Isabel Preysler repasa las infidelidades de Julio Iglesias, los celos de Miguel Boyer y la ruptura abrupta con Vargas Llosa
La 'socialidad' publica su autobiografía, 'Mi verdadera historia'
BarcelonaDespués de décadas contando su vida a través de las páginas de la revista ¡Hola!, Isabel Preysler da un paso más y publica una autobiografía, Mi verdadera historia (Espada), en la que recuerda los momentos más destacados de su existencia y de sus matrimonios. Como cabía esperar, la socialidad ha concedido una entrevista en exclusiva a su cabecera de confianza en la que ya avanza algunas de las revelaciones del libro, dedicado a sus nietos. Es por ellos por quien ha escrito su autobiografía: quiere que conozcan su verdadera historia y no la que cuentan los medios.
Entre otras cosas, Preysler relata cómo su matrimonio con Julio Iglesias, su primer marido y padre de sus tres hijos mayores, estuvo lleno de infidelidades, algo ya muy conocido. "Para complacerle, me olvidé de mí y me convertí en su ideal de mujer. Mi aspiración era aportarle tranquilidad y que nuestra relación no interfiriera en su trabajo. De este modo, el mundo de Julio se iba ensanchando y el mío se iba reduciendo a las cuatro paredes de nuestra casa", explica. Preysler recuerda que llegó un momento en el que tuvo que confrontar a su marido y preguntarle por las infidelidades. Él las admitió y la pareja se separó, algo insólito en los años 70. Una de las derivadas de esa ruptura fue la decisión de que los hijos se fueran a vivir a Miami con el cantante por cuestiones de seguridad después de que ETA secuestrara a Julio Iglesias Puga, padre del artista, en que fue un difícil de la momento de la más de la momento de la vida de la momento de la más de la momento de la vida de la vida.
Una de las relaciones más conocidas de Preysler fue la que mantuvo con Miguel Boyer, su tercer marido, con el que comenzó una relación mientras ella estaba casada con Carlos Falcó. En el libro, se revela que el político socialista era un hombre celoso y que ella le pidió que buscara ayuda para solucionar ese problema. "Tenía la ridícula obsesión de pensar y creer que todo el mundo se enamoraba de mí. Con los años, los celos aumentó. No podía soportar que yo riera con alguien que no fuera él. En una ocasión le rogué que acudiera al psiquiatra para solucionarlo". Y continúa: "Muchas veces tenía que llamar a nuestros amigos, con los que habíamos salido a cenar o de fiesta, para pedirles perdón por las escenas que él montaba".
Por último, Preysler también recuerda a Mario Vargas Llosa, su última relación conocida y con quien estuvo casi ocho años. El libro incluye ocho cartas que el escritor le envió y una novena, escrita por Preysler, que es la de la ruptura. En la misiva de la ruptura, ella dice: "Por favor, envía a alguien a recoger todas tus cosas". Además, también argumenta que la relación se ha desgastado por la rutina del día a día y reprocha a Vargas Llosa una escena de celos. "A nuestra edad y en nuestro caso, las escenas de celos infundados están totalmente fuera de lugar e, incluso, dan vergüenza", añade. Preysler asegura que no pudo despedirse de él antes de su muerte y que la familia tampoco se lo habría permitido.