¿Qué es Nvidia, la empresa más valiosa del mundo?
La tecnológica ha superado en capitalización a Apple y Microsoft gracias al boom de la IA
"Lo que está ocurriendo con Nvidia en la era de la inteligencia artificial (IA) es lo mismo que ocurrió con las palas cuando hubo la primera fiebre del oro". Así define el profesor del máster en mercados financieros de la Barcelona School of Management (UPF) Xavier Brun el fenómeno que ha habido este último año con la tecnológica estadounidense, que se ha evidenciado aún más en las últimas semanas, cuando Nvidia ha superado en capitalización Apple y Microsoft y se ha convertido en la más valiosa empresa del mundo.
De hecho, actualmente Nvidia está valorada en 3,2 billones de dólares, el equivalente a dos veces el PIB de España, y aunque durante la semana ha llegado a superar los 3,34 billones de dólares, pero sobre el valor de Microsoft (3,32 billones), a finales de semana su precio se ha moderado. Sin embargo, Nvidia prácticamente ha duplicado su valor de mercado este año, tal y como se puede ver en el gráfico, y en 2023 creció un 235%. Los motivos son, principalmente, el auge de la inteligencia artificial (IA) y el hecho de que, para desarrollarla, Nvidia se ha hecho prácticamente imprescindible para las tecnológicas, que acaban teniendo una relación de dependencia.
¿Qué hay detrás de Nvidia?
Nvidia es una empresa estadounidense fundada en 1993 y con sede en Santa Clara, California. Es uno de los principales fabricantes de GPUs –procesadores gráficos que sirven para generar gráficos y visualizaciones en ordenador, esenciales para aplicaciones que requieren un rendimiento gráfico de alta calidad, como los juegos y los programas de edición de vídeo, y ahora también para la inteligencia artificial–. Los productos más populares de Nvidia son las líneas GeForce y nForce para juegos, y la serie Quadro para procesamiento de gráficos.
Su cara visible es Jensen Huang, que cofundó la empresa y actualmente es su presidente y consejero delegado. El impulso a las bolsas vivido el martes situó a Huang como la undécima persona más rica del mundo, con un patrimonio de 118.700 millones de dólares, una fortuna que ha aumentado en 114.000 millones de dólares desde el 2019 y que era de 21.000 millones de dólares el año pasado. La compañía empezó a cotizar en bolsa en 1999 y en los últimos años se ha disparado gracias a su dominio del mercado de los chips necesarios para el software de inteligencia artificial.
Últimamente la empresa ha hecho un split –como se llama en bolsa una división de acciones, cuando una empresa aumenta el número de títulos sin diluir su valor– que ha reducido el precio de sus acciones por debajo de los 130 dólares después de cotizar por encima de los 1.200 dólares .
Las GPU, la clave del éxito
Nvidia empezó a posicionarse en el mercado tecnológico con sus tarjetas gráficas para ordenadores -las GPU-, muy superiores a las CPU, que son los procesadores estándar. Esto le dio mucho peso, porque está muy ligado al consumo de videojuegos y con el audiovisual, que hace unos años se puso muy de moda. "Los videojuegos deben optimizarse con una tarjeta gráfica, y todas las empresas que las hacían iban a Nvidia a comprarlas", explica el profesor Xavier Brun.
Después, la empresa de Huang vio otro espacio de negocio en los centros de datos, un sector en el que ha crecido de forma exponencial desde 2015 hasta ahora. También en ese momento se popularizó el bitcoin y la afición para minar estas criptomonedas, por lo que había que tener procesadores muy potentes. Las tarjetas gráficas de Nvidia eran buenas para ello, por lo que se produjo otro boom de demanda de sus productos.
Y ahora, con la irrupción de la inteligencia artificial generativa, Nvidia tiene un punto más a favor. Según explica la propia empresa, sus GPU son "fundamentales para la era actual de la IA generativa", puesto que ofrecen "más velocidad y eficiencia energética" que los procesadores tradicionales. "La rapidez de computación de las tarjetas de Nvidia es muy superior que las demás, tratan muchos datos de forma muy ágil, y tienen esa ventaja porque se han basado en tarjetas gráficas para juegos de ordenador, tienen mucha memoria y los aporta ventaja en el mundo de la IA", explica Brun.
Asimismo, Nvidia tiene su propio software CUDA, necesario para programar con sus GPU, por lo que acaba creando una situación de dependencia con las tecnológicas que utilizan sus productos. De hecho, explica Brun, "ahora tiene entre el 70% y el 80% de la cuota de mercado, y hace tan sólo unos años tenía sólo el 20% o el 30%".
Es por todo ello que, según Brun, "las tarjetas gráficas de Nvidia son, en la época de la IA, como las palas en la época de la fiebre del oro: todo el mundo intenta hacer acumulación de sus GPU para seguir en esta carrera de la inteligencia artificial", explica el analista. "Esto provoca un fuerte aumento de la demanda y, por tanto, del valor", añade. De hecho, la falta de oferta ha provocado que se empiecen a vender de segunda mano por eBay, y uno de sus modelos más buscados, la tarjeta gráfica H100, puede encontrarse en el mercado de segunda mano por más de 40.000 euros la unidad. Hay que tener presente que cada centro de datos utiliza cientos.
Respecto a las perspectivas de futuro para Nvidia, Brun es prudente: "No podemos saber si seguirá subiendo o si lo hará a estas velocidades, pero generalmente cuando se introducen productos nuevos en el mercado, siguen el recorrido de la curva S : inicialmente crecen mucho, pero después, una vez que ya se han introducido en el mercado y se ha normalizado su uso, el crecimiento se modera".