Aragonès, Torra, Mas, Borràs y más de 60 independentistas, espiados con el programa israelí Pegasus

El uso de programas espía contra dirigentes independentistas no es nuevo, ya se sabía que se habían usado contra Roger Torrent cuando era presidente del Parlament, por ejemplo. Pero el ya llamado catalan gate se ha convertido en un escándalo este lunes a raíz de una investigación de Citizen Lab, un grupo de expertos en ciberseguridad de la Universidad de Toronto, que se ha hecho pública conjuntamente con un extenso reportaje en The New Yorker. Según esta investigación, el teléfono del president de la Generalitat, Pere Aragonès, así como los de los expresidentes Quim Torra y Artur Mas y los aparatos de más de 60 políticos, activistas, abogados y periodistas catalanes han sido el blanco de una campaña de ciberespionaje con el programa Pegasus, de la empresa israelí NSO. Algunos también habrían sido víctimas de otro software espía –también israelí– llamado Candiru. Citizen Lab concluye que el catalan gate es el caso de ciberespionaje más grande que han documentado.

El programa Pegasus, diseñado por la compañía israelí NSO, permite escuchar conversaciones, leer mensajes, acceder a todo el contenido del teléfono, hacer capturas de pantalla, revisar el historial de navegación y, incluso, activar por control remoto la cámara y el micrófono del aparato. La empresa israelí asegura que solo lo pueden adquirir gobiernos y fuerzas y cuerpos de seguridad para combatir el crimen y el terrorismo, pero fuentes del departamento de Interior han negado cualquier vínculo con el escándalo y han asegurado a la ACN que "ni el Ministerio, ni la Policía Nacional, ni la Guardia Civil han tenido jamás ninguna relación con la empresa NSO y, por lo tanto, nunca han contratado ninguno de sus servicios". Citzen Lab, sin embargo, apunta al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) –adscrito al Ministerio de Defensa, no al de Interior– como cliente conocido de NSO. "Consideramos improbable que un cliente de Pegasus no español haga una operación tan extensiva en España", sostiene la organización.

Aragonès ha reaccionado con indignación ante las nuevas revelaciones sobre el catalan gate. "La operación de espionaje masivo contra el independentismo catalán es una vergüenza injustificable. Un ataque a los derechos fundamentales y a la democracia extremadamente grave. Un ejemplo más de la represión contra un movimiento pacífico y cívico. Llegaremos hasta donde haga falta", ha avisado en un tuit. Partidos y entidades independentistas, con el expresident Carles Puigdemont o el líder de ERC, Oriol Junqueras al frente, ya han convocado una rueda de prensa este martes en el Parlamento Europeo para denunciar el caso.

Según el informe, más de sesenta teléfonos de políticos, abogados y activistas catalanes han sido intervenidos con este programa, entre los cuales cita la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y colaboradores del expresident Carles Puigdemont, como su abogado Gonzalo Boye o Joan Matamala, en su último caso con otro programa, el Candiru. También revelan que todos los teléfonos de los eurodiputados catalanes independentistas fueron intervenidos. Los de Toni Comín, Diana Riba y Jordi Solé, directamente, y los de Carles Puigdemont o Clara Ponsatí, indirectamente a través de su entorno. Citizen Lab sospecha que hay muchas más víctimas porque sus herramientas de detección están más desarrolladas para iPhone que para Android, el sistema más empleado en Catalunya.

El expresident Carles Puigdemont ha acusado al estado español de espiar a políticos, abogados y activistas "de manera masiva e ilegal". En este sentido, ha añadido que son "víctimas de la guerra sucia" del Estado para luchar "contra una idea legítima". "El informe es contundente y revelador", ha lamentado el presidente del gobierno del Consell per la República y también eurodiputado.

La investigación de Citizen Lab "sugiere" que el gobierno español ha utilizado Pegasus y el mismo fundador de la aplicación admite que el uso de la tecnología por parte de España es "legítima". "Tomaron el control y probablemente estuvieron durante horas. Descargando, escuchando y grabando", explica a The New Yorker un especialista en seguridad digital con quién había contactado el propio Solé después de recibir mensajes sospechosos que le llegaban por WhatsApp o SMS, presuntamente de contactos conocidos.

A Solé lo habrían espiado en junio de 2020, las semanas previas a su incorporación en el Parlamento Europeo en sustitución de Oriol Junqueras, el mes siguiente. Boye habría recibido hasta dieciocho ataques entre marzo y octubre de 2020 a través de mensajes de texto "disfrazados" de actualizaciones de Twitter. De estos ataques, en al menos un caso el programa consiguió acceder a su dispositivo. Unos meses más tarde, el febrero de 2021, Citizen Lab identificó otra infección en el ordenador portátil de otro de los colaboradores de Puigdemont, Joan Matamala. En total, este empresario fue atacado hasta dieciséis veces, según relata el reportaje publicado este lunes por The New Yorker.

Otras víctimas

El abogado Andreu Van den Eynde, que llevó las defensas de Oriol Junqueras, Raül Romeva, Carme Forcadell, Carles Mundó y Dolors Bassa en el juicio del Procés, fue espiado por el programa Pegasus. El programa pirateó y monitorizó los teléfonos móviles de varios miembros de ERC, Junts y la CUP durante 2019 y 2020, según ha revelado El País, justo antes del inicio del juicio del 1-O, y también de dirigentes del ANC y Òmnium Cultural, además del abogado Van den Eynde. El jurista especializado en Derecho Penal y actualmente secretario general y número dos de la conselleria de Empresa y Empleo, Oriol Sagrera, también fue espiado por este programa.

Tres de las víctimas de este programa han explicado a El País que Citizen Lab los avisó que los habían espiado con Pegasus. Dos de los implicados que han recibido esta información han sido Van den Eynde y Sagrera. Este último era la jefe de gabinete de la presidencia del Parlament durante la legislatura de Roger Torrent. Este mismo sistema monitorizó la actividad de varios móviles de miembros de la ANC, como por ejemplo el de su presidenta Elisenda Paluzie y de Òmnium, como el del vicepresidente Marcel Mauri, según la investigación.

El precedente de Torrent

Estos nuevos casos de espionaje se suman a los que ya sufrieron el propio Torrent, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, el exconseller de Exteriores, Ernest Maragall, la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, y el militante del PDECat y miembro del ANC Jordi Domingo. En una declaración institucional, Torrent acusó a "los aparatos del Estado" de ser los responsables del espionaje y pidió al gobierno español que lo investigara y depurara "todas las responsabilidades", pero el ejecutivo central se lavó las manos. El ministerio del Interior, la Policía Nacional y la Guardia Civil negaron también entonces ser clientes de NSO.

Eldiario.es también publicó que los móviles del conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, y el director técnico del Consell per la República, Sergi Miquel, también fueron atacados, pero que en el caso del conseller no lograron penetrar en el terminal . Puigneró explicó a este medio que sospecha que el software de ciberseguridad instalado en los móviles de los altos cargos del Govern entró en acción y bloqueó el software espía.