El misterio en las redes no se detiene

Buckingham y Kensington pierden el control del relato informativo de la enfermedad de Kate Middleton

El especialista en los 'royals' Rob Jobson critica duramente la difusión de la imagen manipulada de la princesa y sus hijos

El príncipe Guillermo, este martes, en Sheffield, durante su visita a una de las organizaciones no benéficas con las que colabora.
20/03/2024
4 min

LondresLa "crisis de credibilidad" en la que ha caído el Palacio de Kensington desde la admisión de la manipulación de la imagen de Kate Middleton con sus hijos no tiene, de momento, freno. Y las imágenes del vídeo borroso que a última hora del lunes difundió The Sun, en la que se la veía junto al heredero de la Corona, Guillermo, saliendo de la Windsor Farm Shop el sábado anterior, "probablemente no van a detener las especulaciones", en palabras del corresponsal real Rob Jobson. Y es que la falta de imágenes oficiales de la princesa de Gales desde el día de Navidad del año pasado y una intervención quirúrgica de por medio son demasiado tiempo y demasiado leña al fuego en una época de noticias falsas y de todo tipo teorías de la conspiración fácilmente propagables.

El resultado es que el Palacio de Kensington –residencia oficial de la pareja– ha perdido el control sobre el relato comunicativo del estado de salud de la princesa de Gales. Y en Internet ha aumentado el volumen de las fantasías, hasta el punto de hablar ya de una doble de Kate Middleton en el vídeo.

Lo ha hecho incluso una presentadora de deportes de la BBC, Sonja McLaughlan, especializada en rugby, que ha afirmado públicamente en la red social X: "Perturbador que diarios como The Times informen de esto como si fuera un hecho. Titular: "Kate vista en público por primera vez", cuando claramente no es ella. Como alguien ha dicho, podrían ser un par de dobles dando un paseo". Y añadía: "Obviamente no es Kate. Algunos periódicos lo anuncian como algo. Pero ella no es. Ninguna teoría de la conspiración, pero todo es muy extraño". Seis horas después, borraba los tuits.

De nada tampoco ha servido la publicación de los metadatos del vídeo, que mostraban que se hizo exactamente cuándo y dónde se había informado de que se había hecho: a 1,5 kilómetros del castillo de Windsor, en la Windsor Farm Shop, el pasado sábado por la tarde.

Captura de pantalla del tuit borrado de Sonja McLaughlan.

"Vivimos otros temple", decía el periodista Rob Jobson, que ha informado sobre los royals desde principios de los años noventa del siglo pasado para elEvening Standard, y para diferentes medios australianos y estadounidenses, y que es autor de varios libros sobre los Windsor, el más reciente de los cuales saldrá en verano, dedicado a Kate Middleton. "La única forma de volver a ganarse la confianza es no difundir más imágenes falsas", aseguró, tras evaluar el perjuicio causado a la institución. "Y cambiar la estructura comunicativa de la casa real", añadió.

A su juicio, éste es uno de los orígenes de todo el lío: "Antes sólo había un jefe de comunicación que despachaba directamente con la reina. Ahora hay uno en el palacio de Buckingham y otro en el palacio de Kensington, pero todo debería estar bajo un mismo paraguas. Si no, la gente empieza a decir que la fiabilidad de la comunicación del palacio es tanta como la de Corea del Norte o Irán". En resumen, remachó, "demasiada gente despachando con demasiadas cabezas, y lo que esto provoca es que, en algún momento, se pierda la información". "Es lo que ha ocurrido en este caso", ha asegurado.

Las mismas costumbres que con Diana

Una de las grandes paradojas de las últimas horas en torno a Kate Middleton es que la corona británica ha vuelto a los viejos usos de los años noventa, cuando los tabloides hacían agosto difundiendo todo tipo de noticias sobre los royals, especialmente sobre Diana de Gales. Así, el intento de superar la citada crisis de credibilidad se ha confiado, con o sin intención, a un pasavolante, en este caso al autor del vídeo, un tal Nelson Silva, según la prensa británica.

"Que seguro que ha cobrado por entregarlo a The Sun", afirmó Jobson, en un encuentro, este martes, con casi un centenar de periodistas extranjeros acreditados en Londres, entre ellos este corresponsal. "Y lo que ha hecho es alentar a la población a hacer de paparazzi a cambio de 40.000 euros, aunque en esta ocasión The Sun ha hecho un gran favor en la monarquía", favor de que las redes no se han creído.

Más allá de empeñarse en guardar silencio y aferrarse sólo a los dos comunicados oficiales –el primero de enero, en el que se informaba de la operación sin especificar nada en concreto, y el segundo del 8 de febrero, en el que se aseguraba que la recuperación de Kate Middleton iba bien–, lo paradójico de la situación es que The Sun ha vuelto a las viejas costumbres de los noventa: la compra de materiales de los royals para hacer negocio.

"Error enorme"

El corresponsal real insistió en que fue un "error enorme" difundir una imagen retocada el 11 de marzo, con motivo del día de la madre en Reino Unido. Algo incomprensible a su juicio porque la pareja tiene un fotógrafo profesional, "que cuesta mucho dinero a los contribuyentes", Andrew Parsons, que ha trabajado para Guillermo y Kate en los últimos ocho meses y que había trabajado en el pasado para Boris Johnson cuando fue primer ministro y para otros tres premiers. "¿Por qué Kate y Guillermo no le pidieron a Andrew que hiciera un par de fotos y luego las enviara? El secretario de comunicación del Palacio de Kensington no debería haber permitido esto", ha dicho Jobson.

Tres días antes de que Guillermo, Kate y los hijos cojan vacaciones hasta el 17 de abril, el príncipe se dejó ver este martes en Sheffield, en un acto relacionado con una organización de ayuda para resolver el sinhogarismo. No habló del vídeo, pero sí se refirió a Kate cuando se le preguntó sobre cuestiones relacionadas con la educación: "Aquí nos aventuramos en el territorio de mi mujer. Debería estar sentada aquí para oír esto", va decir.

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