José Andrés da a los afectados por el volcán de La Palma el doble de lo que ganó con el premio Princesa de Asturias
El chef recibió este año el galardón de la Concordia por su ONG World Central Kitchen
BarcelonaEl cocinero asturiano José Andrés dará el doble del valor del premio Princesa de Asturias de la Concordia a los vecinos de La Palma que han sufrido las consecuencias de la erupción del volcán Cumbre Vieja. El chef de Mieres, establecido en los Estados Unidos desde hace tres décadas, ha anunciado que la cantidad ingresada por el premio la entregará multiplicada por dos. "La doblaremos mi mujer y yo y se la daremos a La Palma", ha anunciado el chef, que en total dará con su mujer 100.000 euros. Personal de la ONG de José Andrés, World Central Kitchen, llegó a La Palma pocos días después de la erupción para colaborar igual que hace con tantas catástrofes naturales que tienen lugar en todo el mundo. "Seguiremos ahí hasta que no nos necesiten", ha afirmado.
No es la primera vez que José Andrés colabora para solucionar los estragos provocados por un volcán, puesto que su organización ha estado presente en erupciones volcánicas en Hawái y Guatemala. En La Palma, la organización de José Andrés da comida a entre 1.500 y 2.500 personas cada día. José Andrés ha confesado en una rueda de prensa que quiere ser "el mejor cocinero del mundo" pero que, para dejar a sus tres hijas "el legado de un mundo mejor", tiene que ser "la voz de los que no tienen ni voz ni voto pero que tienen que tener un espacio en la mesa". "No se pueden hacer conferencias sobre el hambre sin invitar a alguien que pase hambre, no se pueden hacer conferencias sobre inmigración sin invitar a un emigrante, no se pueden hacer conferencias sobre la igualdad sin invitar a las mujeres que sufren la desigualdad", ha expresado el chef.
José Andrés ha aprovechado el anuncio para recordar que "los países ricos y organizaciones como las Naciones Unidas se plantean que el derroche se puede reconvertir en alimento real dando dignidad a la gente que lo merece". "Si queremos solucionar el problema del hambre en un planeta que pronto llegará a los 9.000 millones de habitantes, tenemos que ser eficientes en la distribución de los alimentos", asegura el fundador en 2010 de World Central Kitchen, que se dedica a llevar comida allá donde hay episodios de hambre colectivo, ya sea por guerras o por catástrofes naturales.