Estados Unidos

Trump avanza en el control total sobre el ejército y avisa a los soldados tentados de desobedecerlo

El Pentágono investiga a un senador demócrata para recordar a los militares que no están obligados a seguir instrucciones inconstitucionales

Pete Hegseth hoy en el Senado
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WashingtonUn aviso para navegantes en el ejército y una señal más de la sed de venganza insaciable de Donald Trump. El Pentágono ha iniciado una investigación contra el héroe de guerra y senador demócrata Mark Kelly que podría llevarle a un consejo de guerra. Todo ello, para grabar un vídeo con otros congresistas de su partido en el que recordaba a los soldados del ejército que no están obligados a seguir órdenes ilegales. La semana pasada la publicación ya provocó la ira del presidente estadounidense, que lo calificó de "comportamiento sediciones, que se castiga con pena de muerte".

Sin demorarse más, el departamento de Defensa anunciaba este lunes la investigación contra Kelly, y advertía que pese a ser un veterano podría ser llamado al servicio de nuevo para afrontar un consejo de guerra. La acción, más allá de ser un gesto completamente inusual, es un avance más en la campaña del presidente para consolidar su total poder sobre el ejército. Para secuestrar una democracia es necesario controlar tres pilares: las agencias de inteligencia, el departamento de Justicia y el ejército. Trump ya ha convertido al departamento de Justicia en su ministerio personal para ajustar cuentas: forzó las imputaciones de algunos de sus grandes enemigos políticos, como el ex director del FBI James Comey y la fiscal de Nueva York Letitia James. Cargos que ayer fueron desestimados por el juez a causa de la maniobra legal del republicano.

Hace tiempo que Trump trabaja para conseguir lo mismo sobre el ejército. Una de las primeras tareas del secretario de Defensa, Pete Hegseth, nada más llegar al cargo fue purgar el Pentágono para llenar las vacantes de lealistas que se limiten a cumplir órdenes. También ha despedido a altos cargos legales después de que expresaran sus dudas sobre la legalidad de algunas políticas del nuevo gobierno.

La misteriosa convocatoria en Quantico en el mes de octubre, que congregó a cientos de altos mandos de todo el mundo, era un claro aviso en esta dirección: tanto Hegseth como Trump querían poner a los militares de su banda, aunque el recibimiento que tuvieron sus intervenciones fueron más bien frías. Cuando Trump animó a los soldados a utilizar las ciudades como "campos de entrenamiento" nadie aplaudió. Incluso el presidente estadounidense se mostró incómodo ante la seriedad de su audiencia, acostumbrado a las ovaciones de sus seguidores.

Jura de fidelidad a la Constitución

Como presidente de Estados Unidos, Trump también es el mando jefe del ejército. Ahora bien, en última instancia, a quien juran fidelidad los soldados está en la Constitución y, por tanto, los militares tienen derecho a negarse a obedecer órdenes del presidente que vayan en contra de ésta. Con la normalización del uso de soldados dentro de territorio doméstico para resolver cuestiones de orden público y utilizarlos como herramienta de castigo contra bastiones demócratas, Trump cada vez empuja más al ejército hacia este escenario: la posibilidad de que un día los mandos militares tengan que decidir si cumplir las órdenes del republicano o lo que dice la Constitución.

No en vano Trump soltó a Quantico la idea de utilizar las ciudades como campo de entrenamiento. Era un termómetro sobre la disposición de los militares allí presentes a seguirle. De hecho, la semana pasada un juez decretó que debía terminarr el despliegue de la Guardia Nacional en Washington porque es ilegal, pero los reservistas siguen patrullando por las calles.

Ahora, el anuncio de la investigación del Pentágono contra el senador Kelly por señalar una realidad –los militares no están obligados a seguir órdenes inconstitucionales– es una acción disciplinadora para el resto de soldados y veteranos, además de amenazar el derecho a la libertad de expresión de los veteranos.

Como capitán veterano de la marina, Kelly está obligado por ley a mantenerse disponible por si es llamado a filas. Basándose en esto es que el Pentágono ha dicho que podría llamar a Kelly para llevarlo ante un tribunal militar. Ahora bien, no queda claro hasta qué punto podría prosperar la investigación, ya que el demócrata no hizo más que señalar algo que está recogido en el Código Uniforme de la Justicia Militar.

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