De nuevo, malos resultados de los alumnos catalanes en conocimientos de materias troncales en las pruebas de competencias básicas. La consellera de Educació ya había puesto la venda antes de la herida. Pero la herida está ahí: no se alcanza un nivel deseado en matemáticas, inglés y ciencias, en especial en 4º de ESO, curso final del ciclo obligatorio, pero también en 6º de primaria, donde los resultados en matemáticas han sido los más bajos registrados nunca. Seguimos sin salir adelante. De hecho, hace años que está perfectamente detectado el problema, que está enquistado o incluso se hace mayor. No estamos consiguiendo remontar. Seguramente las responsabilidades están muy repartidas: en las aulas, en las familias, en los valores sociales, en la administración, en las desigualdades... ¿Soluciones? También es necesario buscarlas en todos estos ámbitos.
¿Responsabilidades en las aulas? El pesimismo domina buena parte de la profesión docente, en la que se acumulan agravios y cansancio. vaivenes organizativos y administrativos, la falta de liderazgos y el cambio en los hábitos de aprendizaje y de vida de los adolescentes a remolque de las nuevas tecnologías han agobiado a muchos profesionales. hijos, la relación con los cuales, además, es hoy más de sobreprotección que de confianza. Paradójicamente, los niños y adolescentes reconocen menos la autoridad y al mismo tiempo tienen mucho margen de mejora. y proyectamos muchas expectativas), y de la otra somos benévolos con sus debilidades y su baja capacidad de frustración. mediocres. La ansiedad de los políticos, que quieren resultados a corto plazo, les cuesta dar autonomía y confianza a los profesores. quirúrgicamente y presupuestariamente en estos entornos
Dicho todo esto, y vista la evidente complejidad de causas y situaciones, es tan importante no dejar de señalar el problema como evitar el derrotismo. esta inercia de fracaso.
