Casa Real

Se hacen públicos los polémicos retratos de Annie Leibovitz en Felipe VI y Leticia

Ambas fotografías en los monarcas han sido un encargo del Banco de España y han tenido un coste de 137.000 euros

Las fotografías de Annie Leibovitz en Felipe VI y Letizia.
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BarcelonaTras nueve meses de espera y un secretismo absoluto, se ha destapado la lona aterciopelada que cubría los cuadros de las fotografías de Felipe VI y Letizia tomadas por Annie Leibovitz. Como si de retratos reales de aceite sobre tela se tratara, la creación de la fotógrafa se ha difundido esta mañana del martes, después de que el lunes varios fotógrafos escogidos pudieron capturar la obra, que se exhibe en la muestra La tiranía de Cronos, organizada por el Banco de España.

Las dos fotografías de gran tamaño fueron un encargo del propio Banco de España, por el que la entidad pagó 137.000 euros. Aunque normalmente los monarcas tienen el control absoluto de los retratos oficiales, esta vez la dirección artística y de vestuario recayeron únicamente sobre la autora de las imágenes. "El artista tuvo absoluta libertad, desde la elección del escenario hasta la indumentaria", explicó la historiadora del arte y responsable de conservaduría y patrimonio del Banco de España Yolanda Romero, durante la presentación de ambas fotografías gigantescas. La explicación, a modo de escudo para las críticas, ha levantado todo tipo de especulaciones sobre el mensaje que ha querido transmitir a la profesional sobre los reyes de España.

Felipe VI en la fotografía de Annie Leibovitz.

En cuanto al hijo del emérito, después de probarse diferentes trajes de frac y chaquetas, acabó luciendo el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, junto a los elementos más clásicos, como la mesa dorada , la lámpara de araña, el reloj y un espejo en el que no se ve reflejada la figura del monarca. Bien distinta ha sido la apuesta artística y de vestuario que la fotógrafa ha escogido para la reina Letizia. En su espacio no aparece ningún elemento del legado real, más allá del fondo de la sala Gasparini, donde se han captado las imágenes. Ni elementos de decoración del inmueble, ni siquiera los elementos distintivos de la reina, tales como la corona o la banda real.

Leticia en la fotografía de Annie Leibovitz.

Por otro lado, está a su lado, y no el de Felipe, que entra la luz del ventanal que ilumina a la pareja retratada. Pero la luz que les llega a ambos no es del mismo tono, mientras que la fotografía de la madre de Leonor y Sofía es cálida, la de su padre es fría y tenue. Los dos únicos complementos de joyería real que lleva Letizia son el collar de chatones y diamantes de la Casa Ansorena de 1906 y los pendientes a juego, un regalo de Alfonso XIII a la reina Victoria Eugenia. Pero la diferencia más destacada entre el rey y la reina ha sido la vestimenta. Mientras el rey lleva el uniforme militar, la reina ha sido vestida con un conjunto de gala cedido por la Fundación Antoni de Montpalau de Sabadell. Las dos prendas que luce, el vestido negro y el chal burdeos, diseñadas por Balenciaga, huyen de la presencia real para adoptar un toque elegante y festivo.

El resultado de la sesión de cinco horas en el Salón Gasparini del Palacio Real, donde habitualmente tienen lugar las recepciones, se podrán ver en la exposición La tiranía de Cronos a partir de este miércoles 27 de noviembre y hasta el 29 de marzo de 2025. Junto a ambas fotografías, también estará el retrato del exgobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cos, una imagen que ha tenido un coste de 88.000 euros.

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