Estados Unidos

El jefe del Pentágono arenga a los generales de EEUU: "Hay que prepararse para la guerra"

Hegseth ha anunciado también nuevos criterios estéticos entre las tropas y la recuperación del "más alto estándar masculino"

Hegesth este jueves en Quantico
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WashingtonLa misteriosa reunión a la que los generales estadounidenses de todo el mundo habían sido convocados, y que los había tenido con el alma en el corazón, ha resultado ser una arenga belicista por parte del secretario de Defensa, Pete Hegseth. "Nosotros entrenamos guerreros, no defensores", ha defendido Hegseth en la base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia. "Para asegurar la paz, debemos estar preparados para la guerra". Hegseth se ha recreado en la esencia del lema que Donald Trump pronunció por primera vez después de bombardear las instalaciones nucleares iraníes: "Paz a través de la fuerza".

A principios de mes, el presidente Donald Trump ya rebautizó el departamento de Defensa como "departamento de Guerra" en un gesto simbólico sobre la nueva manera en que Estados Unidos encara la geopolítica. Hegseth ha remarcado a los generales y almirantes que "la única nueva misión del restaurado departamento de Guerra es la guerra, luchar y estar preparados para la guerra".

El nombre de departamento de Guerra es el que inicialmente estableció George Washington en 1789 y dejó de utilizarse después de la Segunda Guerra Mundial. Su restitución vuelve a ser un mensaje de cómo Estados Unidos se está retirando de su rol hegemónico en el multilateralismo para dar paso a un nuevo orden internacional donde parece que la máxima vuelve a estar dictada por Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre". La fuerza se impone al diálogo, y el desprecio que Trump mostró a la ONU por la institución la semana pasada era otra prueba fehaciente de ello.

Hegseth no ha sido de despreciar el pacifismo, que ha calificado de "naíf" y poco le ha calificado de "naïf" hippies. "La historia nos enseña que la gente que merece la paz sólo son aquellos que están dispuestos a llevar a cabo una guerra para defenderla. Por eso el pacifismo es tan naíf y peligroso. Ignora la naturaleza humana", ha dicho Hegseth en su momento más filosófico.

"Nuestros enemigos se están agrupando, la amenaza crece y no es momento para juegos. Tenemos que estar preparados", ha advertido el secretario. Por eso, "el momento requiere restaurar y reenfocar nuestra base industrial de defensa, nuestra industria de construcción de barcos". El secretario de Defensa adelantó que próximamente hará otro "discurso" sobre las amenazas que afronta el país, "incluida China". Al término del discurso, Hegseth ha citado un ejemplo de guerra que considera un modelo para Estados Unidos: la Guerra del Golfo, en la que las tropas estadounidenses y sus aliados frenaron una invasión iraquí y la anexión del vecino Kuwait en cuestión de meses.

El lenguaje testosteronico a las ocho de la mañana ha ido virando del belicismo a una dura crítica a las políticas de diversidad e igualdad dentro del ejército. El otro gran tema de Hegseth, que ha lamentado que "los militares han sido forzados por políticos estúpidos a centrarse en lo equivocado". "Nos convertimos en el departamento woke, pero eso ya no será así", ha asegurado, y ha anunciado a continuación que recuperará "el estándar masculino más alto" en los requisitos que se exigen para entrar en las fuerzas de combate.

"Si una mujer puede hacerlo, perfecto. Si no, es lo que hay", ha afirmado Hegseth, quien ha añadido: "Incluso los hombres débiles no calificarán para el sitio. Esto va a luchar [...] Tener capacidad física real para hacer lo necesario". Ni que decir tiene que la promesa es un guiño al discurso machista que lleva unos años en boga y que se dedica a cargar contra las pruebas de acceso diferenciadas para hombres y mujeres para determinados trabajos.

Por un momento ha parecido que el ser Hoja Metal Jacket poseía el cuerpo de Hegseth, que ha anunciado un nuevo criterio estético para todos los soldados, cansado ya de ver "barbudos". "Nos cortaremos el pelo, nos afeitaremos las barbas y cumpliremos con los estándares", dijo Hegseth, y añadió: "Si quieres tener barba, puedes alistarte a las fuerzas especiales. Si no, te afeitas" (tradicionalmente, los miembros de las fuerzas especiales llevan barba, de hecho, incluso se les barbudos"). Por poco no vuelve a gritar "hippie" al decirlo. "Sinceramente, es agotador ver nuestras formaciones de combate y ver soldados grasos", ha añadido.

Trump advierte de la carrera militar con Rusia y China

El presidente estadounidense hizo esperar media hora a los altos cargos que estaban reunidos en Quantico hasta que subió al escenario. El silencio de la sala no gustó a Trump, que se mostró claramente incómodo. "Nunca he entrado en una habitación tan silenciosa", ha dicho, acostumbrado a los aplausos de los mítines y actos presidenciales: "Si queréis aplaudir, aplaudís".

En un tono mucho más apagado y monótono, Trump ha vuelto a repetir el mismo discurso de siempre. Tanto sirve para la Asamblea General de la ONU como para la reunión de la cúpula militar de su país, es siempre un buen momento para el presidente para reeditar los mítines de la campaña. Como siempre, ha sacado pecho de la gestión económica, los aranceles, el despliegue de tropas en Washington y la gestión fronteriza. "Sufrimos una invasión desde dentro, no es diferente a un enemigo extranjero, pero sí más difícil en muchos aspectos, porque no llevan uniforme", ha dicho el presidente para referirse a las personas migrantes, cada vez más desdibujadas y más deshumanizadas bajo su gobierno.

En este nuevo acercamiento bélico a un mundo mucho más hostil y convulso, Trump ha asegurado que "recientemente hemos estado algo amenazados por Rusia", en referencia a la movilización de un submarino nuclear a principios de agosto. La semana pasada, el ejército estadounidense reveló que tuvo que movilizar cazas ante la presencia de aviones rusos en el espacio aéreo de Alaska. El presidente se ha recreado en la tecnología militar puntera del país, pero ha advertido de que "no es posible que estemos 25 años por delante de Rusia y China en submarinos [nucleares]" y ha añadido: "Dentro de cinco años estarán a la par. Están avanzando".

Al igual que está ocurriendo con otras instituciones del gobierno estadounidense, la cúpula del Pentágono está preocupada ante las acciones de Hegseth, que van claramente encaminadas a poner fin a la neutralidad del ejército. En los últimos meses, Trump ya ha convertido a los militares en su solución a todos los problemas: gestionar cuestiones domésticas, controlar la frontera o bombardear supuestas narcollanchas.

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