Confirmado: el Ártico rozó los 40 grados en junio de 2020

La probabilidad de una situación de temperaturas extremas como aquella se ha multiplicado por 600 debido al cambio climático

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Imagen de archivo tomada con dron en Groenlandia

BarcelonaLa Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha hecho oficial hoy un récord de temperatura que no pasa desapercibido: el 20 de junio de 2020 la localidad siberiana de Verkhoyansk registró una temperatura de 38ºC, un valor totalmente inédito dentro del círculo polar ártico. El anuncio llega después de que un grupo de expertos haya estado analizando con detalle el dato y la situación meteorológica de aquel día, para comprobar que la lectura es consistente con observaciones próximas y con los reanálisis hechos de los modelos de previsión. Entre los científicos que han validado el récord está la presidenta de la Comisión de Climatología de la OMM y profesora de la Universitat Rovira i Virgili, Manola Brunet. El fuerte episodio de calor que se produjo en Siberia alrededor del solsticio de verano del año pasado duró varios días, y de hecho el día antes del récord algunas partes de la región llegaron a situarse a 45 °C según datos deducidos a partir de imágenes de satélite por el Centro Europeo de Predicción.

El episodio de calor extremo que afectó a Siberia en junio de 2020 no fue un hecho aislado, sino que venía de un periodo entre enero y junio en el cual la temperatura ya había sido exageradamente alta en la región. Durante los seis primeros meses del año la temperatura media en Siberia llegó a ser 5 °C más alta de lo que suele ser habitual, una anomalía que es realmente extrema teniendo en cuenta que se trata de una media de temperatura de seis meses y para una región tan amplia como Siberia.

Poco después de aquel episodio de calor ya se publicó un estudio que aportaba algunos datos chocantes: el episodio prolongado de temperaturas muy altas que afectó a Siberia durante la primera parte de 2020 fue como mínimo 600 veces más probable debido al cambio climático. El estudio también detallaba que incluso en un contexto de calentamiento global como el actual aquel episodio había que esperarlo de media una vez cada 130 años. El informe lo llevó a cabo el World Weather Attribution, un estamento creado en 2015 con el apoyo de la Universidad de Oxford y el servicio meteorológico holandés, que tiene la finalidad de aportar información rigurosa y ágil sobre la relación entre los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático.

Hasta hace poco la OMM no tenía ninguna categoría en su listado de valores extremos que hiciera mención concreta a las regiones polares. Esto ha obligado a los investigadores a indagar en los archivos de países como Canadá para poder certificar que efectivamente los 38°C de Verkhoyansk no tienen precedentes en el Ártico. Precisamente en 2020 ya se había registrado también el récord de temperatura de la Antártida: 18,3 °C.

Los investigadores de la OMM están en vías de verificar también las temperaturas extremas de 54,4 °C registradas tanto en 2020 como en 2021 en Death Valley, en California, que podrían suponer la temperatura más alta nunca medida en el mundo. Oficialmente, la OMM considera que en 1913 se llegó a 56,7 °C en este lugar del continente americano, pero en los últimos años han aparecido varios estudios que ponen en entredicho la consistencia de este récord. Otro récord de temperatura que está estudiando con detalle la OMM son los 48,8 °C registrados el verano pasado en Sicilia, que podrían ser la temperatura más alta nunca medida en Europa.

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