Los problemas económicos asedian a los creadores israelíes del programa Pegasus
La firma NSO se queda "sin valor" para sus inversores después de años de polémicas por los casos de espionaje
BarcelonaDespués de numerosos escándalos, la polémica empieza a pasar factura a la firma israelí NSO, que también sufre por su viabilidad económica. El grupo propietario del software de espionaje masivo Pegasus —que se usó para seguir a más de 60 independentistas catalanes— se ha quedado "sin valor" para sus inversores. La delicada situación financiera de la compañía quedó expuesta la semana pasada a raíz de un juicio entre la consultora que asumió la gestión el año pasado y los anteriores responsables de la empresa.
Según algunos de los documentos presentados en esta vista, adelantados por el diario Financial Times, la compañía no ha recibido ningún nuevo encargo desde julio del 2021, justamente cuando una investigación reveló una lista con cerca de 50.000 teléfonos de periodistas, abogados, activistas y políticos víctimas de su sistema de espionaje. Los mismos archivos también han confirmado que la empresa sufría una "crisis inminente de liquidez" a finales del año pasado, por lo cual no podía funcionar de manera normal ni pagar sus deudas. Esta situación obligó a NSO a negociar un aplazamiento de los plazos con sus acreedores.
Sin embargo, el grupo negó contundentemente a la publicación británica que esté en medio de trabas económicas que pongan en entredicho su futuro. "Los productos de NSO continúan teniendo una demanda fuerte por parte de clientes de todo el mundo que confían en nuestras tecnologías para salvar vidas y proteger al público", insistía la compañía. Según la firma, la documentación aportada en la demanda que apunta a una situación de bancarrota es simplemente "incorrecta".