Bolivia

La izquierda pierde Bolivia después de veinte años

El candidato de centro Rodrigo Paz se impone en la primera vuelta de las elecciones y luchará contra el conservador 'Tuto' Quiroga en la segunda vuelta

Rodrigo Paz y Jorge Quiroga, fotografiados durante la noche electoral
18/08/2025
3 min

La PazAdiós a dos décadas de mandato del Movimiento al Socialismo (MAS). Esto es lo que escogió este domingo el pueblo boliviano en las elecciones presidenciales cuando se impuso imponer –en primera vuelta– al candidato centrista Rodrigo Paz. Con un resultado inesperado, el senador ha obtenido más votos que los principales candidatos de derecha, aunque no lo suficiente para asegurar una victoria absoluta. Así, Paz se llevó cerca del 33% de los votos, mientras que el expresidente derechista 'Tuto' Quiroga también pasa a segunda vuelta con el 26%.

Atrás quedan candidatos como Samuel Doria, a quien las encuestas le catapultaron en la primera posición, pero acabó en la tercera con el 20% de los sufragios. La carta más potente que tenía la izquierda, Andrónico Rodríguez, no pudo superar el 8% de los votos. Por tanto, a pesar de representar una escisión del MAS, acaba con las aspiraciones que algún miembro de este histórico partido entre en la Casa Gran del Pueblo.

La avenida Arce de La Paz hervía, ya que Paz ni siquiera ha organizado un punto de encuentro con militantes ni la prensa. Así, cualquier persona que estaba en la calle esperando su discurso lo definía como un perfil renovador, lejos de estereotipos de la izquierda de los últimos años y también distanciado de la clásica derecha. Porque Paz, pese a ser consciente de la realidad que vive Bolivia en el ámbito económico, ha buscado suavizar la presión de la derecha para implementar severas medidas de austeridad. Unas medidas que se le han reclamado al actual presidente, Luis Arce, frente al inmovilismo.

Factor económico

En la ciudad de El Alto, que se funde con La Paz, la misma población que creyó en Evo Morales señalaba hasta ahora a Luis Arce. Y la ciudad que representaba un bastión del MAS, se convirtió ayer en seguidora de Paz: el candidato de centro ha obtenido más de un 40% de los votos en esta zona. La razón principal, explica su población, es la difícil situación económica que atraviesa el país. Beti es un ejemplo. Cuenta su situación personal, mientras se lleva una caja entera de tomates. "Tengo que comprar para cinco familias, cuanto más compres, mejor", afirma. Pan, tomates, harina, leche, ropa, champú: "Todo ha subido a Bolivia". La inflación interanual en julio se situó en el 25%, una situación que obliga a muchas familias a sacrificar productos básicos de la cesta familiar.

En Ciudad Satélite, en un barrio de El Alto, una larga cola de coches y camiones espera. Al fondo, una gasolinera. En esta hay combustible, pero de repente "se acabó el diesel", dice un trabajador del área de servicio. John, que hablaba con el ARA en el momento del anuncio, se ríe para no llorar. Trabaja como camionero independiente y su familia depende de los transportes que realice. Pero sin gasolina, no hay transporte posible y su trabajo diario consiste en buscar combustible para el camión. "A veces dormimos dos o tres noches haciendo cola para llenar el depósito", comenta.

Desde el año pasado, Bolivia sufre escasez aguda de un bien que actúa como denominador común. Y frente a la falta de dólares para importar combustible, el problema persiste. John suma ya tres días sin encontrar la manera de llenar el depósito: "Hace tres días que no puedo trabajar", resume. "No hay político que pueda arreglarlo", asegura a los pies de un eslogan que intenta captar su voto: "Gasolina y diesel a 5 bolivianos sin colas". Al terminar la conversación, marcha para buscar otra estación de servicio.

Dos posibles presidentes

En su discurso ante los seguidores ya lo dijo: "Ni siquiera las encuestas nos hicieron caso". Porque ningún sondeo previó que Paz llegaría a la segunda vuelta en primera posición y con el apoyo, anunciado ayer mismo, del propio Samuel Doria. Su victoria pone de relieve el cansancio que los habitantes bolivianos expresan hacia un establishment que ha durado décadas. El candidato ha buscado distanciarse de las promesas de Quiroga y Doria Medina de vender las abundantes reservas de litio de Bolivia a empresas extranjeras y acudir al Fondo Monetario Internacional para obtener miles de millones de dólares en préstamos. Además, ha lanzado ataques contra el partido MAS y sus políticas económicas dirigidas por el Estado: "Volveré la economía al pueblo y la sacaré del Estado", decía ante los gritos de los simpatizantes. Un mensaje directo a las políticas estatistas del MAS.

'Tuto' Quiroga, el otro presidenciable, es un viejo conocido que ocupó la presidencia de forma interina entre el 2001 y el 2002. De línea conservadora y "liberal", tal y como se define, su programa es drástico y recuerda a la motosierra de Milei, actual presidente hidrocarburos, minería o litio; austeridad fiscal y digitalización del Estado –donde en ciertos pueblos no ha llegado internet– y menor énfasis en el gasto social público.

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