muy antiguos: escaleras, ascensores, accesos, interiores, cocinas y baños. Todo esto requiere una actualización", añade. El segundo motivo tras este cambio de modelo de negocio es adaptarse a los nuevos modelos residenciales: ofrecer viviendas "con servicios añadidos" para que los inquilinos tengan un espacio para convivir con personas con necesidades, estilo de vida e inquietudes similares.

Ninguno de los vecinos contactados por el ARA tiene constancia de estas reformas: si bien coinciden en que algunos pisos y bloques necesitan rehabilitarse, consideran que no es motivo para no renovarles el contrato: "Hay promociones que están mal, pero la mía está muy bien.Hay problemas de humedad por condensación por el mal aislamiento del edificio, que se pueden solucionar arreglando la fachada por fuera, haciendo un aislamiento exterior.No es necesario echar a los vecinos.Ya cambiaron los cierres en su momento", explica un vecino.

Los vecinos, en pie de guerra

En estos hogares hay casos como el de un matrimonio de octogenarios, que en dos meses tuvo que abandonar la vivienda de toda una vida: un trasiego que les ha traído problemas de salud. También hay familias enteras y hogares donde vivían personas con diversidad funcional.

"Están poniendo muebles y colgando cortinas en algunos de los pisos vacíos. Nos han dicho que no lo alquilan, sino que lo convertirán en coliving. Ahora sólo hay carteles que pone coliving", añade otro vecino. "Ha habido traumas. A algunos les han prorrogado los contratos unos meses, pero no hay solución, sólo queda joder el campo y ya está", añade.

"Nos han dicho que cuando acabe el contrato, como mucho pueden hacer prórroga de seis meses. Llamé a la empresa [Novafinca] y una trabajadora con la que tengo muy buena relación me dijo que cuando se vacía un piso, no se vuelve a alquilar", explica otra vecina en conversación telefónica con el ARA. Ella vive en blog en el barrio del Eixample, y hace unos días otra vecina le dijo que también les habían comunicado que no les renovarían el contrato." En mi blog se han vaciado dos, uno hace dos meses y otro hace siete. Siguen vacíos", explica.

El Ayuntamiento intentará frenarlo

El consistorio de Sant Cugat está a cuento de esta operación desde hace semanas. De hecho, existen trabajadores municipales afectados. "Se está haciendo un uso anómalo de la vivienda, que es un derecho, transformándose en una modalidad que lo único que busca es más lucro, independientemente de su función", explica al ARA el concejal de Vivienda, Francesc Duch (de ERC).

"Entendemos que hay nuevas maneras de habitar, pero todas deben tener un trasfondo de no especulación. No descartamos una modificación del planeamiento urbanístico o algún tipo de ordenanza municipal con el objetivo de detener un fenómeno que está expulsando a gente de la ciudad por conseguir un beneficio económico", añade.

El Sindicato de Inquilinos del municipio, que ha estado acompañando a los vecinos, explica que en su día ya montaron una campaña contra Novafinca para saltarse la ley de contención de rentas catalana. Registraron una instancia en la Generalitat que acabó con una mediación voluntaria que no llegó a producirse. "Novafinca tiene una visión muy capitalista y lo que está pasando es una realidad muy cruda, parece que nunca tienen suficiente", explica un portavoz.

El abogado experto en derecho inmobiliario Alejandro Fuentes-Lojo detalla a este diario que se trata de una operación legal y que no requiere ningún tipo de licencia, a condición de que los nuevos alquileres por habitaciones sean por más de 31 días, ya que si no, se consideraría alquiler turístico: "Esta empresa podría alquilar sin ningún plazo concreto, siempre que dentro de una vivienda exista el número de personas que permite la cédula de habitabilidad; no hay ninguna regulación al respecto", añade.

Los vecinos que todavía tienen el contrato vigente tienen este lunes una nueva reunión con el concejal de Urbanismo para abordar su situación. Desde la empresa ya les han dicho que no hay vuelta atrás, siempre que encuentren inquilinos para los nuevos colivings.

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