Britney Spears, final feliz

La jueza Brenda Penny exime a la artista de seguir tutelada por su padre, que había controlado de manera "abusiva" su vida en los últimos 13 años

Britney Spears  se promete
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BarcelonaBritney Spears por fin ha cantado victoria. Su padre ha perdido con efectos inmediatos al tutela legal sobre la artista esta madrugada cuando la jueza Brenda Penny lo ha apartado del cargo dando por buenos el testimonio y las pruebas de la cantante, que definió esta tutela en una audiencia en junio como "abusiva". La Corte Superior de Los Angeles ha programado una vista para el 12 de noviembre en la que se pondrá el punto final a la custodia, que por ahora quedará en manos de un tutor financiero transitorio mientras avanza hacia la libertad completa. "Free by forty!", gritaban ayer sus fans a las puertas de los juzgados de Los Angeles donde se estaba tomando la decisión, en referencia a que cuando cumpla los 40 años, en diciembre, ya será libre del todo.

"Es un buen día para la justicia", ha afirmado a Efe el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, a la salida del juzgado, después de una sesión de más de tres horas en la que la jueza Brenda Penny accedió, por primera vez, a todas y cada una de las peticiones de Britney. La magistrada calificó de "tóxico" el control del padre, Jamie Spears, sobre su hija. "Creo que la suspensión de Jamie Spears como tutor es lo mejor para los intereses de la tutelada", aseguró ante decenas de periodistas en el interior de la sala y casi medio millar de personas en la puerta de los juzgados.

Britney y su padre, Jamie

La decisión de la Corte Superior de Los Angeles deja la imagen del sistema judicial de California muy dañada, puesto que pone de manifiesto que la cantante estaba bajo tutela sin ninguna necesidad. Es decir, que han fallado los sistemas de control de este procedimiento legal, del que se ha permitido abusar al padre de la artista. De hecho, la decisión de la jueza Penny valida el argumento popular de que si Britney estaba bien para trabajar en su exigente sector quizás también lo estaba para gestionar su propia vida, una evidencia que a nadie de los que tendrían que controlar el procedimiento de tutela les llamó nunca la atención durante 13 años.

Esta situación ha sido así desde el mismo año que Britney salió de rehabilitación, en 2008, momento en el que volvió a trabajar en discos y espectáculos que ingresaron millones de dólares a pesar de que acababa de quedar legalmente sometida a la estricta tutela legal de su progenitor, una disposición que se reserva, según la ley de los EE.UU., para personas en un estado avanzado de deterioro físico o mental. Así, el desenlace de la tutela legal paterna da la razón a la artista, que en su explosiva declaración del 23 de junio pasado aseguró que la tutela era “abusiva” y que escondía un entramado para “pagar el sueldo de mucha gente” que se aprovechaba de su trabajo. En aquella ocasión, el icono pop de los primeros años 2000, con una carrera mundialmente conocida que empezó a los 11 años en Disney Channel y 70 millones de discos vendidos, llegó a decir que la habían medicado con litio contra su voluntad cuando en una ocasión se había negado a trabajar más. También reveló que llevaba colocado un DIU contra su voluntad que le impedía quedarse embarazada.

Triunfa la posición judicial de Britney

La jueza Brenda Penny ha comprado al completo los planes de Mathew Rosengart, el primer abogado que ha designado Britney personalmente, puesto que antes le habían hecho creer que no podía escogerlo ella. El letrado quería que la jueza reprobara la conducta del padre y que después se nombrara a un funcionario judicial de California para que haga una recopilación de todos los documentos relativos a la gestión de la tutela de los últimos 13 años. Una vez esto haya tenido lugar, Rosengart quiere que la cantante deje de estar tutelada y pueda acceder a sus cuentas o decidir sus proyectos profesionales, cosa que hasta ahora no había podido hacer a pesar de haber conseguido crear un imperio de 60 millones de dólares.

Durante el polémico litigio del icono del pop contra el abuso de su padre, han sido prácticamente nulas las voces que lo han defendido a él. Todos los documentos periodísticos que han visto la luz han aportado pruebas y testimonios del abuso del padre. El último es un reportaje del New York Times con declaraciones de tres personas que han trabajado para Britney durante su tutela. Un exempleado de seguridad afirma que el progenitor mandó colocar micrófonos en la casa de Britney y que sus mensajes de móvil y llamadas eran interceptados, incluso las comunicaciones con su propio abogado.

Ilegalidades del padre, investigadas

Se desconoce si la corte de California que supervisa la tutela conocía estas prácticas, que en caso de haberse hecho a escondidas de los tribunales pondrían contra las cuerdas a su padre. “La grabación o la monitorización no autorizada de las comunicaciones privadas de Britney, especialmente las comunicaciones entre abogado y cliente, que son una parte sacrosanta del sistema legal, representan una violación desmedida y vergonzosa”, indicó Rosengart al conocer este extremo. Esta madrugada Rosengart ha explicado que el padre de Britney ha abusado laboralmente y económicamente de ella desde pequeña y que es un "alcohólico" y un "adicto al juego" que, después de haber mantenido la custodia de su hija de manera inflexible, ayer defendió ante la jueza que quería renunciar a ella y cedérsela directamente a ella misma. Este brusco cambio de guion haría que no se depuraran responsabilidades, puesto que no se haría el traspaso gradual que quiere Rosengart a través de un funcionario que lo fiscalice.

Seguidores de Britney Spears asistiendo a una concentración ante el tribunal Stanley Mosk de Los Angeles, California. Imagen del 29 de septiembre del 2021

Jamie Spears se ha visto señalado por una enorme campaña internacional en las redes vehiculada con la etiqueta #FreeBritney que ha centrado la atención en la situación de la artista, que este diciembre cumplirá 40 años. A raíz de esta presión y de que sus compañeros de viaje en el control vital, profesional y financiero de su hija han ido apartándose de la polémica situación, el padre no tuvo más remedio que acceder a acabar con la tutela abogando por los “mejores intereses de su hija”. En defensa propia, el padre de la princesa del pop ha dicho que, si no hubiera sido por él, la artista habría podido caer en manos de malas influencias que habrían estropeado su patrimonio.

El caso, que seguirá trayendo cola por todos los detalles pendientes, empezó en 2008, después de una etapa de comportamiento errático de la cantante en la que tuvo que ingresar en rehabilitación y que le hizo perder la custodia de sus hijos. Esto último pasó después de que se negara a devolvérselos a su padre, Kevin Federline: cuando acudió la policía a solucionar los hechos detectaron que estaba bajo los efectos de alguna sustancia ilegal y la ingresaron en un centro psiquiátrico. Allí empezó la pesadilla que ahora ha llegado a su fin. Britney, que recientemente recuperó el control de sus redes, ha expresado que quiere casarse con Sam Asghari, de 27 años, su novio desde hace 5 años y la única persona –más allá de sus fans, que ayer se manifestaban en todo el mundo a favor de ella– que la ha apoyado sus años más complicados.

Britney y su novio se han comprometido
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