Coronavirus

Bruselas aprieta a AstraZeneca por los 29 millones de dosis escondidas

Los líderes de la UE discuten este jueves los inconvenientes de endurecer el control de exportaciones de vacunas

Dosis de la vacuna de Oxford-AstraZeneca.
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BruselasSe extiende el miedo a otra oleada de coronavirus y en Europa faltan vacunas y, sobre todo, capacidad para producir más. Los jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea se reúnen este jueves de manera virtual con este problema sin resolver y todos los conflictos que se derivan. El primero, la guerra con AstraZeneca que este miércoles ha vivido un encendido último capítulo con el descubrimiento de 29 millones de dosis de su vacuna en una fábrica italiana listas para enviar, al mismo tiempo que la farmacéutica asegura no poder entregar ni la mitad de las unidades comprometidas con la UE el primer trimestre. AstraZeneca ha asegurado después, sin embargo, que la mitad de los 29 millones son para la Unión.

Bruselas está bajo la máxima presión en una carrera para inmunizar a la ciudadanía que va para largo en comparación con lo que se está haciendo en el Reino Unido y los Estados Unidos. Por eso la Comisión ha decidido pasar de las palabras a los hechos y endurecer el mecanismo de control de exportaciones de vacunas para poder vetar la salida de dosis producidas en Europa hacia otros países que o bien vayan más avanzados en la inmunización o bien se nieguen a exportar vacunas a la Unión. La Comisión se dotó de este mecanismo de control de exportaciones a finales de febrero, cuando tuvo el primer enfrentamiento con la compañía que fabrica la vacuna de Oxford. Desde entonces ha dado el visto bueno a los envíos de dosis producidas en territorio europeo y ha recogido una información que empeora el sentimiento de agravio. Se han autorizado 380 solicitudes de exportación a 33 países, y solo una ha sido vetada. Desde febrero se han enviado 10,9 millones de dosis al Reino Unido, 6,6 millones a Canadá, 5,4 millones a Japón y hasta un total de 35 millones de dosis a países como Singapur y Australia.

30 millones de dosis escondidas en Italia

Y mientras la UE ha ido exportando todas estas dosis, sobre todo al Reino Unido, no ha llegado ni una desde las islas británicas, donde AstraZeneca tiene buena parte de la producción. Bruselas puso en marcha el mecanismo de control precisamente porque sospechaba que la farmacéutica estaba priorizando las entregas al gobierno británico, y justamente este miércoles el diario italiano La Stampa ha revelado que AstraZeneca tiene 29 millones de dosis a la planta de Catalent Biologics, en la ciudad de Anagni, al sur de Roma. Las dosis localizadas por las autoridades italianas después de una investigación iniciada por la Comisión duplican las dosis de AstraZeneca recibidas por la UE hasta ahora.

Fuents europeas explican que hacía tiempo que sospechaban que AstraZeneca estaba escondiendo parte de su capacidad real de producción en Europa: "Los números no cuadraban", dicen. Bruselas alertó a los estados miembros y el gobierno italiano impulsó la investigación en la planta que ha permitido localizar estas dosis. Las mismas fuentes, sin embargo, no confirman que tuvieran la sospecha de que las dosis fueran destinadas al Reino Unido y, de hecho, tanto el gobierno británico como la empresa lo han desmentido.

AstraZeneca ha asegurado a la Comisión que 16 millones de las dosis son para la UE y 13 millones para Covax, la iniciativa de la OMS para hacer llegar vacunas a los países más pobres. La investigación en Italia continúa y, según las mismas fuentes, los 16 millones de dosis encontradas para la UE demuestran que la empresa estaba siendo "poco transparente" sobre su capacidad de producción, porque mientras decían que no podían entregar más de 30 millones en el primer trimestre acabarán entregando 35 millones (los 16 millones encontrados en Italia además de los 19 millones ya entregados). Bruselas sospecha que las vacunas encontradas se produjeron en una planta de los Países Bajos que todavía no ha sido autorizada por la EMA y por lo tanto no podía entregar dosis a la UE pero sí al Reino Unido. Es la empresa quien tiene que pedir autorización a la EMA para sus plantas y, hasta ahora, la compañía no había solicitado el permiso para esta planta de los Países Bajos.

Bruselas y Londres se acercan

Mientras se esclarecía todo este lío, la Comisión Europea presentaba el refuerzo del mecanismo para bloquear exportaciones en un momento en el que el Reino Unido también tiene problemas para conseguir las segundas dosis de AstraZeneca que necesita para inmunizar completamente a los británicos. Hasta ahora, la UE solo podía bloquear exportaciones de farmacéuticas que incumplían el contrato, pero la intención es dotarse de estos nuevos criterios para poder cerrar el grifo. Además, se levanta la exención del control a las exportaciones de hasta 17 países, como Suiza, Noruega o Serbia.

Y parece que la presión empieza a surgir efecto. Al atardecer, Londres y Bruselas han emitido un comunicado conjunto en que aseguran que hay que "cooperar" y tener en cuenta sus "interdependencias" para "aumentar la distribución de vacunas a todos los ciudadanos". El movimiento del ejecutivo comunitario iba más dirigido a provocar el diálogo que no a vetar exportaciones en la práctica -Bruselas no se cansa de repetir que hasta ahora solo ha bloqueado un envío de los 381 solicitados-. "Tener el garrote tendría que ser suficiente, no usarlo", decía una fuente diplomática en alusión a la intención de la Unión de crear el mecanismo más como una herramienta de presión.

Las reticencias de las capitales

No es solo Londres quién tiene miedo de las implicaciones de este mecanismo. Según fuentes diplomáticas, varios gobiernos europeos han mostrado dudas y reservas al conocer el texto, no solo por el acento proteccionista que rechazan por naturaleza los países más liberales como los nórdicos, sino también por los problemas de producción global que puede generar una iniciativa como esta y han pedido ser extremadamente "cuidadosos". Alertan que la cadena de producción de vacunas es global (ingredientes y materiales se importan y se exportan entre países de todo el mundo) y, por lo tanto, si un eventual veto de la UE provocara represalias se podría resentir la producción mundial de dosis. Los líderes lo discutirán este miércoles, pero no se espera que apoyen a la propuesta de la Comisión todavía. "Necesitamos más tiempo para discutirlo", dice una alta fuente europea.

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