Críticas a la respuesta policial en la masacre de Texas

Un vídeo del padre de una víctima muestra una presunta inacción de los cuerpos de seguridad

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Un policía ante las cruces con los nombres de los niños asesinados a una escuela de Uvalde, en Texas.

WashingtonEl jueves tenía que ser día para los niños de Uvalde, la última jornada de clase antes de las vacaciones de verano, pero la masacre del martes ha trastocado la vida de este pueblecito de Texas. Ahora todo son vigilias, preparativos para funerales y despedidas, y búsqueda de respuestas a miles de preguntas. La principal, de la cual todavía no hay ni indicios, es el motivo del tiroteo, qué empujó a un adolescente de 18 años a entrar en una escuela de primaria armado con un rifle y empezar a disparar.

Pero algunos padres de víctimas no se pueden sacar de la cabeza por qué no se pudo evitar la tragedia; cómo es posible que el autor del crimen pudiera estar dentro de la escuela entre 40 minutos y una hora sin que nadie pudiera pararlo.

La ira en este sentido ha aumentado con la aparición del vídeo de Javier Cazares, el padre de una de las niñas que murieron. En la grabación se siente cómo se queja y critica a un grupo de policías que están plantados fuera del recinto escolar. "Los policías están aquí fuera, sin hacer una mierda. ¡Hay niños dentro que no saben defenderse!", grita alguien. "Dicen que entraron enseguida y toda la pesca, pero yo no lo vi", ha dicho a los medios. Según Cazares, tuvieron que pasar más de 20 minutos porque tuvieran los equipos de protección necesarios para poder enfrentarse al atacante. "Se podría haber resuelto en un par de minutos", se ha quejado.

No se puede saber si una actuación más rápida de la policía hubiera salvado más vidas, teniendo en cuenta que todavía no se sabe del todo qué pasó en el interior del edificio. En este sentido, solo se ha divulgado que dos guardias de seguridad de la escuela resultaron heridos de bala. Otra cosa que han confirmado las autoridades locales es que se desplegaron centenares de agentes de todas las agencias posibles, que dedicaron todos los esfuerzos a romper vidrios y ventanas para la evacuación. Hasta la llegada de un equipo de fuerzas especiales no se tumbó la puerta del aula donde estaba el atacante y se lo abatió.

Ante las críticas, el jefe de la policía de Uvalde, Daniel Rodriguez, ha emitido un comunicado asegurando que la respuesta se dio "en cuestión de minutos". "Entiendo que haya preguntas sobre los detalles de qué pasó y sé que las respuestas no llegarán suficientemente deprisa en estos momentos difíciles", ha dicho.

El grupo de presión de las armas mantiene su cónclave

Mientras Uvalde continúa los preparativos para los funerales de las víctimas, en Houston se celebra este viernes el foro anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal grupo de presión armamentístico. La última masacre por la violencia de las armas y el cónclave de los defensores de las armas están separados solo por 446 kilómetros, cuatro horas y media de carretera, y queda descartada cualquier cancelación del acontecimiento. La única respuesta: plegarias y buenos deseos a las víctimas.

El mantenimiento de la cita no es ninguna sorpresa: la NRA ya hicieron lo mismo en 1999, pocos días después del tiroteo en el instituto Columbine, famoso por la magnitud de la tragedia y por un documental posterior de Michael Moore. Grabaciones obtenidas por la radio pública norteamericana, la NPR, han mostrado que la directiva de entonces se planteó cancelar el encuentro, pero llegaron a la conclusión de que, si lo hacían, darían la razón a los que dicen que el problema de las masacres son las armas.

El encuentro se mantiene intacto en un lobby sin el poder de hace unos años y prácticamente en quiebra, pero que todavía tiene el aura de influencia. Participarán grandes nombres de la política texana, como el senador Ted Cruz y el gobernador Greg Abbott, pero la estrella será Donald Trump. Irónicamente, la presencia del expresidente impedirá que se puedan llevar armas en el interior del recinto.

Se espera que centenares de personas se manifiesten en los alrededores del centro de convenciones, pero las protestas no han esperado al viernes. Este jueves miles de estudiantes de todo el país han hecho huelga y manifestaciones para exigir centros educativos seguros y una mejor política de control de armas. El grupo March For Our Lives, liderado por adolescentes víctimas del tiroteo en el instituto de Parkland de hace cuatro años, han organizado una movilización nacional para el 11 de junio para intentar recuperar el movimiento que fue capaz de sacar a la calle millones de personas, pero que finalmente no consiguió cambiar nada. Al contrario, las muertes por armas han continuado creciendo.

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