Dinamarca dice adiós a todas las restricciones: "Este fin de semana será una locura"

Es el primer país de la UE que levanta todas las medidas contra el covid-19

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Clients a un bar al mercado Torvehallerne de Copenhague

CopenhagueHasta este martes había un gesto que patentizaba el cambio de país (y de medidas anticovid) en los trenes que cruzan el estrecho del Öresund, que separa Suecia y Dinamarca. La gran mayoría de los pasajeros que subían en dirección a Copenhague lo hacían sin mascarilla -en Suecia no es obligatoria-, pero tenían que ponérsela justo al atravesar la frontera. En la dirección contraria, el gesto era el inverso: mascarilla fuera al entrar en territorio sueco. Ahora, esto se ha acabado. Desde este martes, en Dinamarca ya no es obligatorio llevar mascarilla en ninguna parte. De hecho, este país escandinavo se ha convertido en el primero de la Unión Europea que levanta todas las restricciones contra el covid, que ya no se considera una enfermedad "crítica para la sociedad".

El adiós a la mascarilla, que hasta ahora se tenía que llevar en los interiores de espacios públicos -actualmente solo se sigue recomendando en los hospitales y residencias-, es lo más evidente de la nueva fase en Dinamarca. Con todo, las mascarillas no han desaparecido del todo. En Copenhague se siguen viendo, sobre todo en los autobuses, trenes y metros. Pero también por la calle, a pesar de que en Dinamarca (ni en ningún otro de los Países Nórdicos) nunca han sido obligatorias en los exteriores. "Yo me la pongo siempre en el transporte público y cuando voy a comprar", explica Rikke, que se espera en el andén de la estación de Norreport, en la capital danesa. "Entiendo que la sociedad tenga que salir adelante, y que las restricciones estaban afectando a muchos negocios, pero a la vez todavía estoy un poco preocupada porque hay mucha gente que se está contagiando de covid", afirma.

Tiene razón. Las infecciones siguen disparadas y superan los 45.000 casos diarios (mientras que a mediados de diciembre se situaban alrededor de los 8.000). El número de pacientes hospitalizados también va al alza y ya hay más de mil, a pesar de que los que necesitan cuidados intensivos bajan. También bajan la tasa de positividad y la tasa de reproducción del virus. El politólogo Michael Bang Petersen, que dirige un proyecto sobre el comportamiento en pandemia y que asesora al gobierno, ha indicado este martes en un hilo de Twitter que la mayoría de la población aprueba la decisión de levantar las restricciones y que la preocupación entre los daneses respecto a la pandemia está en el punto más bajo desde que se empezó a analizar. Esto se debe, según señala, a la elevada tasa de vacunación (un 81% de los daneses tienen dos dosis y un 61%, tres) y al hecho de que la variante ómicron es menos severa que las anteriores, además de una confianza generalizada en las autoridades.

Carla, una chica de 15 años, pasea con dos amigas de la misma edad, las tres con mascarilla. Explica que lo hace porque dentro de pocos días tienen vacaciones y tienen previsto viajar y no se quieren arriesgar a contagiarse. Pero asegura que cuando vuelva ya no la llevará. "Estoy bastante cansada de las restricciones, pero tengo sentimientos contrarios. Para mí, creo que es una buena cosa, pero entiendo que para la gente mayor puede ser preocupante porque se pueden poner más enfermos", dice.

Sin certificado y discotecas abiertas

Además de la obligatoriedad de la mascarilla, también se ha eliminado el requerimiento de enseñar el certificado covid para entrar en espacios públicos. "Ralentizaba el proceso; ahora seguro que todo será más fácil", dice Sebastian, que controla la entrada en el museo Ny Carlsberg Glyptotek. Prevé que este fin de semana se note un aumento de la afluencia de público. Este martes, el museo estaba lleno, pero los trabajadores no se atrevían a atribuirlo al levantamiento de las restricciones: "Hoy la entrada es gratis, y con el mal tiempo que hace, es normal que la gente quiera entrar en lugares cerrados".

Viola, camarera de un restaurante en Nyhavn, una de las zonas más turísticas de Copenhague, cree que el requerimiento del certificado covid no suponía un gran problema en general, teniendo en cuenta que la gran mayoría de daneses están vacunados. El gran cambio, dice, se notará por las noches, con la reapertura de los pubs y discotecas. "Este fin de semana será una locura", pronostica. El ocio nocturno ha sido el sector más afectado: obligado a cerrar en marzo de 2020, solo pudo abrir durante dos meses el otoño pasado. Los bares y restaurantes, además, ya no tienen ni el horario ni el aforo limitado. "Es cierto que no nos ha faltado el trabajo estos últimos meses, pero solo podíamos dejar entrar un número limitado de clientes. Este fin de semana probablemente será mucho más fuerte", añade Gustav desde detrás la barra de un bar de Norrebro.

"Estamos a punto para salir de la sombra del coronavirus", aseguraba la semana pasada la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. Dinamarca lidera desde este martes el camino del regreso a una vida social sin restricciones ni mascarillas, esperando que esta vez sea la definitiva y no tenga que dar marcha atrás de nuevo como el otoño pasado.

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