Caribe

Decenas de detenidos y apagón de internet para silenciar la protesta popular en Cuba

Un periodista en arresto domiciliario retrata al ARA cuán masivo es el movimiento contra el régimen

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Un policía impide el paso en la zona del capitolio a La Habana

Barcelona"Nos estamos reorganizando para poder informar de lo que está pasando, pero las autoridades han cortado el acceso a internet y es muy complicado saber qué pasa en el conjunto del país y difundir las noticias", explica al ARA en una conversación telefónica el periodista Maikel González Viveros. Está en arresto domiciliario después de haber pasado 48 horas en una prisión de La Habana adonde lo llevaron tras detenrlo en las multitudinarias protestas del domingo. "Los que tenemos un perfil público hemos sido liberados con condiciones, pero estoy muy preocupado por la gente anónima que salió a manifestarse y continúa entre rejas", lamenta el director de Tremenda Nota, una revista digital dedicada a la situación del colectivo LGTBIQ+ o de las comunidades afrodescendientes en Cuba. Uniformados y civiles afines al régimen tomaron ayer el control de las calles de La Habana.

Informadores detenidos

González es uno de los centenares de manifestantes y periodistas que fueron detenidos el 11 de julio, una jornada que ya ha pasado a la historia de Cuba: de manera totalmente imprevista decenas de miles de personas salieron a la calle desafiando el control del régimen para protestar contra la grave crisis económica que vive la isla, agravada por el impacto social de la pandemia con las restricciones al turismo. "Antes nos manifestábamos los artistas o los intelectuales para reclamar libertad de expresión, pero ahora estamos ante otra cosa. Lo que pasó el domingo fue un levantamiento popular en toda regla, masivo y en todo el país, un hecho inédito en la historia de la Revolución, porque la economía ha tocado fondo y porque a mucha gente le faltan las cosas más básicas", añade el periodista. Le llamó la atención que de la gente con quien compartió celda "la gran mayoría eran de barrios humildes que salieron a la calle porque están pasando hambre". En la manifestación se oían consignas de todo tipo: desde "Fuera Díaz-Canel" hasta simplemente "Medicinas y alimentos". Entre domingo y lunes se documentaron protestas en al menos 58 ciudades y pueblos de la isla. Entre los manifestantes ya se ha contabilizado una víctima: un hombre de 36 años que habría muerto el lunes durante un enfrentamiento entre ciudadanos y fuerzas de seguridad en un barrio periférico de La Habana, según informa la agencia de noticias cubana (ACN).

El periodista es uno de los muchos informadores que fueron detenidos cuando cubrían las protestas: "La manifestación del centro de La Habana iba esquivando los antidisturbios, hasta que en la entrada de la plaza de la Revolución [sede de la presidencia y de los principales ministerios, como el de Interior] ya no había ninguno otro camino, y gente de paisano cargó a golpes de palo. Yo me refugié en un portal y cuando salí me detuvieron con una violencia innecesaria porque yo no me resistía. Me rompieron las ojeras".

La organización cubana de defensa de los derechos humanos Cubalex ha difundido un listado con los nombres de 180 detenidos o desaparecidos desde el domingo y Amnistía Internacional (AI), que no tiene acceso al país, ha alertado que "el régimen cubano ha demostrado que no sabe dialogar y está castigando a todos los que han osado desafiarlo, y está mandando un mensaje de que no se tolerarán más protestas", explica Louise Tillotson, investigadora del Caribe de AI. "Es muy complicado saber qué está pasando por los cortes de internet y por la represión contra los periodistas independientes y los blogueros. Entre los detenidos está también Camila Acosta, corresponsal del diario Abc. El presidente español, Pedro Sánchez, exigió ayer su liberación inmediata. Reporteros Sin Fronteras considera al presidente cubano Díaz-Canel uno de los principales "depredadores de la libertad de prensa" de 2021 junto con el nicaragüense Daniel Ortega o el brasileño Jair Bolsonaro.

Manifestación de cubanos ante el consulado de Cuba en Barcelona

La movilización ha sido la más importante desde agosto de 1994, en el conocido como Maleconazo, cuando centenares de personas se enfrentaron con la policía en La Habana después de que las autoridades interceptaran cuatro embarcaciones con cubanos que querían huir a Estados Unidos. "Otra vez ha corrido el rumor de que llegarían barcas para huir a Estados Unidos y ha habido detenidos en el Malecón por eso, pero esta vez la protesta ha sido mucho más grande y difundida en todo el país", recuerda Maikel González. A pesar de que está en arresto domiciliario, el periodista osa levantar la voz contra el gobierno: "Con el discurso que hizo, Díaz-Canel nos está enfrentando entre cubanos: tilda a los manifestantes de mercenarios al servicio de los Estados Unidos y llama a los revolucionarios a enfrentarse a ellos. Y esto es muy peligroso, porque los que no están de acuerdo con el gobierno se exponen a la violencia de los que lo defienden, que podrán actuar con impunidad". El periodista rechaza cualquier injerencia de los Estados Unidos y quiere que Washington –que ayer reclamaba la liberación de los prisioneros y que se recupere internet– quede al margen. Cree que "todo dependerá de cómo Díaz-Canel gestione la violencia que está imponiendo contra la ciudadanía: tiene menos legitimidad que nunca porque ahora se ha visto que decenas de miles de personas están dispuestas a salir a la calle para defender sus derechos".

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