Así combate Arizona las teorías de fraude electoral: paredes de vidrio y cámaras 24 horas

El personal que trabaja en comicios de estados clave como éste ha sufrido intimidaciones, ataques que dividen al partido republicano

Florence (Arizona)El fuerte viento levanta nubes de polvo que cruzan la carretera. Son kilómetros de tierra árida donde sólo crecen arbustos pequeños o altísimos cactus y el móvil se queda sin cobertura. A medida que nos acercamos a Florence, en el condado de Pinal, comienzan a aparecer las primeras casas, pequeñas y envejecidas por el polvo rojo que se aferra a las paredes y los cristales. Justo en la entrada de la localidad se levanta un edificio alto y ancho, con vidrieras impolutas y un exterior con acabados de madera, que contrasta con el resto de construcciones. Es el nuevo centro de recuento de votos que se acabó de construir en junio de este año, tras los errores en el recuento de las elecciones de medio mandato de 2022.

El principal motivo por el que se construyó un nuevo equipamiento fue el espacio: con más de 425.000 personas, Pinal es el condado de Arizona que crece más rápido; a las midtermno había lugar suficiente para contabilizar las papeletas, lo que condujo a errores. Pero más que el volumen, lo que busca restaurar la confianza en el sistema electoral son las paredes de cristal que permiten ver desde fuera cómo llegan los votos y se cuentan, las pantallas que retransmiten 24 horas los buzones que hay para depositar el voto y los localizadores GPS. Todas estas medidas se han aplicado para combatir los rumores y las falsedades sobre el fraude electoral que Donald Trump y otros miembros del partido republicano han esparcido por todo el país desde las elecciones del 2020. Pretenden desvanecer cualquier tipo de duda en este estado clave de cara al cinco de noviembre.

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"Nos importa el proceso y haremos todo lo que podamos para asegurarnos de que salga bien, y por eso involucrar a la ciudadanía es una manera de rehacer la confianza a través de la transparencia. Éste es el objetivo en el condado. de Pinal", explica Dana Lewis, la recordero de ese condado de Arizona. El recordero es un cargo que también se elige en las urnas y del que depende el registro de los votantes, el voto anticipado y el registro de documentos públicos. Lewis es republicana y fue elegida como recordero en 2022. Desde entonces su principal objetivo ha sido combatir la desconfianza rampante que existe en Arizona a raíz de las teorías conspirativas sobre el fraude electoral.

Teorías conspiranoicas

En 2020 Arizona se convirtió en uno de los epicentros de las teorías conspiranoicas sobre posibles fraudes electorales después de que Joe Biden consiguiera cambiar de color el estado por primera vez desde 1996, junto con Georgia, que también se pintó de azul por primera vez desde 1992. En Arizona, el demócrata se impuso a Trump por sólo unos 10.000 votos y fue una de las victorias decisivas para que Biden llegara a la Casa Blanca. Mientras aún se contaban los votos, los rumores de fraude empezaron a extenderse entre los vecinos, lo que generó alborotos y protestas.

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En Maricopa, el condado vecino de Pinal, donde se encuentra la ciudad de Phoenix, cientos de votantes republicanos protestaron asegurando que los rotuladores (sharpies) que se habían empezado a utilizar aquellos comicios para marcar las papeletas se habían empleado para invalidar los votos en favor de Trump. Un grupo de personas armadas llegó a acudir a las puertas del centro de recuento de Maricopa a raíz de la victoria demócrata. En Pinal, aunque ganó Trump, también se extendió un falso rumor de que se había abandonado un autobús escolar lleno de papeletas en medio del desierto.

"Para restaurar la confianza en el sistema, cuando empezó el proyecto del edificio trabajamos con los arquitectos para que la transparencia fuera la principal premisa", explica Lewis mientras nos conduce a una sala anexa al vestíbulo donde en lugar de paredes hay cristales. Al otro lado se pueden ver a los trabajadores electorales mientras certifican y preparan los votos por correo y de votación anticipada que ya han llegado. En Arizona el voto anticipado comenzó el 9 de octubre –sin contar el de los soldados en ultramar, que se inició el 21 de septiembre– y éste se puede entregar de tres formas distintas: por correo, a los drop boxes, que son unos buzones donde se puede dejar el voto, o bien en persona en los puntos habilitados.

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Por encima de los cristales están instalados cuatro televisores de plasma que retransmiten en directo las 24 horas del día los 16 buzones donde se puede dejar el voto. Se decidió retransmitirlo en directo a raíz de que algunos ciudadanos habían decidido ir en persona para "vigilar" qué pasaba con las drop boxes que están ubicadas en el exterior, lo que resultaba "intimidatorio" para algunas personas cuando iban a depositar el voto. "Es por eso que siempre que nos encontramos estos casos de gente preocupada por lo que pueda ocurrir con los votos emitidos a las drop boxes, les invitamos a que vengan a esta sala para vigilarlas a través de las cámaras sin interferir en la experiencia de voto del resto de ciudadanos. Pero esto es una buena cosa, ¿sabes? No diría que es algo malo. Prefiero que vengan aquí y no que digan falsedades sobre el sistema", relata Lewis.

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Intimidaciones a los trabajadores electorales

Más allá de provocar la desconfianza y el recelo en el sistema de voto, las mentiras esparcidas por Trump y algunos miembros del partido republicano de Arizona, como la candidata al Senado por Arizona, Kari Lake, también han llegado a intimidar a los trabajadores electorales. Lewis narra cómo el día anterior a nuestra visita al centro de recuento de Pinal tuvieron problemas con internet y llegó un hombre con actitudes "beligerantes" hacia los trabajadores del centro. Comenzó a "crear historias" sobre la votación ya esparcirlas entre los que esperaban para votar. "Tuvimos que acabar llamando a la policía para que se marchara, ya no solo por cómo esto afecta a los trabajadores, sino porque es una forma de intentar condicionar el voto del resto".

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Pese a todos los esfuerzos que está poniendo Lewis en reinstaurar la confianza en el sistema de votación en Pinal, los ataques no paran de llegar desde dentro del mismo partido republicano, al que también pertenece la recordero. En verano hubo un proceso de primarias en el condado que fue una prueba de fuego para Lewis tras los errores del 2022. La superó con éxito. Aún así, el republicano Kevin Cavanaugh, que forma parte de los supervisores que debían certificar el resultado, perdió en su campaña contra el otro candidato republicano para el puesto de sheriff de Pinal. Tras perder, Cavanaugh ha estado diciendo que le hicieron certificar los resultados "bajo presión" insinuando que hubo fraude y ha alimentado más los rumores y las fake news entorno al proceso de votación.

"Es despreciable, en mi opinión, cuando has estado viendo cómo el proceso es desprestigiado y ves profesionales reconstruirlo con sangre, sudor y lágrimas, y después todavía se intenta invocar algún tipo de negatividad hacia lo que la gente de ese departamento hace. Es lamentable e inapropiado", lamenta Lewis. La demanda que presentó Cavanaugh ante el tribunal fue desestimada ese mismo mes y se demostró que no había habido fraude alguno. Aún así, Cavanaugh será una de las personas que tendrá que certificar los resultados de Pinal de las elecciones presidenciales.

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Fricciones dentro del partido republicano

Las fricciones dentro del partido republicano en Arizona por los rumores de fraude electoral no son ninguna novedad. El recordero de Maricopa, Stephen Richer, cayó en desgracia tras contradecir las tesis de Trump y demostrar la integridad del sistema de votación en el 2020. Desde entonces, fue el foco de los ataques de Lake y llegó a recibir amenazas. En las últimas primarias del partido republicano para el puesto de recordero perdió contra Justin Heap, mucho más favorable a Trump.

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Bajo las pantallas que monitorean los buzones de voto, a mano derecha, se encuentra la sala de certificación de la firma, donde una decena de personas trabajan con escáneres para asegurar que la firma de quien ha enviado el voto por correo coincide con la de otros años y no es una falsificación. "En caso de duda, estos sobres se apartan y se realiza una comprobación manual. Además, avisamos por teléfono, correo y e-mail a la persona para que nos confirme que es ella quien ha votado", expone Lewis.

En la sala que queda delante nuestro se pueden ver más mesas blancas donde se sientan dos personas, un demócrata y republicano, para abrir el sobre y comprobar que el boleto es válido y no tiene ninguna anomalía antes de ser enviado a la máquina que se encarga de realizar el recuento. A mano izquierda es donde se encuentran las máquinas de recuento de votos y donde los trabajadores preparan las cajas para que sean contados. "Las máquinas funcionan al igual que las que tienen las universidades y escuelas para corregir los exámenes tipo test, por lo que es importante no utilizar un bolígrafo o lápiz rojo. No tienen más secreto", expone Lewis. La noche electoral estas mismas máquinas también empezarán a contar todos los votos emitidos durante la jornada.

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Para evitar rumores como el del bus perdido en el desierto, el condado de Pinal "ha establecido un sistema de geolocalización GPS para todas las unidades que transportan los elementos de votación", explica Lewis. Pinal es uno de los pocos condados que todavía mantiene el sistema de votación por distritos. Esto significa que cada ciudadano tiene asignado un punto de votación en la noche electoral, mientras que en otros lugares, como Maricopa, se puede votar desde cualquier punto. "Decidimos mantenerlo así porque Pinal es un condado mayor que Connecticut y, por tanto, tienes que desplazarte mucho para llegar a los puntos de votación", razona Lewis. Votar por distritos también implica que una vez se cierran los colegios los camiones blindados deben llevar las papeletas hasta aquí para que las recuenten. Ahora esos camiones están vigilados con GPS.

Regresamos a la sala de cristal, nos encontramos con un padre y sus hijos que han ido a dejar su voto anticipado. El hombre está mirando cómo funcionan las máquinas de recuento con interés. "Me parece una idea genial, porque realmente todavía quedan muchas preguntas sin resolver sobre qué ocurrió en las elecciones del 2020. No creo que se llegue nunca a saber qué ocurrió, pero eso creo que crea una atmósfera de confianza entre las instituciones y el público", dice Matt O'Connell. Lewis se acerca a él y se presenta como recordero, y comienza a explicarle qué se hace en cada una de las salas mientras los tres niños se persiguen por la sala.

O'Connell escucha con atención la explicación de Lewis, y entre las dudas que le plantea está el de cómo asegurar que las personas que votan se corresponden con el carné de identificación y que tienen derecho a voto. En las últimas semanas, Trump –i también Elon Musk– se han dedicado a realizar una campaña de desinformación asegurando que los migrantes sin papeles se están inscribiendo para votar en favor de los demócratas. Lewis le explica a O'Connel cómo se verifican las firmas de los sobres y cómo presentar una identificación oficial para poder votar.