¿Qué simboliza el color de las rosas?

BarcelonaSe acerca Sant Jordi, el gran día de los libros y de las rosas, está claro, que llenarán de rojo –sobre todo– las calles y plazas de todo el país. Pero en los últimos años también han proliferado otros colores, más allá del rojo tradicional, y por Sant Jordi encontramos rosas blancas, amarillas e incluso azules. “Mucha gente me pregunta por el significado de los colores de las rosas. No solo por Sant Jordi, sino durante todo el año, y por el color de las otras flores”, dice Núria Simon, propietaria de Aràlia Flors, una floristería de Vic. Los colores son importantes en todos los ámbitos porque transmiten sensaciones y tienen un valor simbólico pero, según Simon, en las flores tienen una especial relevancia, puesto que “se han utilizado desde la antigüedad para transmitir sentimientos, como amor, soledad, desaliento o alegría, y los colores los pueden intensificar”. Los orígenes de la simbología de las flores se remontan a hace muchos siglos, en Oriente, y en varias épocas regalar flores se ha utilizado para decir aquello que con palabras no se podía decir porque estaba mal visto. En el caso de las rosas, son símbolos antiguos de amor y belleza. De hecho, es una de las flores de los dioses en la mitología, nacida de una gota de sangre de Venus al pincharse el pie con una espina.

Pero volviendo al ámbito terrenal: las rosas también tienen una larga tradición popular en las celebraciones festivas en Catalunya. Seguramente por eso, según Simon, “es la flor más vendida durante todo el año. Tiene presencia en muchos momentos importantes de nuestra vida, como en el nacimiento o la muerte”, asegura. Sant Jordi es una fecha clave para esta flor desde hace siglos. Está documentado que ya en el siglo XV el patio de la Generalitat acogía un mercado de rosas –que continuó hasta el siglo XIX–, conocido como la Feria de los Enamorados, puesto que era costumbre que los hombres fueran con sus mujeres y les ofrecieran flores.

Retomando el tema de los colores, Jordi Pascual, profesor en la escuela de arte floral Smilax, de Vilassar de Mar, deja claro que la rosa tradicional es la roja. “Es uno de los símbolos de Catalunya, junto con la espiga de trigo y, además, simboliza la sangre del dragón de Sant Jorge”. Por eso el 90% de las rosas que se venden son rojas. Aun así, el experto explica que tanto el rojo como los otros colores tienen un significado en el ámbito de la psicología, que también se estudia en el arte floral. “Son importantes a la hora de crear contraste, armonía... Y para saber qué mensaje estás dando regalando una flor o un ramo –comenta–. A pesar de que a mis alumnos siempre les digo que los colores son subjetivos, puesto que dependen de cada cultura”. ¿Qué significado tienen aquí?

Blanca: pureza

Las rosas blancas son un símbolo de pureza e inocencia. Por eso muchas novias las llevan a sus ramos: significa que el matrimonio durará toda la vida. Si se la regalamos a nuestra pareja, le estamos diciendo, implícitamente, que esperamos un futuro sólido con ella. Es decir: que seremos felices y comeremos perdices. También se suele regalar de padres a hijos o entre amigos: a alguien con quien se mantiene una relación más bien intelectual o espiritual o con quien se quiere empezar de nuevo de una manera más sincera (si se cree en las segundas oportunidades).

Roja: pasión

Además de ser la más tradicional de Sant Jordi, la rosa roja se asocia al amor romántico y por eso es ideal para parejas enamoradas. Es símbolo de pasión, sexualidad y erotismo. Pero también se puede regalar a personas muy especiales en nuestra vida como muestra de respeto. Además de indicar euforia y vitalidad, el rojo también se asocia a la sangre, a la agresividad, al peligro y a la guerra. En la pintura se utiliza mucho en este sentido. De hecho, simboliza la sangre que brota del dragón cuando es herido por Sant Jorge.

Amarilla: amistad

Tiene significados muy contrapuestos. Por un lado es el color del sol y significa luz, alegría, optimismo y amistad. Por eso es ideal para regalar a un buen amigo o amiga con quien estamos seguros que no queremos ir más allá. También podemos regalársela a alguien a quien queremos transmitir buena energía, como por ejemplo un familiar o amigo que está en el hospital, para demostrar que le deseamos toda la salud del mundo. El amarillo, sin embargo, también puede simbolizar celos, mentira o traición. Así que los más supersticiosos se lo podrían tomar como una advertencia.

Naranja: creatividad

Normalmente se regala a los amigos porque es un color muy alegre y vistoso, que simboliza fiesta, placer y diversión. En definitiva: energía positiva. Pero en realidad el naranja se encuentra entre el amarillo y el rojo, y podría querer decir que se quiere ir más allá de la amistad... Por eso, también es ideal para regalar a los amigos que con el paso del tiempo se han convertido en vuestras actuales parejas. Otra opción es regalársela a una persona que está pasando un mal momento: el naranja ayuda a mejorar el estado de ánimo y estimula la creatividad.

Rosa: admiración

Regalar una flor rosa es la forma, mediante las flores, de agradecer un favor importante. También significa ausencia de maldad, es decir, que no hay dobles intenciones. Por eso, también es una manera de mostrarle a alguien que puede confiar en nosotros. Si se trata de un tono de rosa suave, simboliza admiración y simpatía. La podemos regalar a alguien a quien admiramos por su valentía o serenidad. Este color también puede significar melancolia e introversión, por eso una buena opción es regalarla a alguien a quien echamos de menos.

Otros colores

Además de las rosas naturales, también se pueden conseguir otros colores utilizando tintes, a pesar de que algunos floristas no son muy partidarios. En este sentido, uno de los colores que más triunfa es el azul, que es símbolo de confianza, armonía y afecto. Las flores azules aportan calma, es decir, que son ideales para regalar a aquellos que están pasando un momento de estrés o tienen que tomar una decisión importante. Finalmente, también hay rosas de colores (y significados) más oscuros: el negro, que simboliza silencio, separación y tristeza; y el gris, que simboliza indecisión y aburrimiento. Seguro que se les puede encontrar un lado más positivo, pero así de entrada estas últimas rosas no parecen mucho festivas.