Picaresca en residencias de estudiantes para hacer de hoteles
El Ayuntamiento de Barcelona las incluye en el PEUAT para evitar que en verano actúen como alojamiento turístico
BarcelonaUna estancia de dos noches para dos adultos un fin de semana de junio a la Residencia Universitaria Barcelona Diagonal: 264 euros. La misma selección en la Residencia Erasmus de Gràcia, 135 euros y almuerzo incluido. En la Residencia Universitaria Internacional de Horta-Guinardó, unos 400 euros. Según ha podido comprobar el ARA, muchas residencias de estudiantes de la ciudad de Barcelona están operativas también para estancias cortas de turistas, un hecho que alimenta el boom de residencias estudiantiles de los últimos años y que ha puesto en guardia el Ayuntamiento de Barcelona.
Ante el uso turístico de algunas residencias, el gobierno municipal apuesta por incluir estas equipaciones dentro del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) y empezará a restringir las licencias para estas instalaciones. Expertos del sector confirman lo que se puede comprobar con una rápida consulta online: sobre todo durante el verano, algunas residencias de estudiantes aprovechan las plazas vacías para ofrecerlas como alojamiento turístico.
"El gobierno municipal trabaja día a día contra la actividad ilegal vinculada a los alojamientos turísticos de la ciudad no solo en verano, sino durante todo el año, desde 2016 con el plan de choque de alojamientos turísticos. Desde entonces y para evitar que las residencias de estudiantes actúen como alojamientos turísticos ilegales, se incluye su regulación en el PEUAT. En base a esto durante este verano el Ayuntamiento de Barcelona seguirá estando atento para garantizar que los alojamientos cumplan con la normativa", explican desde el departamento de Janet Sanz del Ayuntamiento.
El director de inversión, suelo y obra nueva de la inmobiliaria Forcadell, Christian Gracia, explica que "en ciudades universitarias como Barcelona, que es asequible para los extranjeros y tiene un gran prestigio educativo, los fondos apuestan por las residencias de estudiantes porque para los que lo explotan son más rentables que los hoteles, principalmente por la durabilidad de las estancias". A la vez, explica que "lo que hacían hasta ahora muchas residencias era que en verano se reconvertían de manera ilegal en alojamientos turísticos" para aprovechar los meses de baja demanda.
Pero según explica Miles Leonard Millán, asociado de Cushman & Wakefield en España, "es muy complicado determinar estos malos usos porque la regulación no es demasiado clara: hay una fina línea entre unos jóvenes que vengan a Barcelona porque hacen un curso y unos jóvenes que vengan a hacer turismo". Ahora, sin embargo, las residencias tendrán que ser más estrictas acreditando estos temas.
Un 'boom' reciente
En los últimos años, las restricciones legales en materia de licencias para alojamientos turísticos han provocado que los inversores inmobiliarios internacionales se decanten por las residencias de estudiantes, que emergen como un negocio muy rentable y con una alta demanda. Además, los inversores han detectado que, mientras el turismo quedaba profundamente afectado por la pandemia, los planes de aperturas de nuevas residencias de estudiantes no se han visto afectados debido a la continúa demanda y rápida recuperación del sector de la educación internacional.
Según los datos facilitados por la consultora inmobiliaria CBRE, en Barcelona hay actualmente 13.000 camas operativas, con 5.200 camas más en planeamiento (lo más alto a nivel español). En España hay 106.000 camas, un 80% en residencias y un 20% en colegios mayores.
En Catalunya había en el curso 2020-2021 un total de 219.435 matriculados. De estos, un 92% son estudiantes españoles y un 8%, extranjeros. Esta cifra de estudiantes extranjeros es ligeramente superior a la media de toda España, con un 94% de estudiantes nacionales y un 6% de extranjeros. Ante esta situación, Barcelona cerró 2021 con una inversión de 97 millones de euros en estas equipaciones, un 14,5% del total español. En el primer trimestre de este año, el mercado ha registrado una inversión de 25 millones de euros, un 20,1% del total del Estado.
Otra tendencia es que las nuevas residencias empiezan a buscar un tipo de cliente más elitista, con cuotas mensuales que superan los 2.000 euros. La nueva residencia Vita Student de Pedralbes es uno de estos ejemplos. Según Miles Leonard, "esta inflación de los precios de las cuotas es otro de los motivos por los cuales el Ayuntamiento integra las residencias en el PEUAT, con voluntad de que se hagan con colaboración con las universidades".
Las residencias geriátricas, también al alza
El mismo fenómeno de las residencias de estudiantes se está dando con las destinadas a la gente mayor. La situación es parecida: fondos especializados necesitan invertir y ante la imposibilidad de hacerlo en hoteles apuestan por residencias de abuelos. Como explica Christian Gracia, "los fondos se dan cuenta de que la población, que está cada vez más envejecida y con una esperanza de vida más larga, hará crecer la demanda para residencias de gente mayor". Además, después de la pandemia, "las administraciones se han puesto muy estrictas con la mala gestión o las camas ilegales en residencias", lo que aumenta la seguridad para los inversores.
