Borbones, primos terceros y enamorados: Irene Urdangarin y Juan Urquijo pasean juntos por Madrid

BarcelonaLos titulares de los medios se equivocaron de Borbón al señalar a Victoria Federica, hija de la infanta Helena y de Jaime de Marichalar, como posible compañera de Juan Urquijo. Una semana después de que el joven se convirtiera en el cuñado del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se hizo público que Urquijo, de 25 años, mantiene una relación sentimental con Irene Urdangarín, hija de la infanta Cristina y Iñaki Urdangarin.

La revista Hola guardaba con cautela una serie de fotografías tomadas en distintos días y localizaciones, unas en Madrid y otras tomadas en Camboya, en las que se ven a Irene Urdangarin y Juan Urquijo disfrutando del tiempo en pareja. La noticia ha sido publicada una semana después de que Urquijo pasara a formar parte de la familia política de Luis Martínez Almeida, cuando su hermana, Teresa Urquijo, formalizó su relación con el alcalde mediante la boda. Las fotografías de ambos juntos también aparecen después de que Irene haya alcanzado la mayoría de edad, mientras que Urquijo tiene ya 25.

Los vínculos de sangre

Si bien la relación empezó en verano cuando la influencer Victoria de Marichalar organizó una fiesta a la que ambos estaban invitados, Irene y Juan ya se conocían de pequeños: ambos son primos terceros por la descendencia que comparten del rey Alfonso XII, en el caso de Juan Urquijo, por parte de su madre , Beatriz Moreno y deBorbó-Due Sicílies. También las respectivas madres de la pareja guardan una larga amistad, puesto que han compartido tiempo juntas en asuntos familiares. Ahora las sonrisas que se vieron en la entrada de la iglesia de San Francisco de Borja, de Juan Urquijo y su madre Beatriz al atender a la infanta Cristina y al rey Juan Carlos como invitados a la ceremonia de la boda entre Almeida y Teresa Urquijo, toman otra dimensión.

Los siete años de diferencia y los momentos vitales diferentes no han impedido que hayan encontrado muchos aspectos en común. Tras cursar el bachillerato en Ginebra, Irene Urdangarin no tenía claro cómo quería encarar su trayectoria laboral, por lo que se tomó unos meses sabáticos. Finalmente, se decidió: marcharse en enero de cooperante a Camboya con una unión de jesuitas del sacerdote español Enrique Figaredo. Dicho y hecho, este enero se marchó a Camboya, "donde está completamente volcada en ayudar a las personas más vulnerables a salir del horror ya encontrar un futuro, mientras ella decide qué va a hacer con el suyo", explica elHola.

Allí se ha encontrado con la "máxima pobreza y el sufrimiento con mayúsculas". Una situación similar es la que vivió Juan, que tampoco tenía claro qué carrera hacer y, al igual que Irene, se marchó de voluntariado; en su caso, en Filipinas. Aunque desde el verano hasta el mes de enero compartieron diferentes momentos juntos, paseando por las calles de ciudades, de excursión a dar comida a animales de la sabana en el recinto madrileño de la Aldea del Fresno o yendo juntos al coche , ahora mantienen una relación a distancia que esperan que pueda volver a ser presencial cuando Irene vuelva del voluntariado en junio.