Juan Carlos y Felipe VI se encuentran en Windsor: el tendido de mano más incómodo

BarcelonaLa cara paga, pero la liturgia de los actos oficiales manda. En los últimos meses la familia real española ha protagonizado una serie de equilibrismos de tensiones y egos, pero esta vez no ha habido alternativa: Felipe VI ha tenido que asistir a la conmemoración del último rey de Grecia, Constantino, junto a su padre, Juan Carlos. Para más inri, el acto, celebrado este mediodía en Windsor, ha estado lleno de excepciones y ausencias, especialmente la del rey de Inglaterra, Carlos III, que en estos momentos todavía se está recuperando del tratamiento para el cáncer que padece y que le mantiene fuera de la agenda oficial.

El baile de tensiones y miradas de la familia real española ha tenido un escenario poco habitual, la capilla de Saint George de Windsor, que ha acogido la conmemoración de la muerte de Constantí, que tuvo lugar hace poco más de uno año, del que han formado parte las familias reales europeas más destacadas. Inevitablemente y con un protagonismo relevante, la familia real española ha salvado las grietas internas y ha desplegado una imagen de unidad pese a las caras (muy) largas. El momento álgido lo han protagonizado el rey y el emérito, cuando Juan Carlos ha salido de la misa de la mano de su hijo, una imagen que no se veía desde hacía años.

La alineación ha sido completa: los cuatro reyes, las infantas y Juan Urdangarin, hijo de Cristina. El motivo lo requería. Constantino, que fue el último rey de Grecia, aunque sólo ejerció durante tres años, era uno de los enlaces monárquicos que vinculaba a la familia real española con la británica. Constantino era el hermano menor de Sofía y el padrino de Guillermo, el futuro rey de Inglaterra. Precisamente ha sido el vínculo con la casa de los Windsor el que ha hecho que la Corona inglesa se ofreciera a ceder el templo para la celebración del acto.

La ceremonia ha sido organizada por Pablo de Grecia, jefe de la casa real griega y príncipe, si bien ya no ejerce como pretendiente de la Corona griega. Uno de los requisitos concretados por el hijo de Constantí era el código de vestimenta: ropa negra o azul marino. Si bien la gran mayoría de los asistentes han cumplido con la premisa, Elena ha decidido echar por el derecho. La primogénita se ha presentado con un pantalón de cuadros rojos y azules con fondo beige, precisamente los mismos que llevó hace una semana a los premios de la Peña Taurina Las Meninas.

El encuentro entre Felipe y Juan Carlos

Padre e hijo se ven de entierro a entierro. Una de las últimas veces que se vieron fue en septiembre del 2022, también en Londres, con motivo del entierro de Isabel II. El pasado enero también tuvieron que coincidir por el entierro del hoy conmemorado rey Constantino. Ahora bien, la última vez que encajaron las manos fue en Madrid, cuando el emérito visitó el país que un día reinó con motivo de el cumpleaños de su hija Elena. La comida familiar tuvo lugar pocos días después de la filtración de los mensajes de Jaime del Burgo y la presunta infidelidad de Letizia, lo que forzó la presencia de los reyes.

Pero si bien la asistencia de la familia de forma completa ha sido noticia, también lo han sido las ausencias de la Corona británica. El rey de Inglaterra no ha podido asistir al acto por la baja por cáncer que le ha apartado de la agenda oficial en el último mes. Por este motivo ha sido la reina consorte, Camila, quien ha presidido el acto. Tampoco ha estado por baja médica la esposa de Guillermo, Kate Middleton, que desde finales de enero se recupera de una intervención abdominal. Quien sí ha asistido ha sido el príncipe Andrés, junto a su hija Beatriz, y Sarah Ferguson, aún duquesa de York, así como la familia real de Grecia.