El último paso para la llegada de los fondos antipandemia

Los ministros de Finanzas dan este martes la última luz verde a la primera docena de planes de recuperación, incluido el español

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Olaf Scholz (ministro federal de Hacienda  de Alemania), Christine Lagarde (presidenta del Banco Central Europeo), Nadia Calviño (vicepresidenta y ministra de Afers Econòmics y Transformación Digital de España), Paschal Donohoe (ministro de Hacienda  e Irlanda) del Eurogrupo ), Paolo Gentiloni (comisario europeo de Economía )

BruselasHa pasado casi un año desde la maratoniana cumbre de líderes europeos en la que después de duras -y en ocasiones crudas- negociaciones consiguieron pactar la creación de un fondo común, alimentado con deuda conjunta y que, con precios actualizados, se eleva hasta los 800.000 millones de euros. Desde entonces y hasta llegar al día de hoy se ha dibujado un largo camino, con diferentes fases y obstáculos que, a pesar de todo, se han ido superando y el de este martes, 13 de julio del 2021, es el último. Los ministros de Finanzas de la Unión Europea ponen el sello de visto bueno a la primera docena de planes de recuperación, entre los cuales está el español, cosa que permitirá que llegue la primera remesa, un adelanto del 13% del dinero, que en el caso español son hasta 9.000 millones de euros.

El de este martes es un trámite indispensable pero sin complicaciones. Hace semanas que en las entrañas del Consejo los expertos correspondientes analizan los 12 planes a los que la Comisión Europea ha dado luz verde primero, empezando por el español. Los embajadores de cada gobierno dieron el visto bueno el pasado viernes, como paso previo al de los ministros de Finanzas. Todo lo que tenía que discutirse ya se ha discutido, coinciden varias fuentes diplomáticas y comunitarias consultadas, y por eso la coreografía será este martes sencilla.

La Comisión hará una presentación conjunta con un breve repaso de cada uno de los planes y explicará sus decisiones. Después, habrá espacio para la intervención de los ministros de turno. No se puede descartar que algún gobierno intervenga para aportar observaciones a otro de los planes, pero no se espera ninguna discusión extensa ni ninguna sorpresa de última hora. "Hay algunos países que han sido especialmente activos en las conversaciones previas y que han presentado observaciones similares para varios planes", explica una fuente diplomática.

Los Países Bajos y Hungría, eternos protagonistas

Algunos gobiernos, como por ejemplo los nórdicos, tienen instrucciones directas de su Parlamento de ser exigentes y exhaustivos a la hora de aprobar los planes para garantizar el buen uso de los fondos europeos que, al fin y al cabo, tuvieron que avalar todas las cámaras estatales en una tramitación que se alargó meses y que tuvo el susto del Tribunal Constitucional alemán, cuando la paralizó por un recurso presentado contra el fondo en si mismo. En las negociaciones que gestaron el fondo la voz de la discordia vendía desde la Haya. Los Países Bajos se convirtieron en el país con más reticencias al fondo y ahora se encuentran en la situación de que su plan de reformas todavía ni siquiera se ha presentado, porque el gobierno cayó a medio camino y todavía está en funciones. Ahora es también el ejecutivo que encabeza Mark Rutte quien se mantiene más firme a la hora de activar la condicionalidad estricta del dinero en el caso de Hungría después de que Viktor Orbán haya desafiado a la Comisión Europea y haya aprobado una ley homófoba que prohíbe hablar de homosexualidad en las escuelas. Este martes, el ministro de Finanzas holandés incluirá la cuestión en el orden del día, y, aunque Bruselas no quiere entrar en el debate, será previsiblemente uno de los temas de discusión.

Más allá de este caso concreto, no está previsto que ningún ministro cuestione ninguno de los doce planes que habrá encima de la mesa. Con todo, fuentes diplomáticas explican que durante las conversaciones en el Consejo sobre el plan español un país puso de relieve que algunas reformas no están lo suficientemente concretadas (por ejemplo la reforma laboral o la de las pensiones, que están sujetas a las negociaciones con los agentes sociales), pero una segunda fuente diplomática asegura que las últimas semanas "el tono ha sido muy diferente al del principio", generalmente "constructivo", y como un intercambio de puntos de vista, más que de exigencias o reproches.

Los primeros pagos

Pero, ¿qué pasa una vez puesto el sello de los ministros de Finanzas? Se tienen que firmar los compromisos de pago, establecer el calendario y hacerlo cuanto antes mejor para que, en el caso español, puedan llegar los 9.000 millones del primer adelanto antes de que se acabe el verano. Aún así, como son hasta 11 países más los que tendrán que recibir adelantos -además de Chipre, Croacia, Lituania y Eslovenia, que podrían recibir el visto bueno en un segundo Ecofin extraordinario este julio-, fuentes diplomáticas explican que Bruselas no habrá tenido tiempo de emitir suficiente deuda y que se tendrán que repartir el dinero de manera proporcional.

Después de este primer adelanto llegará la parte más difícil, que es el cumplimiento de los objetivos fijados en el plan de recuperación para que lleguen las siguientes remesas. "El siguiente reto, que no es trivial, es la implementación de los planes para conseguir el resto del dinero", explica una fuente diplomática del bloque más ortodoxo. Y desde el ministerio de Economía admiten que España tendrá pocos problemas para conseguir la primera remesa, porque está basada en objetivos e hitos ya conseguidos de manera retrospectiva. Las principales dificultades llegarán después, a partir de 2022, cuando las siguientes remesas van justamente condicionadas a reformas como la laboral o de las pensiones.

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