Marina Castaño pasa cuentas en una dura carta dirigida a Cela en los 20 años de su muerte

BarcelonaMarina Castaño, esposa de Camilo José Cela cuando el escritor murió, ha querido pasar cuentas sobre algunos asuntos pendientes, aprovechando el vigésimo aniversario del deceso del novelista. Bajo el pretexto de ponerle al día de los acontecimientos que han pasado en España en estas dos décadas, la periodista carga contra el hijo del premio Nobel, a pesar de que no lo menciona por el nombre. En concreto, explica que la crisis económica la obligó a entregar la fundación que lleva el nombre de Cela a la Xunta de Galicia y, a partir de allí, deja caer el siguiente dardo: "Tu legado, por desgracia, está desperdigado. Los cuadros de Picasso, de Miró, de Zabaleta, etc, lucen en despachos oficiales. Bueno, los que quedan, porque ahí metió mano tu pariente cercano. Fíjate qué amargura: lo que tú quisiste guardar allí para siempre se lo está llevando quien tú no querías que lo hiciera".

La exmarquesa de Iria Flavia dispara asimismo contra el lenguaje inclusivo, que califica de "memez que se han sacado de la manga las feministas" y de "pura demencia". Y el gobierno actual no se salva de su ira: "Tenemos ahora un gobierno que también prefiero que te lo hayas ahorrado porque te desesperaría. Hay unas ministras, Camilo José, que producen vergüenza al género femenino". Sobre José Luis Rodríguez Zapatero asegura que "llevó a nuestro país casi hasta el rescate". Y ataca también Francisco Umbral: "Umbral, dos meses después de tu marcha, sacó una basura que tituló 'Cela, un cadáver exquisito'. Deleznable. Se murió, por cierto".

La misiva también reflexiona sobre el paso del tiempo. "Es mentira, Camilo José, que 20 años no es nada, como dice el tango, es mentira. ¡No sabes qué cantidad de cosas pasaron desde que te fuiste al 'país de nunca jamás', como Peter Pan, como ese niño rubito que nació en la bucólica Iria Flavia, [...] el niño que nunca dejaste de ser y que tanto encanto te daba encarnado en el seductor que conocí con veintiséis años." Castaño le explica la entrada del euro, el coronavirus y los atentados en la estación de Atocha, en Madrid. Y acaba la misiva informándole que hace nueve años que sale con un cirujano vascular y explicando que, a pesar de todos los párrafos de agravios precedentes, lo que más pena le provoca es que el rey emérito lleve ya un año y medio fuera de España.