Sateliot pone en marcha el primer centro europeo para desarrollar satélites 5G
La compañía catalana quiere poner en órbita a cientos de satélites para dar servicio a sectores como la defensa y la seguridad
BarcelonaHace unos años, cuando se hablaba de la economía del espacio, sonaba demasiado lejano. No sólo por la distancia física sino porque costaba imaginar qué podía aportar lanzar pequeños satélites para enviar datos o conectar dispositivos desde el espacio. Ahora, en un momento histórico marcado por la inversión en defensa –o guerra, como le gusta decirle al presidente de Estados Unidos–, todo empieza a tomar sentido.
En este contexto se enmarca el nuevo centro de desarrollo de satélites 5G de Sateliot, una de las empresas catalanas que desde hace años se está haciendo un hueco en este sector emergente, junto con Open Cosmos, Pangea Aerospace o Zero 2 Infinity. En el laboratorio, ubicado muy cerca de la Ciudad de la Justicia, la compañía se dedicará a diseñar, desarrollar y verificar a los cientos de satélites que aspira a poner en órbita de cara al año 2030, y convertirse en el primer espacio europeo de estas características. Con la contratación de 50 trabajadores, su puesta en marcha ha supuesto duplicar a la plantilla.
Desde el primer nanosatélite que Sateliot lanzó, el Enxaneta, desarrollado con el apoyo de la Generalitat, la empresa ha ido mejorando su tecnología. Los dispositivos de ahora pueden realizar más tareas, como conectarse con cualquier teléfono móvil y enviar mensajes de voz o vídeos, orientados a dar servicio en ámbitos como la protección civil. "Tienen que funcionar igual en el puerto de Rotterdam, en los Pirineos o en mitad del Atlántico y, muy importante, hacerlo en tiempo real", ha explicado el consejero delegado de Sateliot, Jaume Sanpera. Estos pequeños satélites, que orbitan a baja altura, a 500 o 700 kilómetros de distancia de la Tierra, funcionan como las torres de telefonía móvil que vemos por las ciudades, pero desde el espacio.
"Es un salto cuántico y nos abre un mercado enorme, con nuevos sectores como la defensa y la seguridad, que están muy ligados a la soberanía tecnológica y la independencia geoestratégica. Europa vive un momento complejo y nosotros podemos aportar nuestro granito de arena", ha defendido Sampere en la inauguración del centro, a la inauguración del centro, vicepresidente del Parlamento Europeo, Javier López, y el cuarto teniente de alcalde de Economía de Barcelona, Jordi Valls. "Tiene un producto que nadie más tiene y lo hemos hecho aquí. Nos falta creerlo un poco más, parece que todo tiene que venir de Estados Unidos o China", ha remarcado Illa.
Actualmente, Sateliot cuenta con cuatro dispositivos en órbita y prevé lanzar cinco más el próximo año. Todos ellos se vigilan desde una sala del centro barcelonés, llena de pantallas que controlan aspectos que pueden afectarles, como los otros satélites que tienen cercanos o las tormentas solares —las que permiten las auroras boreales, pero que pueden complicar la vida de estos dispositivos—. Enxaneta fue el primer nanosatélite de la empresa y ahora será el turno del Tritó, más capaz y también mayor. Su lanzamiento está previsto durante el primer trimestre del 2027. Cuando terminan su vida útil, de entre cuatro y siete años, los satélites vuelven a entrar en la atmósfera y se destruyen, evitando convertirse en un elemento más de toda basura espacial que está generando esta nueva industria.
Los primeros prototipos se realizan en el centro de desarrollo de Barcelona, donde hay laboratorios y una sala blanca, pero la producción deberá realizarse en una fábrica. La compañía prevé abrirla cerca, en el área metropolitana de Barcelona, aún sin fecha. "Hemos internalizado la fabricación porque de lo contrario es muy difícil mantener el ritmo de la industria", indica Sampere. "Desde Cataluña, España y Europa podemos liderar con tecnología fabricada aquí y con ambición global", añadió el directivo.
Trabajar con operadores móviles
Con el nuevo centro, Sateliot arranca su etapa industrial. El próximo año empezará a trabajar para los primeros 500 clientes, entre los que habrá operadoras móviles a quien les ofrecerá servicios de roaming satelital. Por ahora, ha firmado más de 700 contratos para conectar 10 millones de dispositivos. Principalmente, los han contratado para sectores como el marítimo, las infraestructuras críticas y la industria. Cuando logren poner en órbita cientos de satélites dentro de cinco años, la facturación se disparará hasta los 1.000 millones de euros.
Nacida en 2018, la empresa ha captado unos 100 millones de euros en diferentes rondas de financiación, además de un préstamo de 30 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Sólo en investigación e innovación (I+D) ha destinado 50 millones de euros desde su creación. El núcleo duro de accionistas de Sateliot está formado por el gobierno español -a través de Sepides y la Sociedad Española de Transformación Tecnológica (SETT)- Indra, Cellnex, Global Portfolio Investments y Hyperion Fund.