Los sindicatos reclaman un salario de referencia catalán de 1.200€ al mes

BarcelonaLos secretarios generales de CCOO y la UGT en Catalunya, Javier Pacheco y Camil Ros, respectivamente, han vaticinado este martes un otoño de movilizaciones para reclamar el incremento de los sueldos y han instado a la Generalitat a asumir como salario de referencia catalán los 1.200 euros mensuales. En una entrevista conjunta en Catalunya Ràdio, los dos se han mostrado pesimistas respecto a la posibilidad de un acuerdo para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) en España ante las claras diferencias entre los agentes sociales. 

En esta línea, tanto CCOO como la UGT instan al Govern catalán a asumir como salario de referencia el de 1.200 euros al mes. Esta cantidad, han recordado Pacheco y Ros, ya apareció recogida en un informe sobre cuál tendría que ser el salario mínimo en Catalunya elaborado en la anterior legislatura por el departamento de Economía, entonces en manos de ERC. "Pedimos al Govern que sea coherente y consecuente con sus políticas y que tenga en cuenta este salario de referencia en su relación con las empresas que prestan servicio a la Generalitat", ha dicho Pacheco.

Cuando se presentó este estudio en 2019, los líderes estatales de los sindicatos lo recibieron con cierta frialdad y recordaron que Catalunya no tiene competencias para fijar un salario mínimo. Aun así, aplaudieron el paso de la administración catalana de subir los salarios exigidos en los contratos que sacan a licitación pública. Esta propuesta, que nunca se ha llegado a aplicar, sería más una recomendación que una obligación. Además, tampoco se ha visto nunca con buenos ojos por parte del ministerio de Trabajo español. Su titular, Yolanda Díaz, criticó fijar retribuciones mínimas en función de los territorios porque crearía "ciudadanos de primera y de segunda" y defendió que los convenios colectivos ya recogen las diferencias en el coste de vida.

El inicio del curso en materia laboral estará marcado por las diferentes negociaciones que han quedado paradas por las vacaciones de verano. Una de las más urgentes es la del aumento del SMI, que el ejecutivo español se ha comprometido que sea el 60% del salario medio, como marca la Carta Social Europea. La nueva remuneración mínima tendría que rondar entre los 1.012 y los 1.047 euros al mes, pero el líder estatal de la UGT, Pepe Álvarez, ya reclamó ayer al gobierno que estire el incremento hasta los 1.100 euros para compensar la inflación desbocada.

"Afrontamos la negociación con bastante preocupación por la actitud de la patronal, que no se mueve. Ellos han podido trasladar a los precios los incrementos de los costes energéticos, pero esto no lo han podido hacer las familias, que son las que están en una situación de recesión real", ha asegurado Ros, secretario general de la UGT en Catalunya. A su parecer, el "enroque" de la patronal, tanto la española como la catalana, hace prácticamente inevitable un escenario "de grandes movilizaciones" en septiembre y en octubre. "El conflicto está asegurado empresa a empresa, sector a sector, pero también en general. Hasta ahora las movilizaciones han sido dispersas, en el metal de Barcelona o en la zona petroquímica, pero ahora serán más organizadas", ha remarcado.

Pérdida de poder adquisitivo

Por su parte, Pacheco ha destacado el sentimiento de "indignación" que emerge "cuando miras los diarios y ves que la inflación en julio fue del 10,8%, que el incremento de los salarios es del 2,57% y que, al mismo tiempo, se disparan los beneficios semestrales de las grandes empresas, como las eléctricas y las gasistas, así como las retribuciones de los directivos". Ante este escenario, ha asegurado que los sindicatos de clase llamarán a los ciudadanos a salir a la calle "porque los trabajadores no se resignarán a perder otra vez su poder adquisitivo, como pasó con la gran crisis".