Ben Affleck, dispuesto a asumir pérdidas millonarias para quitarse de encima, por fin, Jennifer López
La pareja se divorció a los dos años de casarse y después de haberse comprado un nido de amor de 55 millones de dólares
BarcelonaBen Affleck y Jennifer Lopez vivieron un romance que secuestró a todas las cabeceras rosa del mundo a principios de los años 2000. Eran la pareja más joven y exitosa del momento y sus planes de casarse eran una guinda a la que ningún medio podía resistirse. Lo mismo ocurrió con su ruptura sentimental y con la cancelación de sus planes de boda. La complicadísima agenda de ambos y la presión de la prensa arruinó una posible boda hollywoodiense que se había convertido en el cuento de hadas de Occidente. Esa relación quiebra cogió forma de nuevo a los veinte años, cuando aquellos jóvenes ya no eran tan jóvenes, pero su fama era igual o mayor. En 2021, las dos estrellas volvieron a enamorarse y, en abril de 2022, anunciaron que se habían comprometido para acabar llevando a cabo lo que el caprichoso destino les había impedido tan cruelmente cuando eran jóvenes.
El relato era perfecto y, en julio de ese mismo año, protagonizaban una boda en Las Vegas de aires muy evocadores que parecía llamar a los cuatro vientos que estaban cerrando aquella etapa que les había quedado abierta veinte años antes. En agosto, celebraron otra ceremonia nupcial mucho más formal con sus familiares y amigos (mucho más creíble que la primera teniendo en cuenta su estatus de estrellas delstar system internacional). Sin embargo, todo aquel alarde amoroso se fundió como un azucarillo en un café en el verano del 2024, cuando el día de su segundo aniversario de boda JLo solicitó el divorcio del actor.
Aquel segundo intento, que fue todo un Dragon Khan amoroso y también un Dragon Khan mediático, aún no ha terminado del todo pese a que sus dos protagonistas llevan tiempo haciendo vidas separadas y que esta pantalla la tienen más que superada. El principal arrecife que impide que sean libres el uno del otro al 100% es la casa que se compraron. Bien, no es exactamente una casa, es más bien una mansión gigante en Beverly Hills. Casi tan gigante como el problema que tienen para quitársela de encima.
Lujo en la cuna del lujo
La casa está ubicada en lo alto de una de las conocidas colinas del exclusivo barrio angelino de Beverly Hills, en el que el metro cuadrado alcanza los 15.000 euros. Pero a pesar de los elevados precios de la zona, López y Affleck no estuvieron de nada y se quedaron una de las mayores casas disponibles. La vivienda, conocida como Crestview Manor, es una mansión en toda regla que ellos compraron por 55 millones de dólares y que tuvieron que reformar para dejarla al gusto –supuestamente– de ambos. La propiedad tiene 12 dormitorios, 24 aseos –puedes estar casi un mes yendo cada día a uno diferente...–, un ático para invitados de 500 metros cuadrados –imagínate encontrarte un invitado por casa–, una casa adjunta para el conserje, una casita para los vigilantes, un garaje para 12 coches, un aparcamiento a más otros lujos que dejan los hasta ahora descritos en meras anécdotas. Por ejemplo, una pista de baloncesto, otra de pickleball, un gimnasio, un ring de boxeo, un spa y un bar.
De hecho, la mansión es tan lujosa que incluso en la cuna de la opulencia no están consiguiendo encontrar a un comprador, ya que el precio que pagaron y el precio de las reformas que hicieron es tan elevado que hay pocos candidatos que quieran y puedan quedársela. Esto, según han expresado algunos expertos inmobiliarios, hace que los pocos que pueden pagarlo pidan sustanciosas rebajas que no son fáciles de aceptar por parte de los vendedores después de haber tenido que desembolsar tanto dinero. Pero lo que quizás no tienen en cuenta para lograr una venta que no implique pérdidas es la aspiradora económica que implica ser propietario de esta casa mientras esperan a un buen comprador. Y es que resulta que este hogar cuesta más de 250.000 euros mensuales de mantenimiento aunque no vivas. Pero no es el único gasto rémoro que lleva la mansión, ya que también se estima que la factura del seguro contra incendios de la casa podría alcanzar los 450.000 anuales cuando sea el momento de su renovación. Encima, cuando consigan venderla podrían tener que pagar 2,8 millones de dólares extra en impuestos a raíz del impuesto de mansiones que se aplica a estas propiedades en Beverly Hills.
Vías contrapuestas
Es por todo ello que la venta de esta casa que debería haber sido su nido de amor es en estos momentos un quebradero de cabeza terrible para la expareja, que encima han tomado vías de escape muy distintas al problema. Mientras JLo se resiste a vendérsela rápido e impide así cortar la hemorragia, Ben Affleck está preparado para asumir todas las pérdidas que pueda suponer la venta si eso implica quitársela de encima –la casa...– y así cerrar por fin ese capítulo de su vida. "Ben está dispuesto a asumir el golpe. Para él, perder un par de millones es un precio pequeño a pagar por cerrar este capítulo", ha explicado una fuente al Daily Mail, que también ha añadido que la diva del Bronx, en cambio, estaría en un punto muy distinto. "Ella siente que él le debe algo, y por eso insiste en no vender por debajo del valor", explica la fuente. Es decir, que ella opina que la ruptura no se produjo precisamente por su culpa sino de Affleck y, por ese motivo, cree que tiene derecho a pedirle al actor que no tenga tanta prisa y que se espere a encontrar a alguien que se enamore de la casa, tal y como les pasó a ellos dos con esa propiedad cuando se querían.
Sea cual sea el desenlace, ambos tienen ya nuevas mansiones más pequeñas en las que han rehecho sus vidas. Es decir, que su problema económico sólo nos impresiona a nosotros, ya que a ellos sólo les implica algo de lucha y revancha sentimental póstuma. Sinceramente, si tienes un patrimonio estimado de 450 millones de dólares como Jennifer Lopez, ¿por qué debes privarte de hacerle la coz a tu ex si esto te ayuda a superar la ruptura? Los millonarios realizan terapia a su manera. ¡Pero nuestro cerebro de pobres no lo entiende!