Seguir el rastro de un compositor famoso y terminar en un hotel de lujo
BarcelonaMucha gente tiene el recuerdo de un familiar poner un viejo vinilo o un CD y hacer sonar Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi una mañana de fin de semana. Mucha gente ha aprendido a tocar un instrumento gracias a las composiciones del veneciano. Y no hace falta ser un experto en música clásica para reconocer su primavera.
Cuando era joven, en mi primer viaje a Venecia, topé con una iglesia en una plazoleta tranquila en el barrio de Castello. Era Navidad, había niebla y dentro del templo de San Giovanni in Bragora sonaba música. En la puerta había una placa donde se podía leer que allí había sido bautizado Antonio Vivaldi el 4 de marzo de 1678. La placa le definía como "il prete rubio", es decir, el cura rojo. Una referencia en el color de sus cabellos. Di por hecho que de la vida de Vivaldi ya lo sabíamos todo, al tratarse de tan famoso músico. Pues no. Hasta hace relativamente poco no se sabía ni cuándo había nacido. En 1963 se localizó su partida de nacimiento, documento ahora expuesto bajo un busto del músico dentro de la iglesia. Buena parte de su vida sigue siendo un misterio.
Venecia, ciudad en el centro del debate sobre la masificación turística, solía ser misteriosa. Quizá por las callejuelas y canales, quizá por ser una puerta de entrada a la cultura oriental, recuerdo de cuando sus barcos volvían de Egipto o Palestina. Quizá por las máscaras del Carnaval. Venecia esconde secretos, como la vida de Vivaldi. Y eso que la Venecia de Vivaldi puedes hacerla a pie en diez minutos, ya que el músico no se movía de un solo barrio, Castello. Luego se marchó al extranjero, en unos viajes de los que tampoco sabemos todos los detalles.
Vivaldi vivió inicialmente en la plaza de enfrente de la iglesia donde fue bautizado, y después cerca del Ponte del Paradiso, una zona que no queda muy lejos de la yema del huevo y de la basílica de San Marcos, donde el padre de Vivaldi tocó el violín. Y el hijo también, claro. Pero la iglesia vivaldiana es Santa Maria della Pietà, donde compuso y estrenó muchas obras, ya que durante más de veinte años trabajó en el Ospedale della Pietà. Era un edificio justo al lado para niñas abandonadas y huérfanas. Allí Vivaldi les enseñaba música y tenía tiempo libre para crear. La iglesia se puede visitar, pero el Ospedale no. Cerró a finales del XIX y acabó convertido en el Hotel Casa Kirsch, donde pasaron noche personas como Sigmund Freud y Thomas Mann. En los años 70 lo compró un británico que le convirtió en el Hotel Metropole, un hotel de lujo donde no puedes tomar un café pero que sigue ligado al arte, porque duermen buena parte de los artistas que asisten a la Bienal. También músicos modernos como Lou Reed y Mika han pernoctado entre las paredes del edificio donde hace siglos dormía Vivaldi, pasando frío mientras pensaba en cómo convertiría en música el cambio de las estaciones.
Recomendación para viajar a Venecia
Obra: Las cuatro estaciones
Autor: Antonio Vivaldi
Año: 1723