Muere a los 31 años Bobi, el perro más viejo del mundo
El anterior récord lo tenía un perro australiano que vivió 29 años y cinco días
Bobi, el perro más viejo del mundo, ha muerto con 31 años en Portugal. Era un mastí portugués, una raza dedicada a cuidar al ganado y que suele vivir entre 12 y 14 años. En febrero recibió el récord Guinness por su longevidad, superando al anterior, que había marcado en 1939 un perro australiano que vivió 29 años y cinco días. El propietario del Bobi, Leonel Costa, atribuye la longevidad del perro a varios factores, como que viviera tranquilo en el campo y que siempre se alimentara de "comida humana".
El Bobi tuvo una vida relajada y de largos paseos sin correa hasta en el último día. Últimamente sí se había vuelto menos aventurero y necesitaba descansar más. "A pesar de haber sobrevivido a todos los perros de la historia, sus 11.478 días en la Tierra nunca serán suficientes para aquellos que le amaban", decía Karen Becker, una veterinaria que atendió al perro varias veces y que ha sido la primera a anunciar su muerte en las redes sociales.
Más allá de haber batido el récord del perro más viejo, Bobi también tenía una historia digna de película. Cuando nació, en 1992, la familia Costa tenía muchos animales y muy poco dinero, por lo que el padre normalmente enterraba a los cachorros recién nacidos en lugar de quedárselos. Pero el destino tenía otros planes para Bobi, que se escondió dentro en un montón de leña hasta que al cabo de unos días Leonel y sus hermanos lo encontraron. Entre todos decidieron cuidarle en secreto hasta que fuera mayor. "Sabíamos que cuando abriera los ojos los padres no podrían enterrarle", decía Costa en una entrevista en Reuters a principios de año.