Albera recuerda con un memorial la entrada de la filoxera que devastó el viñedo
En octubre de 1879, en Rabós se certificó la presencia en el Principado del pulgón que arrasó miles de hectáreas de viñedo en toda Europa
RabosoEl 20 de octubre de 1879 el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Girona publicó un comunicado en el que certificaba la entrada de la filoxera en el Principado desde el estado francés. El comunicado decía: "Practicado el reconocimiento facultativo que previene el artículo 7 de la Ley de 30 de Julio de 1879, esta comisión ha acordado declarar que se halla envadida por la filoxera una viña ubicada en el Cuello de Fornells del distrito municipal de Rabós y hacer pública dicha declaraciónEl pasado junio, un viticultor del pueblo, Jordi Esteve, instaló en su bodega una escultura memorial, la primera del Alt Empordà, que recuerda este hecho histórico y que el próximo domingo se inaugurará durante la Feria de Vinos Libres de las Alberes, conocida como Contraban.
El pulgón que arrasó miles de hectáreas de viñedo por toda Europa se detectó en el viñedo Nuevo de Can Benido, en el collado de Fornells de Rabós. El aviso lo dio un vecino del mismo pueblo que había asistido unos días antes a una conferencia en Figueres del farmacéutico de Colliure, Pau Oliver, en la que explicaba los síntomas que tenían los viñedos afectados por la filoxera. En 1878 ya se detectó el insecto en la comarca norcatalana del Conflent, concretamente en Prada, y Oliver fue el encargado de dirigir la campaña de erradicación al otro lado de la Albera. En el marco de unas medidas de prevención que nunca se acabaron llevando a cabo en su totalidad, Oliver dio diversas conferencias y exhibiciones prácticas –siempre en catalán– en algunas poblaciones ampurdanesas.
"Los entendidos en ese momento convocaron al vicepresidente de los comités agrícolas del Rosellón y, junto al ingeniero de Girona, Joaquim d'Espona, fueron a certificarlo sobre el terreno, y entonces dijeron que quizá llevaba dos años la filoxera ya había entrado", explica Pere Gifre, historiador.
Agua y cerveza en vez de vino
De hecho, en el Diario Catalán del 5 de octubre de 1879, once días antes de que se certificase la presencia del pulgón en la viña Nueva de Can Benido, en un artículo que firma Lo Corresponsal en un catalán prefabriano escribe: "Se dice que ya hace dos años que debe existir el mal puig es el tiempo que la experiencia ha demostrado es necesario para que el insecto mate". Y añade: "Y se supone que la introducción ha tenido lugar de la siguiente manera: En dicho pueblo hay quien ha tenido hasta hace poco el oficio de contrabandista, y el tal sujeto tenía la costumbre de esconder los fardos de contrabando en la viña enferma. Como antes atravesaba viñas del Rosellón en las que existía el mal y en ellas reposaba, de ahí que se crea que de esta manera nos ha venido tan molesto huésped".
El corresponsal del Diario Catalán también decía que tal vez destruyendo el foco se desvanecería la amenaza de la expansión de la plaga, pero no lo veía muy claro: "Yo soy más pesimista; yo temo que existan más viñas atacadas y 'm fundo en que cada año van multitud de trabajadores del Ampurdán á fe la brema a Francia, que,. Y acaba pronosticando: "Preparamos para beber cerveza ó agua".
Efectivamente, la filoxera arrasó el viñedo. "Cuando llegó había 20.888 hectáreas sólo en el Alt Empordà. Son datos de Nicolás García de los Salmones, un ingeniero que realizó un estudio justo después de la filoxera. Que ahora haya poco más de dos mil mujer una medida de la magnitud del problema entonces", explica Gifre. El viñedo era uno de los principales recursos del mundo rural y su bajón contribuyó a un éxodo rural hacia las ciudades. "El impacto de la filoxera fue importante, y prueba de ello es que hay un máximo de habitantes en estos pueblos de la Albera en aquellos años que probablemente nunca se ha recuperado. La caída fue fortísima", añade Gifre. Con todo, apunta que no fue la única causa: "Al mismo tiempo que la filoxera, hay una crisis en el olivo y en el cereal. Se habla de la crisis agrícola pecuaria y todo hace un haz. Y eso lo explica todo. Es decir, no es sólo la filoxera, que es muy importante, sobre todo en el cabo de Creus y en las Alberes", sino que de la Aloja. Gifre también explica que en 1891 se habían replantado aún no 5.000 hectáreas, un 23% de las que se arrancaron.
La filoxera en la península Ibérica
Un año antes que en el Alt Empordà, la filoxera ya se había detectado en Málaga. "Entró en territorio catalán por Rabós, pero no en territorio español, porque entró por el sur por importación directa de un viñedo que ya lo tenía, concretamente en Málaga, el mismo año o el año anterior en Rabós; las fechas bailan un poco, según la documentación, ya que hay que dicen que fue en 1878 y 9 pero, 8 detectó en Andalucía", dice Romina Ribera, historiadora, arqueóloga y sumiller, que en los últimos diez años se ha especializado en la comunicación y divulgación de la historia del vino a través de catas, conferencias y otras actividades en las que explica los orígenes del vino.
Ribera recuerda un artículo de Eduard Puig Vayreda, toda una autoridad en la materia, en la que explica que el Instituto Agrícola Catalán de San Isidro (IACSI) envió a Joan Miret, como comisionado por el tema filoxérico, a viajar a Europa, y que al volver redactó sus conclusiones. "Miret, y con él otros dirigentes agrícolas, concluyen que el temido insecto, que no puede volar más allá de los 20 kilómetros, no podrá franquear los Pirineos más orientales –evitando así su entrada en Catalunya– si carece de vegetación (viñas) donde alimentarse, ya que no se alimenta de otro vegetal2 Esto se elimina de otro vegetal. kilómetros de anchura por 30 de largo al sur de los Pirineos. Esta barrera, zona de incomunicación o cordón sanitario, como se quiera decir, representaba una superficie de setenta mil hectáreas, de las cuales una cuarta parte era viñedo. Ribera también explica que “el 14 de mayo de 1880, en plena campaña de extinción y coincidiendo con el día en que debían iniciarse las tareas de arranque, 800 vecinos de Llers, Ayuntamiento y clero incluidos, se reunieron en el barrio de Els Hostalets y se reunieron desarmados, a toque de mata, el rey». Los manifestantes fueron clamorosamente aclamados", según explican las fuentes. Es decir, que "quedaba claro que la revuelta no iba contra el rey sino contra quienes querían arrancar los viñedos", remarca Ribera.
Pero la filoxera ya estaba presente en la Península Ibérica antes de finales de la década de los años 80 del siglo XIX. Hay estudios que señalan que la filoxera ya había entrado en Portugal diez años antes, en 1868. Fue el primer foco detectado en la Península. El diario La Lucha publicó el 19 de julio de 1878: "Pretendíamos evitar la plaga del común enemigo poniéndole obstáculos en las fronteras francesa y portuguesa y, cuando más ocupados estábamos en escoger los medios anti-philloxérycos, he aquí que el terrible y temido animal se nos presenta por la retaguardia cuando menos lo pensabamos, y se apodera de los viñedos de Málaga la principal riqueza del país andaluz".
Memorial de la filoxera
En el transcurso de la Feria de Contrabando, que se celebra el próximo domingo en Rabós, se inaugurará el memorial que Esteve, viticultor, enólogo y aficionado a la historia local, pidió al artista Mònica Campdepadrós, también residente en Rabós. "Decidí instalar este memorial porque no hay ningún recordatorio de la filoxera en todo el Empordà, como mínimo, y al ser Rabós el primer punto donde se detectó la llegada de esta plaga a este lado de la frontera, ya hacía tiempo que lo tenía en la cabeza, y me puse", explica el propietario de la bodega Rim de Rabó que recibió el encargo con ilusión: "Pensé en una puerta como elemento simbólico esencial. Una puerta abierta, claramente angulosa, que connotara una entrada abyecta y nefasta, que no fuera un arco de triunfo –dice el artista–, y el resultado es una obra que quiere conectar el pasado con el presente".
Después de cinco años de paro, la Feria de Contraban vuelve a Rabós como anfitrión. Las cuatro bodegas del pueblo acogerán otras cinco cada una, de un lado y otro de la Albera. En total serán una veintena de bodegas. El requisito es que sean viñadores: viticultores de cultivo ecológico y elaboradores de vinos naturales o con mínima intervención.
¿Pero la filoxera puede volver a ser un peligro? "En Canarias no había filoxera y ahora se están detectando los primeros casos, cuando nunca hubo. Eso es interesante estudiar de cerca porque hay que ver cómo evoluciona para tener una información de cómo fue aquí, cómo atacó y cuánto tardó. A pesar de saber que las condiciones vitícolas de Canarias son muy particulares". Hoy en día con la filoxera se convive y no hay riesgo de expansión, desde que la raíz de la vid es americana, injertada con las variedades locales, y esta vid es inmune. Curiosamente, de Norteamérica vino el problema pero también la solución.