Ciencia

¿El estrés puede sacar más canas? Esto es lo que dice la ciencia

Según los expertos, la genética es la principal causa del blanqueamiento del cabello en la mayoría de los casos

Sarah Klein / The New York Times
4 min
Un hombre con canas en una imagen de recurso.

Es natural suponer que el estrés contribuye a la aparición de más canas. Basta con mirar a los diversos presidentes o cargos políticos, que en muchos casos han dejado el cargo con mucho más canas que cuando entraron. Pero si investigamos, descubrimos que hay pocos estudios sobre el tema. Y aunque algunos han encontrado una relación entre la aparición prematura de cañas y el estrés, ninguna investigación ha podido demostrar una relación directa. "Aún hay muchas cosas que no sabemos", dice Paradi Mirmirani, una dermatóloga del norte de California.

La ciencia del estrés y las canas

En estudios anteriores los investigadores pedían a los participantes que llenaran cuestionarios sobre su color de pelo y sus niveles de estrés, y después los científicos veían si podían relacionarlos.

Enun estudio publicado en 2016, por ejemplo, los científicos realizaron una encuesta a más de 1100 adultos jóvenes y descubrieron que los 315 que informaron de canas prematuras del cabello tenían niveles de estrés más altos que los que no lo hicieron; también tenían antecedentes de consumo de alcohol y de enfermedades crónicas, y tenían padres a los que pronto les habían salido canas.

Pero otro estudio con ratones publicado en 2020 trajo la investigación un paso más allá. Los investigadores estresaron a los ratones de diversas maneras, entre ellas inyectándoles una sustancia química similar al pimentón que inducía una respuesta de "lucha o fuga". Esto les hizo liberar la hormona del estrés, la norepinefrina, que a su vez agotó las células madre de los folículos pilosos encargadas de pigmentar el pelo de los ratones. El pelo se les devolvió gris.

"Los investigadores demostraron efectos similares de niveles elevados de norepinefrina en células madre humanas, lo que apoya la idea de que la hormona del estrés está relacionada con el blanqueamiento del cabello en seres humanos", asegura Ya -Chieh Hsu, catedrática de células madre y biología regenerativa de la Universidad Harvard, y una de las autoras de esta investigación.

"Pero los estudios al respecto son difíciles de llevar a cabo en personas, porque los investigadores no pueden inducir éticamente respuestas de estrés elevadas de manera artificial a los seres humanos, como sí pueden hacerlo en animales o células lulas", añade Hsu.

Un pequeñoestudio en humanos publicado en 2021 seguía avanzando la narrativa: los investigadores arrancaron varios copos de pelo de 14 voluntarios que tenían algunas canas. Algunos de los blenes eran totalmente grises, otros parcialmente y otros no se habían vuelto nada blancos. A continuación, los científicos crearon imágenes digitales de alta resolución del cabello y calcularon cuándo se habían vuelto blancos utilizando estimaciones de velocidad de crecimiento del cabello.

También pidieron a los participantes que trazaran en una línea de tiempo las experiencias estresantes del año y las clasificaran de menos a más angustiantes. Los investigadores descubrieron que el momento en que una hebra se volvía gris correspondía con frecuencia al momento más estresante del año anterior de este voluntario. "Esta fue la primera vez que un estudio relacionaba eventos estresantes concretos con el momento exacto en que el pelo comienza a volverse blanco", dice Martin Picard, profesor asociado de medicina del comportamiento en la Universidad de Columbia y autor del estudio. Según Victoria Barbosa, profesora asociada de dermatología de la Universidad de Chicago, se trata de "nuestra primera prueba real de que el estrés que, efectivamente, puede influir en algunas personas".

"Si estas investigaciones preliminares siguen identificando los cambios relacionados con el estrés que provoca el blanqueamiento del cabello, algún día se podrían desarrollar tratamientos capaces de repigmentar el cabello –señala Mirmirani–. Pero todavía se necesitan más estudios en humanos y de mayor envergadura para confirmar esta relación", añade Barbosa.

Futuras investigaciones también podrían ayudar a explicar por qué motivos el estrés está relacionado con el blanqueamiento del cabello en algunas personas, pero no en otras, señala la dermatóloga Sindhuja Sominidi Damodaran. También es demasiado pronto para saber si aliviar el estrés podría desacelerar o invertir el blanqueamiento prematuro.

Otras causas de las canas

"Para la mayoría de las personas, la genética es la principal causa del blanqueamiento del cabello –dice Barbosa–. Si uno de tus padres desarrolló canas de muy joven, es probable que a ti también te pase". Según la experta, algunas enfermedades pueden hacer que el cabello pierda pigmentación prematuramente. Entre ellas se encuentra el vitíligo, que hace que las manchas de la piel pierdan color, y la alopecia areata, un trastorno por el que se pierden el pelo o el pelo de algunas o todas las áreas del cuerpo, generalmente del cuero cabelludo. "Una tiroides hiperactiva o hipoactiva y los tratamientos de quimioterapia también pueden contribuir al blanqueamiento prematuro", según Damodaran. La deficiencia de hierro, calcio y vitaminas B12 y D también están relacionadas con la aparición prematura de cañas, al igual que la obesidad y el tabaquismo.

Barbosa dice que le gusta aprovechar las canas para hablar con pacientes sobre la aceptación de este pelo gris como parte natural del envejecimiento. "Esto puede ser especialmente liberador para las mujeres –dice–, puesto que las canas siempre han sido socialmente más aceptadas en los hombres".

¿Qué les pasa exactamente en el pelo a medida que nos hacemos mayores?

"Para empezar, hay una pérdida de melanina, que es la razón por la que el pelo se vuelve gris o blanco", dice Marnie Nussbaum, dermatóloga. El momento exacto en que esto ocurre suele ser determinado para la genética, al igual que el hecho de que la línea de nacimiento del cabello retroceda o, como ocurre más en el caso de los hombres, se produzca la calvicie. Sin embargo, para prácticamente todo el mundo el ciclo de crecimiento se ralentiza, lo que da lugar a una fase telógena o de reposo del crecimiento del cabello más prolongada.

Al mismo tiempo, los cambios en el folículo hacen que cada mechón de pelo que salga del cuero cabelludo tenga un diámetro menor, un proceso que suele denominarse miniaturización . El resultado en conjunto "es un pelo más difundido y hasta en general", afirma Nussbaum.

Pero esto no es todo. Los cambios hormonales -que en las mujeres implican menos estrógenos y progesterona- también disminuye la producción de grasa, el emoliente natural que recubre el cabello y hace que se vea brillante, asegura Schwartz. Como el cabello no está protegido e hidratado, es más propenso a romperse debido a los peinados con secadores y los tintes.

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