Cultura

El pequeño bar de teatro que ha revitalizado la cultura popular de Salt

El Bar del Teatro de Salt organiza una programación estable de actividades culturales, con monólogos de humoristas de la talla de Manel Vidal y Oye Sherman como principal reclamo

El Bar del Teatro de Salt, donde se organizan monólogos y conciertos.
10/09/2025
4 min

SaltoHay bares que son mucho más que un simple establecimiento donde se sirven copas y comida. Es el caso del Bar del Teatro de Salt, que, en los últimos años, se ha convertido en un auténtico polo de atracción social donde, de forma paralela a la programación regular del teatro, se organizan todo tipo de actos culturales y populares. En el patio trasero durante los meses del verano, o en la pequeña sala interior de mesas y sillas decorada al estilo de cabaret, cada semana se programan noches de monólogos, conciertos, disc-jockeys, presentaciones de libros o exposiciones, a menudo con el aforo agotado. Todo ello ha revitalizado un espacio saltenco con mucha historia y ha consolidado a un público local que echaba de menos una apuesta como esta. Ya no es sólo el bar donde la gente toma algo en los días de función, sino que, con el tiempo, se ha establecido como un local con vida propia, que complementa y enriquece el chup-chup cultural del Teatre de Salt. Durante todo este mes de septiembre, antes de la vorágine de Temporada Alta, el bar incluso ha ideado un festival propio, el Random, con una veintena de actividades.

Capitanea todo este bullicio Pere Calderón, que asumió la gestión del establecimiento hace tres años y medio. Sirve, cocina, realiza los pedidos, lleva las cuentas y se encarga de todo el cartel de actuaciones. Después de unos primeros meses complicados, marcados por las restricciones de la pandemia, Calderón finalmente logró hacerse suyo el proyecto y la cosa empezó a funcionar. Tiene carta blanca de Bitò, la empresa de artes escénicas que administra el teatro –y también el bar– por concesión municipal, con un pacto de no contraprogramarse mutuamente y no hacer ruido mientras existe función. "El primer año sólo venía el público de las obras de teatro, y la cosa no iba más allá, así que lo decoré, insonoricé y empezó un poco de programación estable para poder crear un público propio", explica Calderón. Primero empezó implicándose en jornadas populares como arrozadas, calçotadas o cuáles. Entonces ya llegaron los primeros conciertos, monólogos o presentaciones de libro: "Hemos abierto este espacio en el pueblo, ya que antes, de algún modo, la palabra de bar del teatro mandaba, y había gente del barrio que no venía porque no iba al teatro, pero ahora ha vuelto a acceder", relata.

Pere Calderón, encargado del Bar del Teatro de Salt.

Monólogos de primera, pinchos y comida de otros restaurantes

La cita mensual de monólogos es una de las actividades con mayor reclamo. Por el pequeño escenario del bar saltense han pasado nombres de primera línea de la escena barcelonesa: "Los cómics de Barcelona tienen un grupo de WhatsApp y hablan de lo ocurrido en Salt", revela Calderón. Artistas como Oye Sherman, Irene Minovas, Ester Bertran, Xavi Dora o Albert Roig. También el humorista saltenco a Manel Vidal, que ha quedado sorprendido del poder de convocatoria: "Los nombres que llevamos son brutales, pero no vienen para Manel, sino que Manel también se ha apuntado después de flipar y ver lo que hemos hecho", añade el ideólogo.

Ahora, en el marco del Festival Ràndom, además de una nueva noche de monólogos, el bar ha preparado una exposición de pinturas del actor saltenco Jordi Vilches, una conversación entre Íngrid Guardiola y el poeta Gabriel Ventura o el concierto de Borrissol, guitarrista de Dan Peralbo. También actividades populares como un concurso de arroces o un torneo del juego de mesa Código Secreto.

Gastronómicamente, la propuesta de este local es también curiosa: Calderón hace servicio de barra y normalmente sirve pinchos, al estilo vasco, elaborados por él mismo en una cocina muy pequeña. Pero también, fiel al espíritu cooperativo del local, a veces ofrece comida hecha en restaurantes vecinos, como las pizzas de Can Pep o los menús para grupos de El Petit Racó, en una colaboración del todo excepcional dentro del mundo de la hostelería.

El patio trasero del Bar del Teatro de Salt, donde se organizan conciertos y actividades en verano.

El legado de Can Panxut

Pese a no ser su nombre oficial, clientes y espectadores habituales se refieren al bar como Can Panxut. Éste era el nombre del ateneo saltenco situado en este mismo espacio, donde en los años 70 y 80 se organizaban todo tipo de actividades. Antes había sido el Patronato Parroquial, ya también con mucho cultivo, y durante la época del ateneo se hacían mítines, verbenas, actuaciones, proyecciones de cine, charlas o conferencias. De ahí salieron muchas entidades, como los Diablos de Pere Botero o el Talleret de Salt, una compañía teatral que se hizo un nombre en el panorama catalán. Gracias al impulso de este grupo de jóvenes actores y dramaturgos, en 1997 el espacio se reinauguró como el Teatro de Salt actual.

Del Talleret salió una parte fundacional de Bitò, que, desde ese momento, gestiona el teatro, siempre fiel a este legado: "Sin el Talleret este teatro seguramente no se habría hecho, porque, en aquella época, la Generalitat requería que para tener un teatro nuevo tenías que ser capital de comarca o tener un número de habitantes, tener un número de habitantes de Bitò y uno de los miembros fundadores del Talleret. Y, sobre el empuje que ha conseguido el bar recientemente, añade: "Desde el año 97, realmente es la primera vez que hemos encontrado a alguien que le ha sabido sacar más rendimiento. Pedro no tiene ninguna obligación de hacer todo el resto de actividades que hace, pero nos ayuda y alimenta mutuamente la programación del teatro, y nos permite acceder a un público nuevo".

Calderón llegó al Bar del Teatre después de una larga trayectoria vinculada tanto a la hostelería como al mundo cultural. Había trabajado en proyectos de escenografía, vídeo, diseño, haciendo videoclips con Lax'n'Busto, Feliu Ventura u Obrint Pas. También había sido profesor en la Universidad de Girona y recientemente preparó la escenografía del exitoso espectáculo Las madres, de Fel Faixedas y Carles Xuriguera. Esta faceta no la ha abandonado del todo, pero ahora vive focalizado al 100% en el proyecto que tiene entre manos: "Trabajo en el bar al que me gustaría ir y en el barrio al que me gustaría vivir", concluye.

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