Putin enfanga las conversaciones con Ucrania con demandas imposibles

Rusia exige la totalidad de los territorios ucranianos que se anexionó como condición previa a un alto el fuego

16/05/2025
3 min

MoscúLas expectativas eran mínimas y los resultados fueron prácticamente nulos. Los enviados de Vladimir Putin a las primeras conversaciones entre Rusia y Ucrania en tres años no llegaban para negociar, sino que tenían la consigna de ganar tiempo para continuar la guerra sin contrariar a Donald Trump. Siguiendo el ejemplo de su presidente, la delegación rusa ha enterrado bajo condiciones inasumibles la petición de alto el fuego de la parte ucraniana. Eso sí, no se ha negado en redondo.

Según varias fuentes, los enviados del Kremlin han reclamado, como condición para una tregua, que el ejército ucraniano se retire de las partes de las regiones de Luhansk, Donetsk, Kherson y Zaporíjia, anexionadas por Moscú a la Constitución, que el ejército ruso no controla. Además, tal y como han explicado fuentes presentes en la reunión al periodista de The Economist Oliver Carroll, ante la negativa de la delegación de Kiiv a aceptar estas exigencias, la delegación rusa ha amenazado con anexionarse a otras dos provincias, aparte de las cuatro ocupadas: Sumi y Járkov. Rusia pretendería también crear una zona de seguridad para garantizar la tregua en la región de Sumi, donde las tropas de Moscú están llevando a cabo una ofensiva.

Ninguna fuente oficial del gobierno ucraniano ha querido confirmarlo, pero el portavoz del ministerio de Exteriores, Gueorgui Tikhii, ha dejado claro que la parte rusa había expresado "cosas inaceptables", sin entrar en más detalles. Fuentes de la delegación ucraniana han lamentado también en varios medios que las demandas de los emisarios del Kremlin estaban "fuera de toda realidad" y que "iban mucho más allá" de cualquier escenario discutido anteriormente.

En declaraciones a la televisión estatal rusa, el principal negociador ruso, Vladimir Medinski, apasionado de la historia de Rusia y uno de los ideólogos del revisionismo histórico del Kremlin, ha rechazado el alto el fuego atribuyendo una cita apócrifa en Napoleón. "Los que dicen que primero hace falta una tregua y luego las negociaciones no conocen la historia: la guerra y las negociaciones siempre van de la mano", ha afirmado. Según él, durante las conversaciones también recordó a los ucranianos las oportunidades perdidas por haber rechazado los acuerdos de Estambul de 2022. "La historia demuestra que cuando una parte rechaza compromisos razonables, a menudo acaba perdiendo más", concluyó Medinski.

Sin embargo, buenas palabras

A pesar del evidente desacuerdo, nadie quiere ser señalado como el responsable de romper la pelea a ojos de Trump. prisioneros, el más grande desde el inicio de la guerra. Ambos ejércitos entregarán mil soldados enemigos en una fecha todavía por revelar. The Economist una fuente de las conversaciones, Medinski ha dicho durante la reunión: "No queremos la guerra, pero estamos preparados para luchar un año, dos o tres, los que hagan falta. Luchamos por Suecia 21 años [entre 1700 y 1721]. ¿Cuánto tiempo está dispuesto a luchar?"

Medinski ha añadido: "Quizá algunos de los que se sientan en esta mesa perdan más seres queridos. Rusia está preparada para luchar para siempre". Según apunta Carroll, podría ser un dardo a uno de los integrantes de la delegación ucraniana, Serhii Kilsitsia, quien el pasado año confesó que su sobrino había muerto en combate.

Los aliados europeos de Ucrania ya han calificado de "inaceptable" la negativa de Rusia a negociar un alto el fuego. Desde Tirana –en Albania–, donde coincidieron los líderes europeos con Zelenski; el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Friedrich Merz; el primer ministro británico, Keir Starmer, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, junto al líder ucraniano, han hablado por teléfono con Donald Trump para exigir más presión sobre Rusia.

Pero Trump, pese a haberse abierto a endurecer las sanciones sobre Rusia si no se conseguían resultados, no muestra síntomas de estar decepcionado con los contactos entre Kiiv y Moscú. Por el contrario, la posibilidad de colgarse la medalla de haber facilitado las conversaciones podría hacerle obviar la escasez de progresos y podría espolearle a continuar con la mediación.

Otro de los puntos que ambas partes han admitido haber discutido en las conversaciones es la programación de una reunión entre Putin y Zelenski, una posibilidad que Rusia ha despachado diciendo que "la tendría en cuenta". Ahora bien, Trump, en lugar de forzar a Putin a sentarse con el líder ucraniano, hace el juego al presidente ruso. Este jueves aseguró que el conflicto de Ucrania sólo se resolvería con una reunión entre él y el líder del Kremlin, el escenario deseado por el Kremlin, que idealmente sólo quisiera discutir sobre el fin de la guerra con la Casa Blanca, sin Ucrania.

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