Rusia suspende pagos de su deuda exterior por primera vez desde la revolución bolchevique
El Kremlin deja impagados 100 millones de dólares de un bono internacional por el bloqueo de las sanciones
BarcelonaRusia ha quebrado de su deuda exterior por primera vez desde 1918. Moscú no ha podido hacer el pago de los intereses de un bono internacional debido a las sanciones impuestas por los países occidentales. El país ya estaba en quiebra parcial desde el mes de abril, cuando abonó en rublos, la moneda rusa, deuda denominada únicamente en dólares.
El Kremlin tenía que abonar a sus acreedores unos 100 millones de dólares correspondientes a los intereses de un título de deuda denominada en la moneda norteamericana. El bono expiraba oficialmente el 27 de mayo pasado, pero en los mercados de deuda se mantiene un periodo de gracia de treinta días para evitar posibles problemas técnicos o legales. Este periodo de gracia expiró el domingo a las 23.59 h y, según Reuters, este lunes los bonistas todavía no habían recibido el dinero.
"Las noticias de esta mañana sobre la suspensión de pagos de Rusia por primera vez en más de un siglo muestran cómo son de fuertes las acciones que han tomado EE.UU. y sus aliados, y también cómo ha sido de dramático el impacto sobre la economía rusa", ha declarado este mismo lunes un portavoz del gobierno de Estados Unidos en el encuentro del G-7 en la población alemana de Krün. Sin embargo, la quiebra rusa no será declarada por ninguna agencia de calificación financiera, puesto que todas han abandonado el país y han dejado de analizar los bonos a medida que ha avanzado el conflicto en Ucrania y se han ido endureciendo las sanciones.
Por su parte, la administración del presidente Vladímir Putin insiste que la quiebra es puramente artificial, provocada por los bloqueos impuestos por Occidente: "Nuestra posición es muy conocida. Nuestras reservas están bloqueadas ilegalmente y cualquier intento de utilizar estas reservas será ilegal y se tratará directamente de un robo", ha dicho en declaraciones a la prensa Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Además, Peskov ha asegurado que Rusia ha efectuado el pago pero que ha sido bloqueado, en cumplimiento de las sanciones, por Euroclear, la empresa con sede en Bélgica encargada de hacer el clearing –el conjunto de actividades y transferencias de una operación financiera, desde que se inicia hasta que se liquida– de muchas de las operaciones en los mercados financieros internacionales. "No es nuestro problema" que Euroclear no haya aprobado el abono, ha añadido el portavoz ruso.
Las sanciones impiden los pagos
Desde el inicio de la invasión de Ucrania y las posteriores sanciones de Estados Unidos, la Unión Europea y otros estados aliados, el gobierno ruso ha tenido dificultades para pagar la deuda que está en manos de acreedores extranjeros. Aparte de la decisión de no comprar energía por parte de EE.UU., secundada solo parcialmente por la UE, las sanciones occidentales también incluyen la expulsión de los principales bancos rusos del sistema Swift de verificación de transferencias y el bloqueo deotros sistemas de pago, como por ejemplo con tarjetas de crédito Visa y Mastercard o la plataforma Paypal. Una gran cantidad de multinacionales han abandonado el país.
Pero sin las restricciones, Moscú todavía podría abonar sus deudas, puesto que tiene acumuladas suficientes divisas extranjeras y, además, continúa teniendo ingresos gracias a las ventas de gas natural, petróleo y carbón a otros países. En el momento de estallar el conflicto con Ucrania, Rusia tenía reservas de moneda extranjera por un valor total de 640.000 millones de euros, mientras que su deuda exterior era de unos 40.000 millones de dólares. Aun así, la mitad de las reservas están en cuentas bancarias de entidades occidentales que han sido bloqueadas y el banco central ruso está destinando una elevada cantidad de divisa extranjera cada mes a mantener estable el valor del rublo en los mercados de divisas.
Una quiebra de Rusia podría activar los credit default swaps (CDS, productos financieros que actúan como un seguro de impago) valorados en unos 40.000 millones de euros, según los cálculos del banco norteamericano JP Morgan.
El estado ruso ya quebró de deuda interna –denominada en rublos– en 1998, durante la crisis financiera que precipitó un año más tarde la caída del gobierno de Boris Yeltsin y el ascenso de Putin a la presidencia del país. Ahora bien, en cuanto a la deuda denominada en moneda extranjera, hay que remontarse hasta la Revolución Rusa, cuando en 1918 el gobierno de los bolcheviques consideró ilegítima toda la deuda contraída por el régimen de los zares y se negó a devolverla.