Tesla prepara despidos masivos

La semana pasada Tesla despidió a 200 trabajadores encargados del desarrollo del sistema de conducción autónoma Autopilot. A estos despidos tempranos hay que sumar otros anteriores que afectaron a algunos trabajadores del departamento de recursos humanos y cargos diversos. Con todo, estos despidos solo serían el principio del plan de ahorro y recortes en la plantilla de la marca fundada por Elon Musk, que prevé recortar un 10% sus asalariados durante los próximos tres meses.

Tesla quiere recortar costes para adaptarse a las nuevas realidades internacionales y la misma compañía envió un correo electrónico a sus trabajadores hace tres semanas en el que anunciaba el plan de estabilización y recorte de la plantilla, y que publicó Reuters a principios de junio. El contexto internacional de recesión e inflación y la inestabilidad internacional provocada por la invasión rusa en Ucrania han sido los indicadores que han hecho que Tesla apueste por una política de decrecimiento y desaceleración productiva durante los próximos meses. A Tesla le cuesta encontrar suministros a tiempo y a buen precio, y los pedidos de vehículos nuevos se han enfriado durante el último trimestre, cosa que arrastra a la baja las previsiones de crecimiento y beneficios de la marca.

Los trabajadores de Tesla hasta ahora despedidos corresponden al cierre de un centro de trabajo en la localidad de San Mateo (California), una derivada más del cambio de sede de la compañía en Austin (Texas), y corresponden mayoritariamente a trabajadores contratados por horas para evaluar y testar los datos recogidos por los clientes de la marca en el funcionamiento del sistema Autopilot. Pero todo parece indicar que los despidos de estos 200 trabajadores son solo la punta del iceberg, puesto que Tesla prevé un contexto internacional muy complicado que afectará los beneficios de la compañía. A todo esto hay que sumar que Tesla ha inaugurado nuevas gigafábricas en Shanghái, Berlín y Austin, y de momento estas plantas no han sido tan rentables como se esperaba y que incluso han supuesto pérdidas para la marca. El mismo Elon Musk se refirió a las gigafábricas de Berlín y Austin como “infiernos de quemar dinero”.

A estas alturas, Tesla tiene una plantilla de unos 100.000 trabajadores en todo el mundo. Si se hicieran realidad los ajustes de personal del orden de un 10%, significaría unos 10.000 despidos repartidos por todo el mundo durante los próximos tres meses, pero también parar la expansión industrial de la marca como mínimo hasta final de año. Después de esto, Tesla podría optar por nuevas fórmulas contractuales, como por ejemplo priorizando los trabajadores por horas y eliminando cada vez más los contratos convencionales.