Euforia en la convención demócrata: "Me siento igual que cuando voté por primera vez a Obama"

Se espera que esta noche el expresidente muestre Harris como la sucesora de su legado

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La candidata presidencial demócrata y vicepresidenta de Estados Unidos Kamala Harris asiste al primer día de la Convención Nacional Demócrata

ChicagoJoe Biden señaló anoche Kamala Harris como su sucesora. Formalmente es así. Pero de alma Harris es vista por los demócratas como la heredera del expresidente Barack Obama. "Esta vez me siento igual que cuando voté a Obama en el 2008", explica Nedra Locke, que ha viajado a Chicago desde Kansas para asistir a la convención demócrata como simpatizante: "Cuando Obama ganó, me emocioné. Y creo que me volverá a ocurrir lo mismo, porque con ella como presidenta volveremos a tener esperanza", remacha.

Esta noche se espera que el expresidente suba al escenario del United Center para pasar también la antorcha en Harris. El equipo de campaña de la vicepresidenta ha sabido recoger la euforia y el entusiasmo que desató su irrupción en sustitución de Biden por erigir una nueva campaña basada en un relato constructivo: la esperanza en lugar del miedo. Uno de los muchos problemas de Biden como candidato había sido que gran parte de su mensaje pivotaba sobre el miedo al regreso de Donald Trump. Ahora se trata de recuperar el efecto Obama, que construyó también el relato de su campaña sobre la esperanza y el optimismo. El Yes, we can de Obama resuena en el nuevo eslogan de Harris: When we fight, we win.

El equipo de Harris ha buscado intencionadamente hacer revivir el espíritu de la campaña de Obama. Esta noche se espera que el expresidente acabe de afianzar la separación de Harris del legado simbólico (que no político) de la campaña de Biden. Obama tendrá la tarea de depositar en manos de la candidata la esperanza y la sensación de que todo es posible que tanto le caracterizó. Entre las bases la ilusión se palpa ya. "Quedan 78-79 días para las elecciones; la energía de ahora sólo es el comienzo de la ola que culminará en noviembre", explica en los pasillos Kelly Jacobs, delegada demócrata por Misisipi.

Romper el techo de cristal

Toda la energía y esperanza que representa Harris no sólo está inspirada en Obama. Siempre se dice que todo es política, incluido el cuerpo: Harris tiene por delante la oportunidad de convertirse en la primera mujer y la primera afroamericana que presida Estados Unidos. La imagen resulta empoderadora, especialmente entre las mujeres. "Anoche, Hillary Clinton subió al escenario. Trabajamos mucho para que fuera la primera mujer, y se la robaron. Ella obtuvo más votos que el hombre", explica Jacobs, que se emociona recordando la derrota del 2015. La delegada confía en que la oportunidad perdida con Clinton también haga que "ahora las mujeres estén más decididas a no dejar que se repita".

Durante su intervención del lunes, la exsecretaría de Estado dedicó buena parte de su discurso al "techo de cristal". Clinton vistió su derrota como una de las muchas grietas que se han abierto en el techo de cristal que ahora Harris podría acabar rompiendo. "Ojalá mi madre y la madre de Kamala nos pudieran ver. Dirían «Sigue avanzando»".

La movilización del voto de las mujeres probablemente será clave estas elecciones. "Veo más entusiasmo en el que vivo, en Misisipi. Soy la directora de campaña voluntaria para Diane Black para el Congreso de EEUU. Es una mujer afroamericana que ha recaudado 5.000 dólares, no mucho, y no tenía voluntarios cuando Joe Biden era el candidato. Pero con Kamala a la cabeza tenemos voluntarios, tenemos dinero, tenemos interés”.

La impresión de Jacobs, que lleva un traje con la cara de Taylor Swift y ha hecho pulseras swifties como las del Eras Tour por repartir, también se refleja en las encuestas. Un sondeo publicado este fin de semana por el Washington Post y ABC News mostraba cómo claramente Harris tenía mucho más apoyo que Biden entre las mujeres y los jóvenes. Jacobs, que no ha terminado de aclarar si ella es fan de Taylor Swift o no, ha decidido venir así vestida a la convención como una estrategia para movilizar a las mujeres jóvenes para que se registren para votar. "He hecho unas 200 pulseras de estas, ya que cuando voy por la calle es una buena forma de acercarme a las chicas jóvenes", expone.

En 2020 la cantante apoyó la candidatura de Biden a través de una publicación en Instagram. Pocas horas después de su publicación, se registraron 35.000 nuevos votantes a través de la página Vote.org. Este fin de semana, Trump ha compartido imágenes falsas generadas con IA en las que salía Taylor Swift pidiendo el voto para él. Que el expresidente haya recurrido a esta táctica chapucera no solo muestra el poder de movilización de la cantante y la importancia del voto joven, sino también la desesperación que parece vivir el republicano.

Empoderamiento femenino

El lenguaje del empoderamiento femenino es un elemento que ha formado parte la campaña de Harris desde el minuto uno. En buena parte de sus mítines utiliza la canción Freedom de Beyoncé, otro gran icono de la música. Siguiendo ese relato, incluso en los espejos de los lavabos de mujeres de la convención hay serigrafiadas frases como: "El liderazgo te queda bien" o "Futura congresista".

"Ahora mismo el país, para salir de toda esa división y todo ese odio, lo que necesita es que una mujer sea presidenta. De otro modo, retrocederemos", expone Locke. Harris, como mujer afroamericana y de ascendencia asiática, representa la esperanza para muchos colectivos que han visto sus derechos atacados por Trump. "Aunque Harris sigue teniendo problemas para llegar a los hombres negros, que siguen atrapados en las mentiras de Trump", expone Jacobs. "Es por eso que el papel de las mujeres negras estas elecciones será tan importante, ya no solo yendo a las urnas, sino también para convencer a los hombres de su alrededor de que Trump no está a su lado".

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