Crisis de la vivienda

El resultado de la crisis de la vivienda: cada vez más personas duermen al raso

Una persona sin hogar durmiendo en una entrada en Barcelona.
10/12/2025
2 min

El recuento de Arrels es contundente. En sólo dos años hay casi otras 600 personas durmiendo en las calles de Barcelona. Son ya 1.982, y como admitía la directora de la entidad, Bea Fernández, es un recuento de mínimos, porque incluye sólo lo que los voluntarios pudieron ver en el último recuento. Este 43% más de personas sintecho respecto a hace dos años no extraña a nadie, porque todos vemos cómo cada vez hay más gente durmiendo como puede encima de un colchón o de cartones en la calle. Es realmente una emergencia social que no puede quedarse así. Como sociedad tenemos un problema si no ponemos manos a la obra para dar algún tipo de solución a todo este pueblo itinerante que no encuentra un lugar donde poder pasar la noche.

Y es que, aunque las casuísticas de las personas sin hogar son muy variadas, lo que está claro es que la crisis de la vivienda tiene consecuencias dramáticas para buena parte de la población más vulnerable. Hace pocos días se publicó el estudio promovido por el Comité de Expertos para la Transformación y la Innovación Social (CETIS) en el que quedaba clara esa relación. El 62% de las personas que viven en la calle, en infraviviendas o en hostales sociales han llegado porque perdieron su vivienda, sea porque no podían hacer frente al alquiler, sea porque las desahuciaron. Son muchas más que las que han llegado porque se han quedado sin trabajo –de hecho, una parte de los sinhogar sí tienen, pero no les da por alquilar ni una habitación– o por culpa de las adicciones o de otras circunstancias. El perfil de los sintecho está cambiando y, a las circunstancias conocidas –adicciones, enfermedades mentales u otras–, se suman ahora las de quienes directamente no tienen dónde vivir porque el mercado les ha expulsado. La entidad resalta, también, que el hecho de que haya habido varios desalojos masivos en asentamientos donde vivía mucha gente ha contribuido a aumentar el número de personas que se distribuyen por toda la ciudad, lo que podría explicar también, quizás, el aumento de gente que directamente planta la tienda de campaña donde puede.

La falta de vivienda asequible es uno de los grandes retos que afrontan Barcelona y Cataluña. Y existen situaciones de urgencia que reclaman soluciones inmediatas. De momento, la oposición municipal de Junts i Comuns ya ha pedido un pleno especial al Ayuntamiento del que confían en que salgan partidas presupuestarias concretas y también instalaciones adaptadas a estas necesidades en cada distrito. Con estas o con otras medidas, queda claro que habrá que buscar la manera de dar cobijo a estas personas, sobre todo ahora que empezarán los momentos más duros del invierno. Formamos parte del Primer Mundo, vivimos en una ciudad rica en comparación con la inmensa mayoría del mundo y nos lavamos de ser solidarios, y por eso debería ser una prioridad, tanto de la ciudad como del país, encontrar formas de solucionar este problema a todos los niveles de una forma más rápida y eficiente de cómo se está haciendo ahora mismo.

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