Récord de teletrabajo con la pandemia
La pandemia dispara el trabajo a distancia un 119% en Catalunya, que queda todavía lejos de la media europea
En 2015 solo un irrisorio 3,4% de los empleados de Cataluña trabajaban de manera ocasional o regular desde casa. En 2019 el porcentaje ya llegaba al 8,6% y la mayoría se concentraban en cuatro comunidades autónomas y por este orden: Catalunya, Madrid, Andalucía y Valencia. Con la pandemia, las previsiones más optimistas saltaron por los aires y el 2020 se cerró con un 17,2% de los empleados de Catalunya haciendo teletrabajo, cosa que representa un incremento del 119%. El Principat, sin embargo, sufrió el sorpasso de la Comunidad de Madrid, con crecimiento del 200%, mientras que Andalucía conservó la tercera posición, según datos de un informe del centro de estudios de Adecco hecho a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre del 2020 y publicado este jueves.
El motivo de este nuevo récord ha sido la irrupción de la pandemia y las continuas restricciones de movilidad que ha habido durando el primer año del covid. De hecho, cuando se declaró el confinamiento domiciliario se llegó a los 3,5 millones de teletrabajadores en España, cifra que a lo largo del 2020 se fue moderando hasta cerrarlo con 2,86 millones de personas (unos 1,2 millones más que el 2019). "Nadie ha hecho tanto para impulsar el teletrabajo como el coronavirus", deja claro el jurista especializado en el ámbito laboral de Lefebvre, Robert Gutiérrez.
En cifras absolutas en Catalunya teletrabajan 645.400 personas, 350.000 más que en 2019 o, dicho de otro modo, uno de cada seis ocupados catalanes hace esta modalidad de trabajo.
Ahora bien, a pesar de las cifras récord, tanto España (14,5%, con un incremento de un 74,2% respecto al 2019) como Catalunya, la proporción de teletrabajadores está muy por debajo de la media de la Unión Europea (21,5%) y, sobre todo, de los que encabezan este ranking: Suecia (41%), Holanda (40%) y Luxemburgo (37,5%). De los grandes países de la Unión Europea, solo Italia (9,8%) está por debajo de la media catalana y española y llama la atención Portugal, con un 20,7%, mientras que la clasificación la cierran Rumanía (5,4%) y Bulgaria (4,7%).
"En los países líderes los empleados que hacen teletrabajo tienen toda la confianza de la empresa. En cambio, en España, se ha facilitado el teletrabajo porque no había otra solución ante la situación excepcional que estamos viviendo y, de hecho, ya muchas empresas están preparando el regreso de parte de la plantilla a la oficina; en definitiva, aquí se quiere tener más control sobre el trabajador", explica Gutiérrez.
Con estas cifras, ¿ha venido el teletrabajo para quedarse o una ves esté más extendida la vacunación se volverá a los datos del 2019? "El teletrabajo se quedará. Ahora bien, cuando la vacunación esté más avanzada habrá empresas que harán volver a los empleados a la oficina algunos días. Si por ejemplo ahora están haciendo cinco días de teletrabajo harán dos o tres", asegura el jurista. Esta combinación hará, según Gutiérrez, que se reduzca el espacio de las oficinas y que deje de haber lugares asignados para cada uno de los miembros de la plantilla. "Si una empresa tiene alquiladas tres plantas, pues se quedará dos y una misma mesa y ordenador lo ocuparán varios trabajadores en función del día de la semana", ejemplifica.
Una nueva ley
La explosión del teletrabajo hizo que el gobierno español agilizara la aprobación de la ley del trabajo a distancia en plena pandemia. La aprobó el septiembre pasado después de unas largas negociaciones entre la patronal CEOE y los sindicatos UGT y CCOO y entró en vigor hasta el 13 de octubre. La normativa prevé que se tiene que regular esta modalidad cuando un trabajador hace un mínimo del 30% de su jornada semanal a distancia y por un periodo mínimo de tres meses. Entre otros puntos la ley incluye que la empresa pague o compense los gastos del material o equipos necesarios para hacer teletrabajo, pero no prevé que se cubran otros gastos como la electricidad. Es el convenio colectivo el que tiene que recoger cómo se hace esta compensación o pago. Este jurista, sin embargo, no tiene claro que la normativa sirva a las empresas de excusa para frenar el teletrabajo. "No lo creo, porque la nueva ley no aporta más cosas de las que ya había aprobadas con anterioridad. Antes las empresas también tenían que asumir estos gastos".