El boicot de Elon Musk aboca a Estados Unidos a un cierre de gobierno
La prórroga presupuestaria pactada con los demócratas se ha rechazado después de la intervención de Donald Trump
BarcelonaTodavía no ha tomado posesión como miembro del gobierno de Donald Trump y el multimillonario Elon Musk ya decide cómo gastará el dinero el gobierno de Estados Unidos. Es más, Musk aboca al gobierno hacia un cierre que puede dejar a miles de funcionarios públicos no esenciales sin sueldo a partir del sábado. La intervención de Musk, con mensajes insistentes en su red X, ha sido clave para tumbar la prórroga del presupuesto que el portavoz republicano en la Cámara de Representantes, Mike Johnson, había acordado con los demócratas, y para imponer un nuevo acuerdo que éste el jueves ha sido rechazado en el hemiciclo.
El presupuesto prorrogado, que se presentó el martes en un documento de 1.567 páginas y debía aprobarse antes de este viernes, añadía partidas nuevas como ayudas por situaciones catastróficas, ayudas a los agricultores o gasto para reconstruir el puente destruido en Baltimore, pero también un aumento de sueldo del 3,8% para los congresistas. Aquí es donde intervino Musk, que en su cuenta de X calificó la propuesta de presupuesto de "criminal" y "escandalosa" y advirtió que cualquier legislador que la votés merecía "perder la reelección en dos años", cuando se vuelven a escoger los congresistas. Las duras críticas de Musk llevaron a Donald Trump. y su vicepresidente, JD Vance, a intervenir para eliminar las partidas de emergencia pactadas con los demócratas y para permitir que el gobierno pueda endeudarse más para pagar sus facturas. 2029, el ridículo techo de la deuda. Sin eso, nunca deberíamos hacer un acuerdo", dijo Trump a Truth Social.
Un nuevo texto modificado para complacer, al menos parcialmente, a las demandas de Musk y Trump se ha votado esta madrugada (jueves por la noche en Estados Unidos) y ha sido rechazado, el día antes de que expire el plazo para el cierre de gobierno. No sólo todos los demócratas han votado en contra, sino que 38 congresistas republicanos también se han opuesto. "Estoy absolutamente harto de un partido que hace campaña sobre la responsabilidad fiscal y tiene la temeridad de decir que esto es fiscalmente responsable", ha dicho sobre la propuesta, que elevaba el gasto público, el republicano Chip Roy, uno de los 38 republicanos que han votado en contra del proyecto de ley. La nueva versión eliminaba la subida de sueldo a los congresistas y suspendía el límite de la deuda, como quería Trump, aunque aún incluía 100 millones en asistencia para catástrofes.
Los efectos del cierre
La incapacidad de republicanos y demócratas para aprobar un presupuesto para 2025 viene de meses atrás, ya que las cuentas deberían haberse aprobado antes de octubre. Pero en ese momento, tras largas discusiones, se acabó prorrogando el presupuesto del 2024 hasta el 20 de diciembre, que se fijó como fecha límite para llegar a un acuerdo. En la medianoche de este viernes, pues, expira el plazo oficial para conseguirlo. En caso de no resolverlo este mismo viernes, unos dos millones de trabajadores públicos se quedarán sin sueldo, según Reuters. Entre ellos se encuentran los de la Administración de Seguridad del Transporte de Estados Unidos, en plena temporada de vacaciones navideñas.
Los cierres de gobierno en Estados Unidos –que hasta los años 80 eran medidas muy excepcionales– se han convertido en una escena recurrente de la política estadounidense en los últimos años. La polarización política es tal que demócratas y republicanos son incapaces de ponerse de acuerdo para aprobar un presupuesto o un aumento del techo de deuda que permita al gobierno seguir funcionando. En el primer mandato de Trump esto abocó al cierre más largo de la historia de Estados Unidos: 35 días en los que los funcionarios públicos no esenciales dejaron de cobrar su sueldo y se cerraron muchos servicios. Ahora, cuando el gobierno todavía está en manos de Joe Biden –Donald Trump asumirá el poder dentro de un mes exacto–, la intervención del propio presidente electo y especialmente de su aliado Elon Musk amenaza con forzar un nuevo cierre. Después de que Trump tome posesión el 20 de enero, Musk se convertirá en jefe del futuro departamento de Eficiencia Gubernamental, un nuevo organismo creado precisamente para pasar la tijera al gasto público. Pero parece que lo está haciendo antes y desde fuera.