Hoy hablamos de
Barcelona

Lolita Flores se declara a Joan Manuel Serrat en el almuerzo del Gremio de Restauradores

Este martes en La Paloma se ha celebrado el acto en honor a la copatrona de Barcelona por parte del Gremio de la Restauración de la ciudad

El acto en honor a Santa Eulalia con Serrat y Lolita Flores en la Paloma
4 min
Regala este articulo

BarcelonaLa capacidad de convocatoria de la fiesta en honor a Santa Eulalia que impulsa el Gremio de la Restauración de Barcelona la tienen pocos actos de la ciudad. Políticos, empresarios, intérpretes, cantantes y, en especial, cocineros que forjan la gastronomía catalana se encuentran en un acto que deja atrás las tensiones de la actualidad. Además, este año la séptima celebración de la copatrona de Barcelona tuvo el protagonismo especial de Joan Manuel Serrat como invitado de honor, que fue presentado en la sala de fiestas La Paloma por la cantante y compañera de profesión Lolita Flores.

Tras el discurso inaugural del alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, Lolita Flores ha subido al escenario admitiendo que no sabía por dónde empezar y por dónde acabar. "Estoy nerviosísima, de verdad", ha asegurado nada más empezar lo que ha sido un discurso de homenaje a Serrat como cantante, referente, hermano y poeta. "Conocí el señor Serrat cuando tenía 13 años al ir a verle al Palau de la Música", ha empezado explicando la cantante, que ha recordado la influencia de sus padres, Lola Flores y Antonio González, el Pescaílla, a la hora de conocer el Chico del Poble-sec. "Ese día no sólo descubrí su música y su presencia, sino también la manera de decir las cosas y el poeta de nuestro siglo, como mínimo para mí", ha expresado la que ahora es jurado en Tu cara me suena.

El acto en honor a Santa Eulalia con Serrat y Lolita Flores en La Paloma.

A través de las canciones de quien se convirtió en su referente, la cantante de Sarandonga ha explicado que pudo aprender catalán y ha reflexionado también sobre el oficio de artista. "Él me enseñó las drogas que podía tocar y las que nunca podía tocar. Con él aprendí a hacer versos octosílabos", ha ido enumerando Lolita, visiblemente emocionada a medida que avanzaba su parlamento sin papeles ni guía. "También fue el primero que me avisó de que debía cuidar a mi hermano, después de que muriera mi madre, porque ya me avisó de que no sabía si el hermano pequeño soportaría la pérdida, tal y como acabó siendo", desveló la cantante con lágrimas en los ojos mientras recibía el acompañamiento de los aplausos de un público.

La faceta de Lolita Flores en el mundo del teatro

Pese a la emoción, Lolita ha continuado en el escenario y también ha querido poner sobre la mesa el motivo por el que ya no quería volver a los escenarios: "Porque ya no me apetece cantar y porque la voz me está cambiando por el tabaquismo y porque la industria musical me cerró la puerta a la cara". Pero se le ha abierto la puerta a la industria cultural del teatro y el cine, un giro personal y profesional que ha tenido dos figuras claves: "Empecé a hacer teatro gracias a Joan Manuel Serrat y La plaza del Diamante de Mercè Rodoreda".

Después de un discurso emotivo, sincero y crudo, Serrat se ha levantado para ovacionarla. Detrás suyo se ha sumado todo el público de platea y las tribunas laterales. "No me impresione levantados, que cuando actúo a la gente también que se encontraban diferentes personajes de la política como José Montilla, Magda Oranich, Elisenda Alamany, Daniel Cirera, el empresario Lluís Sans, representantes del ámbito de la comunicación como Antoni Bassas, Samanta Villar, Xavier Grasset y Llucià Ferrer, así como actores como Queco Novell, Francesc Orella, Betsy Túrnez, Ag cocineros como Ada Parellada y Carme Ruscalleda. "Te dejo los pañuelos en el atril, por si acaso", ha dicho Lolita a Serrat mientras él llegaba al atril.

Joan Manuel Serrat no se deja homenajear a cualquiera y desde su retirada del mundo de la música se ha dejado ver poco. Pero este martes uno de los máximos representantes de la Nova Cançó ha subido a lo alto del escenario para hacer memoria, para homenajear e incluso para volver a cantar, sin embargo. "Pueden haber diferentes motivos por los que hoy estoy aquí arriba y soy homenajeado por el Gremio de la Restauración", expuso ante las autoridades, y también interpelando a Collboni, que le había precedido en la presentación del acto.

Joan Manuel Serrat en La Paloma.

"Quizá estoy hoy aquí porque una vez tuve la osadía de abrir un restaurante", ha empezado apuntando sobre su aventura empresarial, que repitió montando un segundo negocio: una bodega. "Fue un auténtico desastre. Pero los fracasos ayudan a entender cosas y entonces comprendí aún más todos aquellos negocios que logran salir adelante pese a los embates de la fortuna", apuntó. El cantante, que mantiene el don de la palabra a sus 81 años, fue siguiendo nuevos motivos para ser considerado digno del reconocimiento del Gremio de la Restauración. "Quizá porque soy un experto en huevos fritos", ha señalado, compartiendo con ternura algunos momentos de su infancia humilde y también recordando a grandes cocineros de la cocina catalana que siguen en activo y otros que han traspasado. Finalmente, Serrat ha llegado al quid de la cuestión: "Yo estoy aquí porque soy una parte importantísima de este sector. ¡Soy consumidor y lo hago muy bien!", exclamó haciendo estallar de risa a los más de doscientos asistentes del acto.

Con la despedida final de "hasta siempre", una vez más, el público se ha puesto de pie para ovacionar el icono barcelonés. Para terminar la jornada, Miguel Poveda, acompañado por el compositor Joan Albert Amargós, ha cerrado la fiesta interpretando las canciones Padre, Aquellas pequeñas cosas y Mi calle, que ha cantado junto a Serrat desde el patio de butacas.

stats