Si no sabemos a quién dar lo que no nos hace falta, vale la pena que dediquemos unos minutos a averiguar a quién necesita. Hay organizaciones que necesitan cosas de casa, como utensilios de cocina, de mesa o mantas y sábanas. Los pisos de jóvenes tutelados aprovechan muy bien estas cosas y estarán encantados de aceptar también radiadores, secadores de pelo, muebles, herramientas de bricolaje… Los casales de niños también pueden aprovechar material escolar en buen estado. Seguro que en nuestro barrio o pueblo existen iniciativas sociales que necesitan recursos que nosotros ya no necesitamos.
10 consejos para organizar tu casa después de las vacaciones
La organizadora profesional Clara Massons nos revela algunos trucos y recomendaciones para encarar la vuelta a la rutina en orden
BarcelonaCon un poco de dedicación, podemos volver de las vacaciones con la casa aseada y la rutina preparada. La clave es ser realistas: quedarnos sólo con lo que utilizamos y nos gusta, y soltar el resto. Después de unos días fuera y con la rutina totalmente cambiada volvemos a casa y la vemos con otros ojos. Hemos pasado el verano con pocas cosas, y nos damos cuenta de que no es necesario conservar tantos utensilios y objetos como pensábamos.
Enderezar después del verano no es sólo poner orden a los objetos, sino también a nuestra mente. Liberar lo que ya no sirve nos da espacio para nuevas experiencias, ideas y oportunidades.
Empecemos por la ropa
El primer paso es el de deshacernos de lo que no nos hemos puesto este verano, porque tampoco nos lo pondremos el próximo verano. Revisaremos bañadores, calzado, toallas de playa, bolsas, gafas de sol y otros complementos como las joyas. Ya que estamos, también habría que dar un repaso al resto de ropa del armario y descartar lo que no nos pondremos en otoño.
- Prepara la vuelta al trabajo haciendo varios conjuntos de ropa, con complementos incluidos. Lo que no encaja en estos conjuntos será difícil de combinar y no lo pondremos. Lo podemos descartar.
- En cuanto a la ropa de los más pequeños, guarda la que ya no les vaya bien limpia y plegada en una caja para los hermanos pequeños o, en caso de que queramos dársela a otro niño, hágalo rápido para que no ocupe espacio.
Los eternos libros pendientes
Tenías varios libros en la estantería que creías que leerías este verano, porque "¿tendrías más tiempo?". Descarta a quienes no hayas leído y no leerás en otoño si no te fuerzas. ¿Por qué debemos forzarnos? Siempre hay libros interesantes que nos llegan a manos y pasan al frente de la cola. Los que nos da pereza y los tenemos "como deberes" es mejor descartarlos. ¿También guardabas revistas para coger ideas de decoración o recetas? Ponte esta semana de plazo. Y si no las revisas, dalas. Es sólo acumulación.
- Puedes vender los libros en buen estado en la aplicación de libros de segunda mano Momox o Hamelyn. Yo gané 80 euros y espacio en la librería.
Adiós a la música del siglo pasado
¿Todavía guarda CDs, DVDs e incluso casetes? Muchos hogares catalanes conservan formatos del siglo pasado y sólo escuchan música y miran películas en plataformas online. Si ya no miras habitualmente DVDs ni escuchas nada en disco compacto, deshazte de toda esta energía estancada y haz sitio en tu casa.
Reorganiza el papeleo
Hacer la limpieza de papeles nos prepara para el trabajo, la gestión de la casa y nos da claridad mental. Conserva lo imprescindible en papel y rompe el resto. A partir de ahora, acostumbrate a escanear para reducir el papeleo y ser más ecológico. Una opción interesante es guardar los papeles en las tres categorías de Marie Kondo:
- Documentos actuales y en uso: papeleo que necesitas regularmente (facturas en curso, papeles del banco, documentos de trabajo o estudio activos).
- Documentos necesarios a conservar: papeles legales, contratos, seguros, certificados, documentación oficial que no se puede lanzar.
- Documentos sentimentales: cartas, notas, recuerdos en papel que tienen un valor personal.
El turno del lavabo
Muestras de cosméticos acumuladas, neceseres "por si un día", maquillaje caducado, un dedo de producto que nunca se acaba… Ha llegado la hora de hacer limpieza y que la energía circule.
- Clasifica los objetos y cosméticos en familias: pelo, uñas y manos, cara, dientes, maquillaje, cuerpo, perfume… Lo puedes organizar en cajitas o neceseres para que no esté todo a la vista sobre el mármol o cuando abramos los cajones. Ten a mano (pero no necesariamente a la vista) una pequeña selección de los productos de uso diario.
Más espacio en la cocina
¿Cómo queremos comer este otoño? Eliminamos todo lo que nos molesta para conseguirlo. Aceptamos que algunos utensilios fueron una mala compra y nos deshacemos de ellos.
Revisiones necesarias
Revisa aquellos armarios o estanterías en los que guardas las herramientas para hacer bricolaje y tira la pintura que ha caducado, las piezas de muebles que ya no conservas, como los tiradores de repuesto, o las bombillas de luces que ya no tienes. Aprovecha también para repasar y descartar la caja de medicamentos. Tira los caducados y da a alguien los suplementos que ya tomas.
- Tira las instrucciones en 16 idiomas que no necesitas. Si alguna vez fuera necesario, puedes encontrarlas en internet.
Despide el verano
Se puede realizar un cierre simbólico del verano limpiando las fotos de las vacaciones y seleccionando los recuerdos más bonitos y los momentos que te han hecho reír.
- Para decidir con qué fotos te quedas, escoge las más bonitas, que enmarcarías o pondrías en un álbum. Descarta a las demás. No necesitas.
Juguetes y material escolar
Es recomendable tener pocas cosas, pero variadas. Observa lo que no gusta a nuestros hijos y dalo. Siempre llegan juguetes y nuevos materiales a casa. Aferrarse a objetos que nunca tocan les dificulta el juego y les toma espacio. Damos aquellos juegos de mesa que pensábamos que jugaríamos en verano "para cuando llueve" y no lo hemos hecho.
- El material escolar y los juguetes que no les interesan pueden gustar a otros niños. Démoslo y que viva en otra casa, escuela, casal o guardería.
Volvemos a la ropa (de casa)
Si todavía nos quedan ganas de descartar, revisamos la ropa de casa. Sábanas, fundas de almohada, fundas, toallas, mantas… podemos reciclarlo y hacer trapos. Seguramente tenemos un exceso y podemos darlo a personas sin recursos.