"Me llevaba a tener ciertas inseguridades": Elisabet Casanovas habla sobre la grasofobia que sufrió en 'Merlí'
La actriz ha concedido una entrevista en el programa 'La turra' donde ha hablado de su trayectoria profesional y de su experiencia en la serie de TV3
BarcelonaElisabet Casanovas lleva años encadenando proyectos, tanto en la pantalla grande como en su último proyecto en la serie Las abogadas, como en el teatro con El fantasma de Canterville e incluso como cantante con el nuevo grupo de música Grupis. Después de pasar por el nuevo late de David Broncano La Revuelta, este lunes la actriz visitó La turra, el programa de debate presentado por Alba Riera. Más allá de hablar de sus nuevos proyectos, Casanovas también ha incidido en uno de los episodios más conocidos de su trayectoria actoral, cuando interpretó el papel de Tània en Merlín.
Tras conversar sobre la recién estrenada serie en televisión española y el papel del cuerpo en el mundo de la interpretación, Riera llegó al quid de una cuestión que generó mucha polémica en redes cuando se emitió el capítulo de Merlín donde aparece Tania siendo objeto de burla por algunos de sus compañeros por el aspecto físico. "Tú interpretabas un personaje cuya trama principal, o una de ellas, era su cuerpo. Esto era hace bastante tiempo. ¿Eso a ti cómo te hacía sentir?", expone la presentadora sin mencionar el nombre del programa.
"Creo que en ese momento no era del todo consciente, precisamente, de lo que hablábamos ahora de la representación, de lo que tiene que ver tener un cuerpo y el mensaje que envías", confesaba la actriz que tenía 20 años cuando interpretaba la serie de TV3. "Como intérprete, recuerdo mucho echarlo hacia un lugar donde el personaje era inseguro, más allá de todo, y con eso sí que conectaba muchísimo", rememoraba Casanovas sobre la serie de una clase de filosofía en secundaria.
La intérprete aprovechó el espacio de La turra para reconocer que tuvo "ciertas inseguridades" interpretando el papel de Tania: "Me fui mucho aquí, a la parte más común y reconocible conmigo, de no estar bien con el cuerpo". Esa misma sensación, según explicaba, no es algo aislado. "Es una mierda, pero la mayoría de gente que tengo alrededor en algún momento ha tenido neuras e inseguridades con el cuerpo", relataba con fuerza Casanovas sobre una cuestión que demuestra que ha sido trabajada y reflexionada.
Nueve años después de emitirse el primer capítulo, la actriz, de 29 años, cree que el mensaje que se daba "era bastante peligroso, sobre todo teniendo en cuenta que la serie se dirigía al público adolescente". Y añade: "Representé a una persona no normativa, pero dentro de todo esto creo que entraba dentro de una normatividad". Con la distancia del tiempo, Casanovas cree que el tratamiento sobre las inseguridades de una adolescente "tendría que haberse hecho muy diferente", porque entonces no se era suficientemente consciente del mensaje que se lanzaba a la audiencia. La actriz también se atrevió a señalar la estructura con la que se había construido aquel relato: "Este personaje tiene un punto de vista externo que, curiosamente, era masculino. Con el punto de vista de un hombre, opinas sobre una mujer y envías el mensaje al mundo: 'Un cuerpo así no es normativo'. Para mí esto genera un impacto evidente".