Marta Hermoso, la 'influencer' acusada de cómplice en el robo de un hotel de lujo de Madrid

BarcelonaQue en las redes todo es mucho más bonito que en la vida real, a estas alturas ya no teníamos ninguna duda. Lo que quizás no habíamos previsto es que lo que vemos en las redes pueda ser tan absolutamente diferente de lo que ocurre en serio, tal y como ha evidenciado el caso que afecta a la influencer Marta Hermoso. Su detención, que tuvo lugar en el 2024 y se ha conocido ahora, ha puesto de manifiesto el cisma existente entre la imagen que algunas personas proyectan en internet y la vida real de estas mismas personas. Un cisma profundo pero invisible que a día de hoy está por calificar de presunto, ya que está pendiente de juicio. Lo que ella explica cómo una simple cita de amistad ha acabado derivando en su desaparición de las redes sociales, donde exhibía su vida de lujo, y en un pleito judicial que afecta a al menos cuatro acusados.

Los problemas para esta mujer sevillana de 35 años con más de 100.000 seguidores en Instagram empezaron a finales de septiembre del año pasado, cuando fue supuestamente captada por las cámaras del Hotel Wellington de Madrid junto a un millonario mexicano llamado Enrique Abascal. El encuentro entre ella y este empresario dedicado al sector tecnológico habría sido interpretado por parte de los agentes de la policía que investigan el caso como la colaboración necesaria de la influencer con los asaltantes que, mientras la pareja cenaba, estaban supuestamente arrancando la caja fuerte de la habitación de él, donde tenía guardados tres relojes de alta gama, pulseras y dinero en efectivo. Un botín que, en total, estaría valorado en unos 400.000 euros.

Esta información, revelada en exclusiva por El Mundo, señala Hermoso como parte imprescindible de un plan por el que la detuvieron a ella ya otras tres personas. A estas alturas, después de haber declarado en sede judicial, los cuatro están en libertad esperando el juicio, imputados por un presunto robo con fuerza.

Alud de informaciones

Al hacerse público este caso, otros medios han realizado sus aportaciones al respecto. Destaca la de Vanitatis, que añade que las grabaciones de las cámaras de este hotel de cinco estrellas del barrio de Salamanca habrían servido para identificar la influencer y que uno de los otros detenidos le habría acusado como ideóloga de esta vez. También trascendieron los mensajes que Abascal y ella habrían intercambiado el día en que se produjo el asalto. Los mensajes, divulgados por el programa de Antena 3 Y ahora Sonsoles, reflejan una conversación que duró desde las 12 del mediodía hasta que se encontraron al anochecer, unos mensajes que fueron cogiendo cada vez un tono más cómplice. En la conversación, ella mencionaba el poder económico de él. Sus whatsapps terminan a las 19.41 horas del día 28 de septiembre, cuando ella le dijo que se verían en el hotel. "Nos vemos allí", le escribió. Pocas horas después, el empresario denunciaría el robo.

Otras informaciones publicadas aseguran que Hermoso se habría referido a Abascal en algún momento como "cliente" cuando hablaba con los demás detenidos y que, aparte de reunirse con él en lobby del hotel, también habría subido a su habitación antes de salir juntos a cenar. Además, también se ha sabido que ella, siempre muy bien conectada con personas de la jet set madrileña y de Marbella, llevaba un tren de vida muy elevado.

Fichaje mediático

Ante esta avalancha informativa, Hermoso no se ha estado de nada y ha ido a buscar a uno de los abogados más mediáticos de los últimos tiempos en España, Juango Ospina, conocido por defender los intereses de la familia del doctor Edwin Arrieta, fallecido en Tailandia a manos de Daniel Sancho. Ospina intervino este miércoles en EsRadio para defender a su clienta, de la que dice que no hay posibilidad alguna de que fuera la mujer que estaba en el hotel con el empresario.

"Puedo adelantar que Marta no fue el día de los hechos en las inmediaciones del Hotel Wellington. El día 28 se produjo un robo y nuestra clienta, Marta, ese día no estaba en el hotel", ha explicado Ospina concretamente. Es decir, según su tesis habría habido un fallo de reconocimiento en la investigación policial que se ha filtrado a los medios. El letrado, especialista en el ámbito penal, aprovechó su intervención mediática para hablar de una segunda parte de la instrucción que no se habría filtrado a los medios en los que se menciona la aparición de otras mujeres en la escena del crimen. "Hay varias mujeres que han participado en la escena del crimen. Una es conocida, y otra persona es una trabajadora del hotel que ha pasado totalmente desapercibida", explicaba Ospina en la radio de Federico Jiménez Losantos, a quien aclaró que su clienta nunca ha sido "ni escort, ni mujer de acompañamiento, ni nada de eso".".

Un caso sin imágenes

La resolución de este caso será larga, como siempre ocurre en España con los tempos exasperantes de la justicia. Sin embargo, por el camino es de prever que habrá mucho ruido, ya que se ha convertido en una golosina para medios de todo tipo. Lo cierto es que el hecho de que por ahora la sevillana haya desaparecido de internet, donde presuntamente se ganaba la vida muy bien, la deja en cierto mal sitio. Si realmente te confundieron con otra persona y el problema es tan sencillo como éste, puedes subir un reel en tu Instagram donde lo explicas y te sigues ganando la vida en esta red como hasta ahora. Practicar el silencio absoluto, en el cibermundo del siglo XXI, es dejar abandonados a los seguidores. Es lo que estos van a digerir peor. A menos que sepas que ya no podrás volver nunca más al negocio de la exposición pública, claro. Entonces, quizá ya te da igual... De hecho, quizás ésta ha sido la rápida conclusión de Hermoso, de la que también han trascendido estos días que tenía antecedentes –lo publica Woman– por haber robado supuestamente un Rolex valorado en 10.000 euros, por estafa y por falsedad documental.

Pero más allá de las vidas paralelas que presuntamente tenía la influencer, este caso que bien podría convertirse en una película de David Lynch también destaca por la ausencia de imágenes. No hay prácticamente fotos disponibles ni de él ni de ella, algo que en plena era de la imagen de entrada podría parecer desincentivador, pero que a la hora de la verdad ha generado una dosis extra de misterio que hace que el caso sea aún más magnético. Es comprensible que no haya fotos, puesto que ninguno de los implicados quería publicidad. Ni la acusada, algo lógico. Ni tampoco la supuesta víctima. ¿Por qué será? Tampoco el hotel, que siempre que viven casos así se estremecen de la mala prensa que les causa. Pese a todos estos obstáculos mediáticos, la historia se ha abierto paso. Veremos si finalmente se abre paso la verdad o sólo el...