Transición ecológica

"Renovables sí, pero no así": Oposición gerundense en los grandes parques de energías renovables en entornos naturales

40 ayuntamientos y diferentes plataformas ciudadanas reclaman ante la Generalitat una transición verde consensuada con el mundo local

Vecinos y alcaldes contrarios a los macroparques de energías renovables, frente a la sede de Generalitat.
11/12/2025
7 min

GeronaGirona está en la cola de inversiones en energía verde. A diferencia de las demás demarcaciones de Catalunya, las comarcas gerundenses no tienen ningún parque eólico en funcionamiento y sólo una decena de instalaciones fotovoltaicas operativas. Eso sí, ahora mismo, tanto la Generalitat como el ministerio de Transición Ecológica están tramitando más de 200 proyectos de renovables que verán la luz en los próximos años. Sin embargo, muchos de estos futuros parques eólicos y fotovoltaicos han generado controversia, y tienen vecinos y ayuntamientos de pueblos pequeños en contra. Los ciudadanos se han unido en diferentes plataformas reivindicativas y, la semana pasada, más de 40 consistorios gerundenses cerraron filas para hacer sentir su malestar ante la delegación de la Generalitat. Todos reiteran que, pese a ser favorables a la transformación verde, los proyectos planificados en su entorno están "sobredimensionados", dañarán "el entorno natural" y lamentan que se han proyectado "sin tener en cuenta la opinión del mundo local".

El proyecto que más cola arrastra es el de la eólica marina flotante en el Golf de Roses, que prevé 70 aerogeneradores sobre el mar a 12 km de la costa. Muy cerca, en tierra firme, también ha sido polémico el parque eólico Galatea, en La Jonquera, que quiere instalar molinos al pie de la Albera. Al igual que el parque solar de Torrent, con una extensión equivalente a 17 campos de fútbol en un municipio de poco más de 100 habitantes, o Julia, que prevé instalar más de 75.000 placas solares repartidas por pequeños pueblos del Gironès y el Pla de l'Estany. El último que ha encendido los ánimos ha sido el del Empordanet, con una previsión de colocar a cuatro aerogeneradores de 200 metros al pie del macizo del Montgrí.

En todos estos casos se trata de empresas de fuera de Cataluña, con sede en Madrid o en países europeos, que buscan parcelas extensas y en buenas condiciones para implementar molinos o placas solares. Según marca la normativa del 2019, deben presentar su proyecto a la Generalitat (o al ministerio, si la potencia de la planta supera los 50 MW), que es quien se encarga de darle el visto bueno y de sacar el proyecto a información pública. Es en este trámite cuando los ayuntamientos y vecinos, que hasta ahora no tenían ni voz ni voto, tienen 30 días para presentar alegaciones.

Cuatro molinos de 200 metros al pie del Montgrí

Este septiembre, la empresa alemana RWE Renewables, a través de la filial catalana Eólica Alta Anoia, presentó en el municipio de la Tallada d'Empordà un proyecto de energía eólica con 4 aerogeneradores de 5 MW cada uno, situados en una zona de campos de manzanos, maíz y otros cultivos entre la Tallada y Bellc. Los molinos harían 200 metros de altura, en una llanura donde sólo sobresale el macizo del Montgrí, de 311 metros, y también sería necesaria una línea soterrada de evacuación que afectaría a la Tallada y Bellcaire. El plazo para presentar alegaciones termina esta semana y todos los ayuntamientos afectados han presentado en contra, al igual que la plataforma ciudadana Defendemos el Empordanet, constituida para la ocasión.

Protesta contra el parque eólico de la Tallada de Empordà.

En la Tallada d'Empordà, además, el consistorio quiso hacer una consulta popular no referendaria el pasado 6 de diciembre para conocer la opinión de los vecinos y vecinas y el resultado fue abrumador: participaron 324 personas (más del 66% del censo) y el resultado fue de 310 votos en contra (95,7%). "El eje vertebrador de este frente común no es decir que no queremos las renovables, ya que somos conscientes de la emergencia climática, sino que no queremos que se hagan sin tener en cuenta los ayuntamientos y la voz de las personas que viven en ella y que recibirán el impacto directo de la instalación. Queremos ser escuchados y poder hacer esta defensa", municipio, Maria Dolors Guardia. Y añade: "Como ayuntamiento, las alegaciones y los trámites de audiencia a estos proyectos nos cuestan 34.000 euros, que para un municipio como el nuestro es un gran esfuerzo económico".

A su vez, la plataforma Defendemos el Empordanet se muestra muy crítica con las formas de la empresa y la Generalitat: "¿Por qué alguien viene a nuestra casa sin preguntarnos y decide que deben ponerse molinos en este sitio porque lo quiere y lo suficiente, sin tener ni idea de dónde está el Empordà? Es una plana fèr ? portavoz, Josep Lluís Gómez. Y, aún más contundente, termina: "La administración aprueba todos los proyectos de entrada y después, si es necesario, ya lo arreglarán, en vez de hacerlo al revés. Como ciudadanos no ganaremos nada. Este proyecto nos aportará una pérdida de salud, ruido, un malestar. Es un pelotazo mercantil".

De color lila, los 4 puntos donde se levantarían los aerogenerados en la Tallada de Empordà y, en rojo, las líneas de evacuación enterradas.

75.000 placas solares en el cauce del Ter

Cerca de la Tallada, está en trámite el proyecto fotovoltaico más importante de las comarcas gerundenses. Es Julia, que prevé 100 hectáreas de placas solares —unas 75.000 unidades— distribuidas entre Cornellà de Terri, Vilademuls, Sant Jordi Desvalls y Cervià de Ter. Tiene una potencia de 52 MW (por tanto, depende del ministerio) y necesita una línea aérea de alta tensión de 15 km de evacuación y una subestación en Juià, que también afectaría a los municipios de Viladasens, San Juan de Mollet, Bordils y Sant Martí Vell. Lo impulsa Atenea Capital Investments, una sociedad de inversión no especializada en energía verde y el proceso de alegaciones acabó en verano, de nuevo con consistorios y entidades presentando alegaciones.

Toda una superficie de la futura planta está prácticamente enganchada a Raset, un pequeño municipio adscrito a Cervià de Ter, donde viven 200 personas. El alcalde, Guillem Surroca, así lo denuncia: "La principal herramienta de las empresas para decidir dónde se hacen los proyectos es ver qué campos son más grandes y dónde hay un solo propietario para hacerlo rápido. Nunca miran el impacto. Buscan rentabilidad y cortoterminismo, dinero fácil". Y sigue: "Es un parque de un volumen muy grande. Nosotros optamos por modelos de parques más pequeños, que estén más cercanos a zonas antropizadas como la autopista AP-7".

Protesta del grupo Movilizamos la Llera delante de la sede de la Generalitat en Girona, a principios de noviembre.

El proyecto Julia ha motivado la creación de la plataforma Movilizamos la Llera, que une vecinos de todas las poblaciones afectadas: "Vemos que, en estos momentos, hay mucha necesidad de implantar renovables por motivos que no tienen que ver con el territorio, sino con intereses políticos. Queremos una transición energética justa, consensuada y con alternativas. Pero es mucho más fácil". oponerse. Este es un modelo de especulación. Renovables sí, pero no así", defiende una de las portavoces, Consol Riera, vecina de Sant Jordi Desvalls.

Los Naturalistas de Girona, por su parte, también presentaron alegaciones al proyecto, especialmente por el impacto ambiental de la línea aérea que afecta a espacios protegidos y no cuenta con estudios de alternativas correctoras como el soterramiento.

De color lila, las diferentes plantas fotovoltaicas del proyecto Julia y las líneas de evacuación aérea. rojo, las enterradas.

10 hectáreas de parque fotovoltaico en un pueblo de 170 habitantes

Por último, la compañía madrileña Solar GAEU 1009 ha presentado a la Generalitat un proyecto para una planta de 5 MW que ocuparía 10 hectáreas en Torrent, un pequeño municipio del Baix Empordà, entre Pals y Palafrugell, de 170 habitantes. Es casi la misma superficie del casco urbano, y estaría en una zona de terrenos agrícolas. El Ayuntamiento presentó alegaciones en noviembre, al considerar que un micropueblo sin servicios, escuela ni polígono industrial no es el lugar adecuado, y también reitera la falta de transparencia en la normativa que permite a la Generalitat o al ministerio tramitar licencias sin informar previamente a los municipios.

"El parque afectaría a las Closes d'en Serra, un paraje de gran importancia medioambiental, hábitat de muchos pájaros cuando migran, ya que es una pequeña laguna que se llena de agua cuando llueve", manifiesta el alcalde, Josep Maria Ros. Y concluye: "Si en este terreno no se puede hacer un polígono o ni siquiera una chabolita para preservar la zona de protección especial, no tiene sentido que vengan a hacer una macroplanta para generar una energía que no será para nosotros: será para toda España o incluso para vender fuera. Falta sensibilidad y empatía con el territorio". La parcela afectada corresponde a un propietario rural y, si los trámites administrativos siguen adelante, este propietario o cualquier afectado en el resto de casos, aunque no esté de acuerdo, debe acatar la expropiación con cargo a la administración bajo el amparo del interés público.

La planta de placas solares de Torrent, en el Baix Empordà, de color lila y, en rojo, la línea de evacuación soterrada.

El plan de la Generalitat para convencer a los municipios

Para dar respuesta a toda esta contestación del mundo local, el Govern ha impulsado el Plan Territorial Sectorial para la Implantación de las Energías Renovables en Cataluña (PLATER). Se trata de una herramienta para ordenar la implantación de las energías renovables y de sus equipamientos asociados, teniendo en cuenta los usos del suelo con los factores ambientales, agrícolas, culturales, sociales y técnicos. A cada región le corresponde un porcentaje de MW verdes, con el objetivo de cumplir los objetivos de 62.000 MW de energía renovable en Cataluña para 2050, y estas semanas, Anna Camp, directora del Instituto Catalán de Energía, lo está presentando comarca por comarca. "Esta será la gran herramienta para ordenar y facilitar la instalación de energía eólica y fotovoltaica. Daremos prioridad a los espacios antropizados, y también escucharemos activamente todo el territorio", defendía en el Parlament la consellera de Territori, Silvia Paneque. Sin embargo, los ayuntamientos piden que hasta que no se les presente y estén de acuerdo con la ordenación, todos los proyectos en tramitación queden paralizados.

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