África

“Durante las tres primeras noches, los disparos eran constantes”

El grupo de turistas catalanes atrapado en Etiopía denuncia la actitud del embajador: "Nos hemos sentido muy abandonados"

Èlia Borràs
4 min
El patio donde los turistas catalanes han esperado a que les vinieran a evacuar.

BOBO-DIOULASSO (BURKINA FASO)El grupo de turistas catalanes atrapados bajo un fuego cruzado en Etiopía llegará este lunes por la mañana al aeropuerto de El Prat. El viaje que en un inicio debía terminar el 12 de agosto se ha alargado dos días, pero con un recorrido muy distinto al que planteaba la agencia Kananga de Barcelona. “¿Nosotros qué teníamos que saber? Nos dieron los visados turísticos y contratamos a una agencia de viajes”, explica por teléfono al ARA Núria, una de las catalanas atrapadas en la región de Amhara, en el noroeste de Etiopía.

Empezaron el viaje a la capital del país, Addis Abeba, y fueron hasta Lalibela, desde donde tomaron un avión para volar hasta Gondar, en la región de Amhara. Fue desde la ciudad de Gondar que continuaron hasta Bahir Dar con un minibús y, a medio camino, en una parada de descanso, tuvieron que subir corriendo al vehículo y protegerse de los disparos que se oían en la carretera. Núria recuerda que los propios milicianos vinieron a buscarlos para llevarlos hasta la casa donde han permanecido atrapados durante diez días. Aunque en un inicio no deshicieron las maletas por si en algún momento podían salir, sus huéspedes los repartieron en habitaciones. "Durante las tres primeras noches los disparos eran constantes", recuerda.

“Para comida nos daban lo que tenían ellos, como arroz, patatas y zanahorias, y por las mañanas un revuelto de huevos”, recuerda Núria, que no identifica si eran personas de las milicias Fano o civiles etíopes que les han “cuidado, alimentado y protegido”, pero sí afirma que “iban armados”. Durante todos los días, la guía de Kananga mantenía contacto con gente de Lalibela y de Gondar para saber cómo estaba la situación y si podrían salir de la casa. Tanto Kananga como el cónsul de España en Etiopía sabían cuál era la ubicación exacta del grupo.

El 4 de agosto, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, declaró el estado de emergencia en la región de Amhara. “El cónsul honorario etíope en Barcelona nos dijo que a partir de ese momento todo sería mucho más fácil, ya que el ejército tenía permiso para entrar en la zona”, dice Núria, que añade que a la vez tenían más miedo que las milicias Fano pudieran sublevarse otra vez contra el ejército. Sin embargo, desde el consulado en Barcelona, con quien estuvieron en contacto en todo momento, les aseguraron que "el ejército tenía su ubicación exacta" y que "no se preocuparan".

Núria durante el viaje, antes de que les enganchara el fuego cruzado.

El jueves 10 de agosto el gobierno etíope anunció que se habían liberado seis ciudades, entre ellas Bahir Dar y Gondar. Unos días antes, Núria relata cómo por la ventana vieron un convoy de vehículos blindados por la carretera. "Como España no hacía nada salimos a pedir a los militares si podían escoltarnos hasta Bahir Dar, a lo que respondieron al día siguiente".

“Por un lado, las milicias nos defendieron y resguardaron, y por otro, es el ejército etíope quien nos rescató; es muy surrealista”, dice Núria. “El viernes un grupo de militares etíopes nos vinieron a buscar, subimos al minibús y nos llevaron hasta una nave. Un helicóptero del ejército etíope aterrizó en medio de la carretera y nos llevó hasta la ciudad de Bahir Dar, donde pasamos la noche, hasta que el sábado volamos hasta la capital”, relata así la evacuación.

Según explica Núria, en el aeropuerto de Addis Abeba les esperaba el embajador de España en Etiopía. "Nos hemos sentido muy abandonados, no nos ha llamado para saber cómo estábamos", se queja. “Él no hizo nada por sacarnos, sólo vino a buscar la foto”. También se queja de que la embajada no les avisó de que iban a una zona conflictiva. Sin embargo, desde el 2 de agosto la embajada recomienda no viajar a la región de Amhara, pero no descarta otras zonas del país.

Una fuente cercana al ministerio explica que fue el ministerio de Exteriores Etíope quien estuvo en contacto con la embajada española. "La prioridad del ejército etíope era asegurar las carreteras y después evacuarlos con éxito". "Además, se necesita un procedimiento legal, como declarar el estado de emergencia, para poder fijar un toque de queda y permitir la intervención militar".

Etiopía es un estado federal y cada región tiene sus propias fuerzas de seguridad armadas que, en ocasiones, cuentan con el apoyo de milicias como las Fano, que no tienen un estamento claro con quien poder negociar, un factor que ha dificultado el evacuación de los turistas. Desde que terminó la guerra de Tigre, hace nueve meses, el primer ministro etíope intenta centralizar el ejército en un mando único, ya que el ejército de tierra está muy dividido. Una propuesta que las milicias de la región Amhara no ve con buenos ojos, puesto que perderían poder y capacidad militar.

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