Seguros: guía práctica

Las tendencias y retos del sector asegurador

¿Cómo afronta la industria los efectos del cambio climático o la ciberseguridad?

Daños producidos por las tormentas este mes en La Ràpita.
Redacció
18/10/2025
4 min

El sector asegurador está en plena transformación. En un contexto marcado por la crisis climática, la ciberseguridad y las nuevas tecnologías, las compañías han dejado de ser simples vendedoras de pólizas para convertirse en gestoras del riesgo global. Los expertos coinciden en que los esquemas tradicionales –basados ​​en la predicción estadística y la estabilidad de los siniestros– no son ya suficientes para hacer frente a una realidad cambiante, con fenómenos extremos cada vez más frecuentes y amenazas digitales en constante evolución.

El impacto del cambio climático

"El sector asegurador ha sido uno de los primeros en resentirse de los impactos negativos del cambio climático", afirma Lluís Bermúdez, catedrático de economía financiera y seguros de la Universidad de Barcelona y experto en modelos de riesgo para el sector asegurador. Según UNESPA, en 2023 las aseguradoras privadas pagaron 847 millones de euros por más de 993.000 siniestros derivados de fenómenos meteorológicos como inundaciones, tormentas y granizadas. Estas situaciones, que ya no son excepcionales sino recurrentes, han obligado a las compañías a revisar y adaptar sus modelos de cálculo del riesgo.

"La industria reaseguradora ha tenido que reestructurar los precios y políticas de suscripción para compensar las pérdidas derivadas del aumento de la siniestralidad asociada al cambio climático", explica Bermúdez. A pesar de este escenario, España dispone de un mecanismo que la distingue de otros países: el Consorcio de Compensación de Seguros, un organismo público que asume los costes derivados de catástrofes naturales extraordinarias como la dana de Valencia o elAlice hace tan sólo unos días. "Esta cobertura de ahorro colectivo, complementaria a la reaseguradora, nos sitúa en una posición más favorable que otros países europeos, que ahora se plantean adoptar nuestro modelo", añade el catedrático.

Desde su perspectiva, la también catedrática Maria Mercè Claramunt, experta en modelización actuarial y gestión de riesgos en el sector asegurador, recuerda que el reto climático ha llegado también a la regulación. "Los supervisores europeos –como el EIOPA– llevan años instándo a las aseguradoras a integrar los riesgos climáticos en sus modelos internos de gestión", explica. La normativa Solvencia II obliga a las entidades a reservar más capital para hacer frente a catástrofes naturales, un requisito que, según Claramunt, "se está traduciendo en un incremento de las primas para los asegurados".

El cambio climático no afecta a todos los tipos de seguros por igual. Los seguros agrícolas –como los que cubren granizadas o sequías– son de los más expuestos, pero también los de hogar y propiedades en zonas costeras o inundables, e incluso las de vida y salud, ya que "las oleadas de calor y la propagación de enfermedades infecciosas tienen un efecto directo en el sector", apunta Claramunt.

Ciberseguridad y digitalización

El otro gran reto es invisible pero omnipresente: los ciberataques. "Los riesgos cibernéticos evolucionan constantemente, lo que hace muy difícil cuantificarlos con el nivel de confianza que la industria requiere", advierte el catedrático. Las aseguradoras, por naturaleza, necesitan predecir y asignar probabilidades. Pero en el mundo digital, el azar tecnológico es imprevisible. "La naturaleza del riesgo es muy variable, lo que le convierte en un riesgo sólo parcialmente asegurable y que sea necesario recurrir a otros mecanismos de gestión, como la prevención", explica.

Las aseguradoras, además, no sólo son las que cubren estos siniestros, sino que también son potenciales víctimas. Como recuerda Claramunt, "las compañías trabajan con grandes volúmenes de datos y son muy sensibles a posibles ataques". En 2023 la Unión Europea aprobó el reglamento DORA (Digital Operational Resilience Act), en aplicación desde enero de este año, que obliga a todas las entidades financieras –incluidas a las aseguradoras– a reforzar su seguridad informática y garantizar la continuidad operativa en caso de ataque.

Sin embargo, esta digitalización no sólo plantea riesgos, sino también oportunidades. "El sector asegurador siempre ha trabajado con datos para calcular las primas; ahora la diferencia es la velocidad y el volumen con el que deben analizarse para mejorar procesos y tomar decisiones estratégicas", apunta Bermúdez. La incorporación de la inteligencia artificial y el big data puede permitir ajustar mejor los precios y detectar fraudes, pero también plantea retos organizativos y dilemas éticos y de privacidad.

Hacia un nuevo modelo de gestión del riesgo

Con este escenario, los expertos coinciden en que el futuro pasa por un cambio de paradigma: "El seguro ya no se reducirá sólo a compensar las pérdidas, sino que también podrá incorporar otras soluciones de gestión del riesgo, como la prevención". "Ante un riesgo podemos mitigarlo, ahorrar para afrontar las pérdidas o asegurarlo –añade Bermúdez–. Actualmente ya tenemos algunas aseguradoras que acompañan a la póliza del hogar con un sistema de alarma".

A esto se añaden otros retos estructurales, como el envejecimiento de la población, que tensiona los seguros de vida y salud, y la creciente competencia dentro de un sector que, según Bermúdez, "opera con márgenes muy ajustados desde hace décadas".

Según el profesor, seguir innovando es clave: "El sector asegurador debe seguir desarrollando su capacidad para comprender y anticipar los riesgos en un mundo cada vez más incierto".

Seguros éticos, una alternativa dentro del sector

En un momento en que muchos sectores económicos revisan su compromiso social y ambiental, el mundo de los seguros también empieza a incorporar criterios éticos y solidarios. Detrás de las políticas y primas hay un flujo constante de dinero que a menudo se desconoce dónde acaba invertido. En este contexto nace la idea de los seguros eóticos, una alternativa que combina protección financiera e impacto social.

Este modelo propone una gestión basada en la transparencia, la responsabilidad social y la sostenibilidad. El objetivo es que el sistema asegurador deje de ser un simple mecanismo de compensación económica para convertirse en una herramienta transformadora al servicio de las personas y del planeta. Además, este enfoque se alinea con los criterios de las finanzas eéticas, que rechazan invertir en actividades especulativas o perjudiciales –como los juegos de azar o la industria armamentística– y destinan los recursos de forma transparente a proyectos con impacto social o ambiental positivo.

Arco Cooperativa es un ejemplo destacado. Fundada en los años ochenta, esta correduría se enmarca dentro de la economía social y solidaria y apuesta por "un sistema económico que pone a las personas, el planeta y la sociedad en el centro", como explica Albert Castillo, socio de la cooperativa.

El perfil de sus clientes es variado, pero con un elemento común: la voluntad de consumir con criterio. Confían familias y particulares, pero también entidades de cultura popular, asociaciones de ocio, AFAs y cooperativas que buscan coherencia entre sus valores y los servicios que contratan.

Cuando se le pregunta sobre la subida generalizada de los precios, Castillo apunta que la pedagogía es clave para mantener la confianza: "Cuando hay cambios en las primas, intentamos siempre explicar los motivos y lo hacemos con antelación. La transparencia es la base de nuestra relación con el cliente".

Para garantizar estas buenas prácticas, un organismo independiente –el Observatorio de las Finanzas Eóticas– audita anualmente a las entidades y concede el sello EthSI a las que cumplen criterios de transparencia y responsabilidad social. Arco Cooperativa dispone de este sello y trabaja para que todas las compañías con las que colabora adopten progresivamente estos criterios.

Castillo lo resume con una idea clara: "De la misma manera que la gente mira mucho donde deposita sus ahorros, también debería saber dónde va a parar el dinero de sus seguros. Con nosotros saben que su gestión será eética y solidaria".

stats